Elodin vs Roah

110 10 5
                                    

Elodin nunca perdía. Así de sencillo.

El sol sale cada mañana, el fuego quema, Hemme es gilipollas y Elodin siempre gana. Punto. ¿Quién habría de cuestionárselo? Nadie, por supuesto.

-Jodido árbol de pacotilla, si es que ahora voy a tener que enfrentarme a él, ¡no pienso quedar mal bajo ningún concepto! Y encima es un Roah, malditos árboles orgullosos...

Todo ocurrió hace tres días. En Prendido. Día en el que el bosque le llama a jugar y él revolotea y admira el paisaje, saboreando los nombres de las cosas. Día de estabilidad y disfrute. No de desaire y de árboles orgullosos.

No, y tres veces no.

-¡EL MUNDO ESTÁ CAMBIANDO, SEÑORES! -gritó mientras caminaba dirección al bosque, a machacar a ese árbol- Vosotros, imbéciles ignorantes que vivís felices, ¡NO OS DAIS CUENTA! ¡Un Prendido es SAGRADO! ¡SAGRADO HE DICHO!

Pero cuando parecía estar en su punto álgido de éxtasis algo falló, y un árbol le habló.

Eso, por supuesto, no es nada raro, él suele conversar con las flores, con las hormigas y da conversación a los aburridos árboles. Les cuenta cómo es el mundo más allá de lo que pueden ver y sentir, son sus amigos.

Pero siempre hay alguien dispuesto a perturbar la perfecta estabilidad que reina en el mundo. Un Roah: escépticos, arrogantes y obstinados. Qué asco.

El árbol le rogó libertad. Eso tampoco era nada fuera de lo común, en realidad se daba mucho entre jóvenes arbolillos ávidos de aventura y adrenalina. Elodin lo entendía y les cumplía su petición: pronunciaba su nombre, oculto y secreto, que corría como fuego por su savia. Y les veía alejarse, como un padre contemplando a un hijo que ha logrado hacer algo por sí mismo, con una sonrisa entrañable en los labios.

Pero con los Roah no. Ni de coña.

En esta ocasión Elodin no se lo negó como solía hacerlo, pensó en algo mejor, mucho mejor. Lo utilizaría como arma, ¿quién mejor que un Roah para eso?

Hemme se había burlado de él ante los demás profesores, y le daría un buen ramazo en los huevos, bien fuerte, y después lo tiraría desde el puente de piedra. Por imbécil. Y si aún cayendo desde una altura de 30 metros no hubiera muerto utilizaría la simpatía contra él: aún guardaba su sangre.

Por eso el árbol de los cojones quería pelea, lo había manejado como un títere contra su voluntad, pero mereció la pena: Hemme en esos momentos se encontraba en la Clínica, con un ojo morado, dos costillas rotas y la pierna destrozada. Lástima que un alumno los vio y corrió en busca de ayuda. A Elodin lo volvieron a meter en Las Gavias, pero se escapó de nuevo, y allí estaba, camino al bosque. A pelear contra un árbol.

-¡AQUÍ ESTOY, SAL, VIL BELLACO! ¡SAL Y PELEEMOS COMO HOMBRES!

-Aquí estoy humano, -profirió el Roah, saliendo de entre la maleza- ¡PELEEMOS, ENTONCES!

Y Elodin empezó a bailar.

Se movía con gracia y desenvoltura, con finos y limpios movimientos, al ritmo de una canción silenciosa que solo él oía.

Y el Roah contratacó, también.

Éste era más rudo, como los All Black antes de un partido al ritmo de una Haka, solo que más grande y con más fuerza. Imponía. Parecía un enorme oso, que rugía cantando amenazadoramente:

-Ka mate! Ka mate! Ka ora! Ka ora!

Ka mate! Ka mate! Ka ora! Ka ora!

Tenei te tangata puhuruhuru

Nana i tiki mai

Whakawhiti te ra

A upane! ka upane!

A upane kaupane whiti te ra!

Hi!!!

Pero Elodin no se achantó, sino que siguió bailando con elegancia y garbo: Grand Jete', pirouette, Tour en l'air, tours chaînés déboulés, chassé y terminando como colofón con un Fouetté en tournant perfectamente ejecutado.

Y el Roah no pudo hacer nada contra eso, el ver a Elodin dar vueltas y vueltas y vueltas y más vueltas lo mareó tanto que cayó al suelo de un trompazo y ya no pudo levantarse más, y se quedó ahí, con cara de alelao sin saber qué hacer.

-JÁ! ¿Ya hora que me dices, eh? ¡Jamás te metas con un nominador que baila ballet, porque no podrás hacer NADA contra él, imbécil Roah!

Y tras sacarle la lengua de allí se alejó, riendo a carcajadas maníacas, y dando pequeños saltitos.

Lo dicho, Elodin siempre gana.

Elodin vs RoahDonde viven las historias. Descúbrelo ahora