10. La charla de Milton con Adam

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En el Estadio de River

El 24 de julio de 2024, el estadio de River Plate era un mar de emociones. Los hinchas vibraban con cada jugada, cada pase, y el estruendo de los cánticos resonaba en el aire como un latido colectivo. Milton Giménez, con su camiseta bien ajustada y el rostro pintado de rojo y blanco, se encontraba en el corazón de la locura futbolística, sintiendo la energía palpable de la multitud.

Mientras los jugadores se retiraban del campo tras un intenso empate 3-3 contra Rosario Central, Milton, nervioso pero decidido, pensó en el plan que había trazado durante días: hablar con Adam Bareiro, el ex esposo de Darío Benedetto. La idea lo mantenía en tensión, pero sabía que era su oportunidad para ayudar a su amigo.

La Entrada al Bar

Una vez que el partido terminó, el bullicio del estadio comenzó a disminuir, y las luces brillantes iluminaban la salida. Milton buscó a Adam, que lucía cansado pero satisfecho. Con cada paso que daba hacia él, su corazón latía más rápido. Cuando finalmente se acercó, el olor a caramelo del omega paraguayo lo invadió, pero Milton supo mantenerse fuerte.

Milton: - Che, ¡qué partido, loco! La rompiste hoy, ¡fue un placer verte jugar! Soy Milton Giménez, hincha de River desde pendejo. ¡Sos un crack! - le dijo, sonriendo con entusiasmo. Adam lo miró con una mezcla de sorpresa y curiosidad, antes de relajar la tensión en su rostro.

Adam: - Gracias, man. Es un laburo duro, pero siempre se da lo mejor por la camiseta. Vos también tenés lo tuyo eh, sos el Milton de Boca, ¿no? - respondió el paraguayo, apreciando el cumplido y viendo cómo el otro futbolista asentía.

Milton sintió que el primer paso para ganarse la amistad y la confianza de Adam había sido exitoso. Se dirigieron a un bar cercano, donde el ambiente se sentía familiar, estaba impregnado de risas, el aroma de las cervezas bien frías y las luces cálidas creaban una atmósfera acogedora, como un hogar después de un largo viaje. La música de rock nacional sonaba de fondo, mientras la conversación fluía entre cervezas y risas.

Hacia la Amistad

Mientras tomaban un par de cervezas, Milton decidió que era el momento de tocar el tema sensible. Sabía que tenía que ser cuidadoso. 

Milton: - Mirá, quería comentarte algo sobre Darío Benedetto, que es amigo mío... la verdad es que está pasando un momento terrible, loco. Lo veo mal, sufrir, quebrarse... y es desgarrador - dijo, intentando medir la reacción de Adam.

La expresión de Adam cambió inmediatamente. 

Adam: - No quiero saber nada de él, Milton. No tiene sentimientos, es un infiel, solo le importa salir de fiesta y su egoísmo. ¿Y Ainhoa, qué pasa con ella? Incluso como padre le falló por andar de joda en joda - contestó, cruzando los brazos con frustración.

Milton sabía que estaba en una encrucijada. 

Milton: - Lo entiendo, pero la verdad es que lo está pasando muy mal. Darío está deprimido y hasta tiene problemas con el alcohol. Lo vi llorar, no es fácil para él - insistió, mientras el ruido del bar se desvanecía a su alrededor.

La Resistencia de Adam

Adam frunció el ceño, visiblemente incómodo, y luego de un largo silencio, respondió: - No sé, Milton. No me parece que le importe nada. Sólo se preocupa por él mismo y sus fiestas. ¿Cómo voy a confiar en alguien así? - replicó con desdén.

Milton respiró hondo, sintiendo la urgencia de que Adam entendiera la gravedad de la situación. 

Milton: - Escuchame, loco. Miralo desde otro ángulo. Darío sigue amándote. No sabe cómo manejar sus sentimientos, pero su intención es volver a ser quien era. Te necesita, y a Ainhoa también - argumentó, buscando tocar una fibra sensible.

Adam se quedó en silencio, mirando su cerveza como si esperara que le diera una respuesta. 

Adam: - ¿Y qué me importa eso? Siempre fue un desastre en la relación. No sabe amar. Sólo me rompió el corazón - dijo finalmente, su voz tensa.

Milton sintió un nudo en el estómago. 

Milton: - Lo sé, y no trato de justificarlo. Pero, ¿no sería justo que al menos lo desbloquees? Él está sufriendo, y lo que menos necesita es estar en la oscuridad. Verlo llorar, sufriendo por lo que fue... es horrible - Hizo una pausa para tomarse un trago de otra Heineken, aclaró su garganta y prosiguió - Darío se está hundiendo, se siente culpable y posta está muy arrepentido. Vive pensando y hablándome de vos, en lo que significás para él. Sería bueno que al menos lo desbloquees -  insistió, tratando de apelar a la empatía de Adam.

El Rayo de Esperanza

La tensión en la mesa era palpable. Adam suspiró, claramente conflictuado. 

Adam: - Lo voy a pensar - fue su respuesta, aunque sus palabras sonaban vacías.

Milton sintió que había logrado al menos abrir una rendija en el corazón de Adam, aunque sabía que había un largo camino por recorrer. 

Milton: - Te dejo mi número, por si querés hablar. No soy sólo un hincha de River; soy alguien que se preocupa por lo que le pase a Darío. Y de paso, si pinta, podemos ser amigos. Es raro que lo diga en este contexto, pero me caíste bien. Me parecés un tipo copado y sé que no sos mala gente ni te gustaría ver sufrir a Darío - añadió, esperando que su oferta sirviera de puente entre los dos hombres.

Cuando finalmente se despidieron, Milton salió del bar, la brisa fresca de la noche de Buenos Aires envolviéndolo. Sacó su celular y rápidamente escribió en el grupo de WhatsApp que compartía con Marcos y Darío, entre otros amigos.

Milton: "Chicos, hablé con Adam. No fue fácil, pero al menos dijo que lo iba a pensar".

Pocos segundos después, el celular vibró con la respuesta de Darío, la cual denotaba cierta alegría.

Darío: "Eso me da un poco de esperanza. Gracias, Milton. Necesito que esto funcione".

Milton sonrió al leer el mensaje, sintiendo que, a pesar de las dificultades, había hecho algo bueno. Esa chispa de esperanza iluminaba la noche, y por primera vez en mucho tiempo, Darío sintió que había motivos para seguir luchando.

Me dediqué a perderte (Benedetto x Bareiro) (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora