Capítulo V: Eres más ciencia ficción que una fantasía.

— ¡Al fin libres! — Iván se lanzó sobre la espalda de Nicki, su risa se mezclo con el barullo de las corridas para escapar del instituto.

— Que pasado eres. — Nemo lo empujó.

— Y vos celoso, puto. — Le sacó la lengua y abrazó a su amiga.

— ¡Romeo! — Julie se acercó, los tres quedaron desconcertados. — Necesito que hablemos... — Los ojos de ella se humedecieron.

— ¿Estás embarazada? — Preguntó señalandola.

— No, pero... — Nemo soltó un suspiro de alivió, Iván y Nicki siguieron caminando tentados pero reteniendo el carcajeo.

— Que hijo de puta, es crack, un capo. — Murmuró Iván. La plática de Nemo y Julie no duró mucho, termino con ella llorando y él dejándola, quedando como un desalmado, luego de que toda la escuela la viera siendo le infiel sin descaro.

— Debería hacerme la vasectomía para no tener estos sustos, casi me dan tres infartos. — le quitó la alarma al auto y abrió ambas puertas, la trasera para Iván y la delantera para Nicki. — No se enamoren, es porque no quiero que le den fuerte a mi bebé. —

— A mi ya me tienes a tus pies, bebé. — Ivo acarició sus hombros y Nemo se hecho hacia delante.

— Nada de mariconadas en mi coche, Iván. — Rieron.

— ¡Hey! ¿Se iban sin mi? — Ricci apareció en la ventanilla de Nicki, asustandola a ella, recibiendo una instintiva piña en el ojo. Cayendo hacia atrás.

— ¡Leandro! — Nemo bajo del coche y fue a verlo. Nicki bajo también.

— Perdón, perdón. ¿¡Cómo te vas a aparecer así!? —

— ¿¡Quién te va a robar en una escuela privada, pelotuda!? — Gritó tapándose el ojo. Iván desde la ventana reía.

Lo ayudaron a levantarse y volvieron a sus lugares, Ricci tocaba su ojo, ahora hinchado, mientras Iván seguía riendo.

— Te voy a dejar el ojo peor, forro. — Lo empujó. Nemo decidió encender el auto y salir del estacionamiento, el tiempo seguía corriendo con el ojo o no morado de Ricci.

Aqui los grupos se formaban por contexto, no existía el popu, la zorra o la nerd, la secundaria era un espacio para estudiar, crear vínculos y las etiquetas quedaban casi sin importancia, por supuesto que el carisma o la belleza te hacia más hegemónico que ser un chico listo o una niña otaku, pero en general habia menos conflictos que en una historia fantasiosa de cliché. Nicki era el silencio en el bullicio, encajaba perfecto en el rompecabezas equivocado y eso hacia que juntarse los cuatro en su casa sea armónicamente raro.

Leandro Ricci era extrovertido, jodón, le gustaba los fin de semana acabar con un ojo morado y entre semana escaparse con alguna linda chica de la escuela pública, machito y para el grupo de Nicki, agobiante.

Nemo, era introvertido, pero socialmente adorado, nadie sabía que le gustaba, ni de donde proviene su apodo o siquiera alguien, a excepción de Nicki, a logrado ir a su casa y conocer a su familia. Su mentalidad era clara y objetiva, mientras el otro no le afectará, le chuparía un huevo toda existencia externa.

Iván, por otro lado era una mezcla de ambos, jodón, agradable, buena persona pero reservado respecto a su vida personal. La escuela era un mundo de caretas que él mantenía fuera de su entonces, así estaba bien y no buscaba cambiarlo.

Nicki, en cambio, era todo sin ser nada, era más ciencia ficción que fantasia, su mirada futurista, objetiva y empática la hacia alguien querida, pero su forma rara de demostrar su cariño la reservaba a tener cuatro amigos, de los cuales uno era su primo.

— ¿Segura no necesitas nada? — Romeo la observó de reojo, ella iba mirando por la ventana, disociando, pensando en si su mamá abría pensando realmente en quitarse la vida. Algo en ella le hacia sentir que a lo mejor no estaba haciendo suficiente.

— Nick ¿Qué te pasa? — Iván se sentó en el medio y acarició su hombro.

— Estoy bien, y no Nemo, estamos bien ¿Ustedes? — miró a Iván.

— Estamos bien. —

— Mi ojo no está bien, Nicole. — Leandro se quejó.

— Nicki. — Corrigió.

— Nicole. — Repitió.

— No imbécil, mi nombre es Nicki. —

—Ese es tú diminutivo o apodo. — Reprochó.

— No Lean, ella se llama Nicki. — Nemo lo miró sonriendo.

— ¿Cómo? No, ella tiene que ser Nicole o
Nicolette en su defecto. —

—Nop, mi nombre es Nicki Francesca Herrera. — Llegaron a la casa. — Cristi y papá salieron a merendar afuera, así que no están. — Miró a Iván.

— Uy yo quería hablar con Carl. — Comentó Nemo estacionando. Bajó y le abrio la puerta a Nicki.

— ¿Para? —

— Estuve hablando con el decano, se que tú papá tiene influencias allá y capaz si habla de mi me ayuda con la oportunidad de recibir la beca, el decano dice que estoy bien pero como soy extranjero hay cosas que evaluar en mi solicitud. —  Pulsó la alarma y Nicki abrió la puerta de la casa.

— Termina de explicar eso que te llamas Nicki. — Interrumpió Leandro.

— ¿Queres mi documento? —

— ¿Pero por qué Nicki? No entiendo. —

— Como sabes, mi mamá era una adolescente cuando quedó embarazada de mi, — Fueron al salón de biblioteca. — ella era muy fan de una serie llamada Heartstopper, y uno de los personajes principales se llamaba Nick... Nick Nelson y supuestamente yo... — Dejó su mochila en la mesa. — iba a ser varón, aquí me ves bien macho ¿no? — rio.

— ¿De verdad? —

— Ajá. Todo el embarazo creyendo que sería varón, nací niña y ella estaba negada a ponerme otro nombre, entonces me puso Nicki. Por eso, ella, mi primo e Iván me dicen Nick, porque básicamente así iba a llamarme. —

— La verdad no lo puedo creer, una ridícules. — Romeo le dió un golpe.

— No me hagas decir tu segundo nombre Leandro. — Amenazó ante el comentario despectivo. Él hizo un cierre en su boca.

— ¿Empezamos? Nick y yo tenemos cosas que hacer. —

— Paraaa, es la primera vez que entro a la mansión Herrera. — se acercó a unos estantes llenos de fotos. — ¿Sos vos y...? — señaló a los chicos.

— Mi primo Ezequiel, Tómate  e Ivo. — Sonrió, Romeo se acercó y observó las fotos. — Soy yo con los 3D, Drama, Desastre y Desidia. — Rio, Iván la abrazo.

— ¿Se conocen desde chiquitos? Ahora entiendo porque salen. — Iván miro a Leandro y después a Nicki.

— Somos mejores amigos desde muy peques, Iván es mi complemento. —

— Y Nicki el mío. —

— A Eze lo recuerdo, pero no recuerdo a ningún tómate. — Nemo señaló el moreno.

— Es Castiel Castillo. Si lo conoces, pero no como tómate, ese es el apodo que le pusimos entre nosotros. —

— Ah si, Castiel. — Asintió.

— ¿Y en qué momento empezaron a salir? — Preguntó Leandro ávido de saber más.

— Hagamos la tarea antes de que me arrepienta de no cambiarme de escuela. — Iván se sentó en un puff.

— Si, mejor. — Nicki se sentó en el sofá, Nemo a su lado y Leandro en el piso, junto a Iván.

— Surinam, vaya suerte das Herrera. — Rieron y sacaron los teléfonos...

— ¿Entonces son realmente novios o no? — Preguntó Leandro rompiendo el cómodo silencio que se había formado.

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⏰ Última actualización: Nov 04 ⏰

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Hasta el cliché nos separé. ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora