8. Reflexiones con amigos

6 0 0
                                    

En la Casa de Darío

El sábado por la tarde, la casa de Darío seguía siendo un refugio. Las paredes decoradas con recuerdos de su carrera y momentos felices contrastaban con el silencio que lo había acompañado en los últimos tiempos. Marcos y Milton estaban allí para traer algo de vida.

Marcos: - Che, Darío, ¿te parece si hacemos una pichanga en el patio? - dijo mientras acomodaba una pelota de fútbol en el suelo.

Darío: - No sé, chicos. Capaz que me da un poco de pereza... - contestó, cruzando los brazos.

Milton: - Dale, loco. Es solo un rato. Después podemos mirar un partido viejo o jugar a algo en la Play. Además, el aire fresco te va a hacer bien - insistió con una sonrisa alentadora.

La brisa de la tarde entraba por la ventana abierta, trayendo consigo el aroma del césped recién cortado. Darío miró hacia afuera, donde el sol comenzaba a ponerse, tiñendo el cielo de naranja y rosa.

Darío: - Está bien, juguemos un rato. Pero no prometo ser el mejor en la cancha - se rió nerviosamente.

El Partido en el Patio

Los tres se trasladaron al patio, donde la pelota comenzó a rodar de un lado a otro. Marcos se movía con gracia, mientras que Milton intentaba hacer malabares con la pelota, riendo cada vez que la dejaba caer.

Milton: - Mirá, mirá, ¡la toco con la cabeza! - dijo mientras intentaba hacer una pirueta.

Darío, al verlos reír, no pudo evitar soltar una pequeña risa, sintiéndose un poco más ligero. La camaradería lo ayudaba a desconectarse de sus pensamientos oscuros.

Reflexiones Durante el Juego

A medida que corrían detrás de la pelota, Darío no podía evitar pensar en Adam, su exesposo. Cada pase, cada risa de sus amigos, le recordaba lo que había perdido.

Darío: - Chicos, ¿ustedes creen que es posible volver con alguien después de una separación? - preguntó, en un momento de sinceridad.

Marcos: - Es complicado, pero a veces hay segundas oportunidades. Lo que importa es que ambos quieran - contestó, pateando la pelota hacia Darío.

Milton: - Exacto. Y si hay amor, lo demás se puede solucionar. A veces hay que dejar el orgullo de lado - añadió, haciendo un gesto con la mano.

Estrategias para el Futuro

Darío se sintió algo reconfortado por las palabras de sus amigos. La idea de volver con Adam lo llenaba de esperanza, pero también de miedo. Aún recordaba las discusiones, los momentos difíciles.

Darío: - No sé, me da miedo volver a abrirme así - admitió, sudando un poco por el esfuerzo.

Marcos: - Lo entiendo, pero también hay que pensar en lo que te hace feliz. Si creés que vale la pena, entonces andá a por eso - dijo Marcos, con una mirada seria.

Cierre del Partido

El sol se ocultaba en el horizonte, y el cielo se oscurecía. Después de un rato de juego, todos estaban cansados pero contentos.

Milton: - ¿Qué te parece si ahora hacemos un par de sandwiches y vemos ese partido que dijiste? - propuso, sonriendo.

Darío: - Dale, me parece perfecto - respondió, sintiendo que por primera vez en semanas, su corazón latía un poco más rápido por emoción.

Mientras regresaban a la casa, Darío sintió que, aunque el camino por delante podría ser difícil, ya no estaba solo. Sus amigos estaban ahí, listos para apoyarlo en lo que viniera.

Me dediqué a perderte (Benedetto x Bareiro) (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora