"Corazón...¿Por que lates más rápido?"
Por alguna razón, tararear una canción mientras cocina es algo entretenido; por eso, Shidou siempre lo hacía. Muchos decían que ya era una costumbre que no molestaba a nadie, e increíblemente, cuando Sae lo escuchó, no pareció darle importancia.
Mientras sus labios se movían y solo una melodía salía de ellos, el mayor dirigió un momento su mirada al pelirrojo que revisaba su teléfono en la mesa. Se veía tan bien con uno de sus shorts y la camisa que solía usar en días calurosos. Podía observar a la perfección su cuello y piernas, el lienzo donde él había dejado su arte. Sonrió sin querer al recordar las caras de leve molestia que el otro hizo mientras lo mordía.
—¿Cómo te volviste chef?.—preguntó de repente el menor mientras dejaba de lado su teléfono; al parecer, ya se había aburrido de usarlo.
—Cuando era niño, solía ayudar en la cocina a mi madre. Era algo que disfrutaba mucho y fue allí donde descubrí mi talento para la cocina; ya luego estudié gastronomía.—contó. Sae escuchó atento mientras ponía su codo derecho sobre la mesa y posaba su rostro sobre la palma de su mano.—¿Y tú? ¿Cómo te volviste modelo?.—continuó con la conversación animado.
—No lo sé, solo sucedió y ya.—respondió,el moreno río.
—¿No te parece injusto que yo cuente mi historia y tú no?.—habló con claro sarcasmo mientras apagaba el fuego de la estufa.
—Tal vez alguna vez te lo cuente más a fondo.
—Oh~ ¿Eso significa que seguiremos viéndonos?.—canturreó con clara victoria anticipada en su voz.
El mayor se dio media vuelta y fue cuando notó que el pelirrojo lo observaba fijamente; sin embargo, al ser descubierto, este solo desvió su mirada turquesa. Rió sin importarle el ceño fruncido ajeno luego de aquello.
—¿Qué es tan gracioso?.—volvió a mirar al otro con su expresión enojada.
—No me cambies el tema, bonito.—se cruzó de brazos; la sonrisa no se borraba de su rostro.—¿Si nos volveremos a ver o no? Si la respuesta es sí, no me molestaría seguir recibiendo visitas inesperadas en mi oficina.—acompañó sus palabras con un guiño.
—Ni en tus sueños. Lo de esta tarde fue la primera y última vez que lo hice.—sentenció. Shidou rodó los ojos divertido.
—Sí, sí, como digas, pestañas lindas.—movió su cabeza de un lado a otro mientras reía; al parecer, no creyó nada de las palabras ajenas.
—Lo digo en serio.
—¿Y qué hizo pensar que lo dudo?.
Un pequeño puchero de enojo se formó en el rostro del de cabello rojizo, quien se cruzó de brazos y observó al de tez morena, quien no dejaba de mirarlo con aquella sonrisa en su cara y con un brillo cautivador en sus ojos.
ESTÁS LEYENDO
Más que deseo ||Ryusae||
Fiksi PenggemarLos polos opuestos se atraen; clara evidencia de eso son Shidou Ryusei y Sae Itoshi, dos personas que son completamente distintas pero que, de alguna forma, congeniaron de una manera única. Todo comenzó como un "posible capricho", pero terminarían s...