Capítulo #19

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Agradecimiento especial por edición de imagen a christinasteel 😊🫶🏻

Ocho años después...

Espadas chocando y causando chispas entre si, gotas espesas de sangre, en cada escudo, cada armadura, cadáveres con lanzas, espadas, flechas enterrados en ellos, pero aquello no impedía que la batalla continuará

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Espadas chocando y causando chispas entre si, gotas espesas de sangre, en cada escudo, cada armadura, cadáveres con lanzas, espadas, flechas enterrados en ellos, pero aquello no impedía que la batalla continuará.

Ubicados en la frontera que separa ambos imperios, los vikingos seguían luchando entre ellos hasta la muerte.

Helge Arendäll guiaba a esta tropa, los años pasaron por el, pues sea veía aún mayor, era una batalla reñida, pues el ejército de Sigtreheim está al mismo nivel que ellos, este era un nuevo ataque para poder trapasar la frontera, aquella barrera que impide el paso a Vanirheim.

Quien lidera el ejército de Sigtreheim era Jarl Udgard Gendster, de cabellera roja, aspecto salvaje y fuerte, de edad avanzada, era de los mejores Vikingos de su reino, y al igual que Helge ambos guiaban bien a su ejército.

Los ataques entre ellos continuaban, se hacían más violentos, más sangrientos y en un momento todo se desnivela, la cantidad de muertos aumenta en el ejército de Jarl Udgard, mayor a los qie veia del enemigo. El pelirrojo de detuvo a pensar unos segundo que parecieron dias, seguir peleando y que no quedará ningún vikingo de su pelotón no serviria de nada.
Al momento que decide ordenar la retirada, fue atacado por Helge, este paso a su lado y con su espada corto la pata de su jabalí, por lo que Udgard cae y es atacado inmediatamente por el enemigo, pudo esquivarlo y contraatacar usando su espada, ambas armas chocan entre si, causando heridas a pesar de llevar sus armaduras, siendo diestros en el uso de la espada, podian esquivar los ataques.

Así continua el enfrentamiento hasta que Udgard logra romper la espada Helge y este se queda inmóvil para evitar ser degollado por el sable del Aesir.

- Parece que el acero Vanir no es tan bueno como dicen - Udgard sostiene la espada en su yugular - esto se acaba aquí, y finalmente derrumbare esa barrera

- Eso lo dudo - solo dice Helge haciendo una seña con su mano en la espalda.

Un vikingo Vanir ve aquella seña, y con su arco mágico, dispara una flecha a dicha espada enemiga, para deshacerla como si se tratara de una figura de arena, entonces ambos aumentan la distancia entre ellos y gritan al unisono para sus bandos.

- ¡Retirada!

- Espero que la próxima vez, traigas una espada de mejor acero - Udgard le gritó cuando un camarada lo ayuda a subir a su bestia.

- ¡La próxima vez que nos veamos, no necesitaré una espada para matarte! - le responde Helge montando en su bestia.

Ambos ejércitos se retiran, aún dejadondo decenas de cadáveres, con la promesa de que volverían por ellos para un digno funeral.

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