Me dediqué a perderte (Benedetto x Bareiro) (Omegaverse)

9. Nuevas posibilidades

En la Cocina de Darío

Después de la intensa pichanga, Darío, Marcos y Milton se acomodaron en la cocina. El aire olía a pan tostado y fiambres, mientras se preparaban los sándwiches. Darío sacó una botella de soda y sirvió en tres vasos, tratando de aliviar un poco la sed después del partido.

Milton: - Che, ¿te acordás cuando fuimos a jugar al fútbol a la playa y terminamos todos empapados? - soltó Milton, recordando una anécdota divertida.

Marcos: - ¡Cómo olvidarlo! Yo casi me ahogo cuando se me metió una ola! - se rió Marcos, haciendo gestos exagerados con las manos.

Darío, mientras untaba mayonesa en el pan, no pudo evitar sonreír ante la imagen que se formaba en su mente. Esa era la esencia de la amistad: esos momentos simples que parecían insignificantes, pero que construían un refugio en el corazón.

Dejando las Cargas Atrás

Mientras preparaban los sándwiches, el ambiente se volvió más relajado, y Darío sintió que era el momento adecuado para abrirse más con sus amigos.

Darío: - Ustedes saben que... con Adam las cosas no terminaron de la mejor manera, y encima todo fue por mi culpa. Pero ahora estoy pensando que tal vez, solo tal vez, se pueda intentar de nuevo. Estoy más que determinado, pero tengo miedo - se atrevió a compartir.

Marcos: - Esa es una buena actitud, Darío. Lo importante es que lo hables con él, que le digas lo que sentís - aconsejó Marcos, mientras comenzaba a armar su sándwich.

Milton: - No hay nada más valioso que la honestidad. Si realmente creés que hay amor, hacé lo posible por recuperarlo. No todos tienen la suerte de encontrar ese tipo de conexión - añadió, sirviendo su soda con entusiasmo.

La Dificultad de Abrirse

Darío asintió, sintiéndose un poco más aliviado. Sin embargo, también había una parte de él que temía el rechazo. La última vez que había intentado comunicarse con Adam, las cosas no habían salido bien.

Darío: - Pero hay un problema: él me tiene bloqueado de todos lados - dijo, su voz temblando un poco.

Milton: - Che, ¿vieron que yo soy hincha de River, no?

Marcos (fingiendo molestia): - Uhhh, ¡qué asco! ¡Rajá de acá, gallina! Te vamo' a echar de una patada por gil.

Darío no pudo evitar matarse de risa ante el comentario de Marcos.

Milton:- Chicos, lo que estoy intentando decir, es que como yo voy a la cancha seguido, y justo Adam juega en River, puedo hacerle de intermediario a Darío y ahí decirle a Bareiro todo lo mal que la está pasando Darío.

Darío se quedó pensativo: la idea de Milton no era mala, de hecho.

Marcos: - Andá, wachín. Sos bastante inteligente para ser gallina. ¿Estás seguro de que no sos hincha de Bokita? - dijo juguetonamente Marcos, apuntando a Milton con una mueca divertida.

Darío:- Sí, todo bien. ¿Y cómo le hablarías, si ustedes ni se junan? ¿Le dirías: "Hola Adam, soy Milton. Soy amigo de tu ex marido y vengo a hablarte sobre él" y ya? ¿Y qué pasa si el pibe te ignora, o peor todavía, si se enoja con vos y te toma idea?

Milton se rió ante la poca imaginación de su amigo bostero, y luego se dispuso a contestarle.

Milton: - No, compa. No va a ser tan así. Tengo pensado invitarlo a unas birritas o algo así, para sacarle charla y si pinta, hasta le puedo pedir el número para seguir en contacto. Obvio, voy a arrancar diciendo que soy hincha de River desde chico, que él juega re bien y cosas así, tipo medio chamuyo. Aunque si voy a la cancha de River, con las pilchas de River, justo cuando juega River, medio que cae de maduro que soy millonario - acotó entre risas, y luego prosiguió - Aunque no sé si va a ser tan necesario que me presente. Porque si mínimamente mira el fútbol argentino, sabe quién soy yo. Pero voy a decirle todo con mucho tacto, para que no me corte el rostro de una, ¿viste? Como para que él también sienta que vos posta tenés ganas de luchar por él y recuperar su relación.

Darío (con cara de evidente sorpresa): - Noooo, loco. Posta que Einstein es un poroto al lado tuyo. No sé qué hice para merecer a un amigo tan piola como vos. Ojalá todo resulte como queremos. Elijo creer, como con la Scaloneta. Ahre qué decía el loco - concluyó entre risas.

Marcos: - ¡Esa es la actitud, ameo! Aparte, si no resulta, al menos sabés que diste lo mejor de vos. Y acá estamos nosotros, siempre - agregó Marcos, levantando su vaso en señal de apoyo.

Una Decisión Importante

Darío se sintió reconfortado por las palabras de sus amigos. Un pequeño fuego de esperanza se encendía en su pecho. Quizás sí había una oportunidad para reconstruir lo que se había perdido.

Al Final del Día

Una vez que terminaron de cenar, se trasladaron a la sala para mirar el partido en la tele. Se acomodaron en el sillón, riendo y bromeando sobre los equipos, mientras la pantalla mostraba a sus compañeros de Boca Juniors jugando en la cancha.

Darío se sintió agradecido por el apoyo incondicional de Marcos y Milton. Mientras miraban el partido, supo que, sin importar lo que pasara con Adam, siempre tendría a sus amigos a su lado.