Capítulo 6- Paseo Desastroso

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El día comenzó con la promesa de un paseo divertido, pero rápidamente se convirtió en un desastre total. Cuando el autobús llegó al parque, los estudiantes salieron disparados, como si estuvieran huyendo de un volcán en erupción.

Félix:¡Por el amor de Dios! ¿Pueden calmarse un poco? No soy su perro de compañía.

Jhonatan (con una sonrisa nerviosa):Tal vez deberías soltarlos un poco, Félix. Al fin y al cabo, ¿cuántos de ellos realmente han estado en la naturaleza? Quiero decir, solo hay que mirar a Pedro... parece que cree que está en un safari.

Félix (pensando): ¿Por qué siempre tiene que llevar la conversación hacia la supervivencia? Tal vez debería ser más como él... pero no, ¡mejor no!

Mientras tanto, Pedro decidió que organizar una carrera de obstáculos era una gran idea. Los estudiantes se lanzaron al barro, resbalando y cayendo, mientras las risas y gritos resonaban en todo el parque.

Pedro (gritando):¡Vamos! ¡El que no se ensucie, no gana! ¡El último en la meta es un huevo podrido!

Y así, los estudiantes corrieron, pero lo que no se esperaba era que la competencia se convirtiera en una guerra de barro. Uno de los estudiantes, que siempre tenía un chiste a mano, decidió que era el momento perfecto para probar uno nuevo.

Estudiante 1:¿Saben por qué los esqueletos no pelean entre ellos?

Los demás estudiantes se miraron, intrigados.

Estudiante 1:¡Porque no tienen agallas!

Todos estallaron en risas, excepto Jhonatan, que miraba con una sonrisa forzada.

Jhonatan (pensando): A veces me pregunto si deberían hacer una competencia de chistes oscuros...

Pero el mismo estudiante no se detuvo y continuó con su humor.

Estudiante 1:¿Y saben qué le dice un ataúd a otro ataúd? ¡No te preocupes, estamos en la misma bolsa!

Esta vez, incluso Jhonatan no pudo evitar reírse. A medida que la risa llenaba el aire, un grupo de estudiantes decidió que hacer una guerra de agua sería una gran idea.

Félix (gritando):¡No! ¡No hagan eso! ¡No quiero que me empapen! Aunque, en realidad, ya tengo el día arruinado...

Jhonatan (con una risa burlona):Relájate, Félix. ¿Qué podría salir mal? Solo un par de estudiantes empapados y un par de profesores avergonzados. Total, es solo otro día en la vida...

A medida que los estudiantes se lanzaban globos de agua, Félix intentaba mantener el control. Pero pronto, la situación se volvió incontrolable. Un estudiante lanzó un globo y, en un giro del destino, Jhonatan recibió el impacto directo en la cara.

Jhonatan (sorprendido):¡Maldición! ¡Eso fue un ataque a traición!

Félix no pudo contenerse y comenzó a reírse. Pero en ese instante, un globo volador le dio en la cara a él también. Se quedó atónito, pero luego se unió a la risa de Jhonatan.

Félix:¡Ahora soy un "maestro empapado"! Este es el mejor día de todos.

Y así, en medio del caos, los dos maestros empezaron a encontrar un poco de diversión en la locura que los rodeaba. Los estudiantes estaban tan metidos en la guerra de agua que comenzaron a gritar por más globos, provocando un alboroto.

Pedro:¡Chicos! ¡Recuerden, la clave de esta guerra es la estrategia! ¡No se olviden de usar la cobertura! Aunque en este caso, el barro no parece ser una buena cobertura.

Félix (pensando): Esto se está convirtiendo en una escena de "Los Juegos del Hambre". Tendré que sacar a todos de aquí antes de que esto se convierta en un espectáculo de la televisión por cable.

Jhonatan, entre risas, se dio cuenta de que los estudiantes estaban disfrutando de cada momento, y se sintió un poco más relajado. Entonces, decidió sacar su mejor arma.

Jhonatan:¿Por qué no hacemos una competencia de chistes mientras estamos en ello? Tal vez deberíamos hacer un concurso de humor negro, o solo asustar a los que se quedan en la línea.

Félix (en broma):Solo si no son tan oscuros como el humor de este chico.

En ese momento, un estudiante apareció, cubierto de barro y sonriendo de oreja a oreja.

Estudiante 2:¡Señores, miren! Soy una mezcla de barro y azúcar. ¡Soy un pastel de barro!

La risa aumentó, y en medio de todo, la conexión entre Félix y Jhonatan se hacía cada vez más evidente. Sin embargo, ninguno de los dos se atrevía a dar un paso al frente y reconocer lo que estaban sintiendo.

Félix (pensando): Quizás este paseo no sea tan malo después de todo. La risa de Jhonatan me hace olvidar lo serio que siempre soy. Pero, ¿qué es esto que siento?

Jhonatan (pensando): Nunca había visto a Félix así, disfrutando de un momento sin preocuparse. Tal vez hay más en él de lo que parece. Esto es confuso y... algo emocionante.

Mientras el caos continuaba, un estudiante se acercó a Jhonatan con un globo en la mano.

Estudiante 3:¿Te atreves a lanzarlo, profe?

Jhonatan, aunque reacio, aceptó el desafío y lanzó el globo, solo para que un grupo de estudiantes en la piscina comenzara a tirarlos también. La guerra estalló nuevamente, y en medio de los globos voladores, el profesor se encontró riendo, incluso cuando se empapaba más.

Félix:¡Mira! ¡El maestro de matemáticas está empapado! ¿No creías que eso le pasaría a un genio como tú?

Pero justo cuando Félix comenzó a disfrutar el momento, un globo voló hacia él y le dio de lleno, empujándolo de espaldas y cayendo justo sobre Jhonatan, quien estaba justo detrás de él.

Jhonatan:¡Esto es un ataque planeado! ¡Te juro que esto no es un juego de estrategia!

Mientras ambos caían al suelo, Jhonatan terminó encima de Félix, y en el momento en que sus miradas se encontraron, una chispa inesperada iluminó el aire. Jhonatan intentó levantarse, pero se quedó un instante más, disfrutando de la cercanía.

Félix (con un tono burlón):¿Siempre es así cuando caes sobre alguien? Porque debo admitir que esto es... cómodo.

Jhonatan (con una sonrisa traviesa):Solo cuando me siento afortunado... o atrapado.

Ambos comenzaron a reírse, el momento volviéndose un poco más intenso mientras la risa de los demás resonaba de fondo. La tensión en el aire era palpable, y aunque ambos se sentían atraídos el uno por el otro, ninguno se atrevía a dar un paso adelante y decir lo que realmente pensaban.

Finalmente, Jhonatan se levantó, aún riendo, y Félix lo siguió, su corazón latiendo más rápido de lo habitual.

Félix (pensando): Esto es diferente. La risa de Jhonatan me hace sentir cosas que no entiendo...

Jhonatan (pensando): Cada vez que le veo reír, me doy cuenta de que hay más en él que solo el profesor serio. Tal vez, solo tal vez, este día nos cambie a ambos.

Mientras la tarde avanzaba, un estudiante comenzó a contar chistes tontos, y todos se unieron a la risa. En medio de los chistes, un estudiante exclamó:

Estudiante 4:¿Qué le dice un muerto a otro muerto? ¡Te veo en la próxima vida!

Félix y Jhonatan se miraron y rieron, el momento rompiendo un poco más la tensión que había entre ellos. Mientras la guerra de globos continuaba, la energía del día se transformó en algo más especial.

A medida que el caos se intensificaba, los dos maestros comenzaron a abrirse a la posibilidad de algo más. La chispa del amor comenzaba a asomarse, pero ninguno se atrevía a dar el paso.

Félix (pensando): Tal vez este paseo desastroso no solo sea una locura... tal vez sea el comienzo de algo nuevo.

Jhonatan (pensando): Esto se siente bien, aunque es un completo desastre. Tal vez, solo tal vez, esto sea más que solo rivalidad....

Un amor inesperado Donde viven las historias. Descúbrelo ahora