Nostalgia

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AU Post-Crussaders
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Noriaki Kakyoin estaba a salvó.

Lo que tuvo que pasar era que el y Kakyoin fueran felices por el resto de sus vidas.

Pero esto no era un cuento.

Era la cruel realidad.

Cuando Kakyoin salió exitoso de la cirugía, la Fundación SpeedWagon les dijeron que Kakyoin perdió toda memoria de esos 50 días.

Había estado deprimido durante semanas, pero su Abuelo decidió sacarlo de esa depresión así que lo llevaba cada día a un lugar nuevo.

La otra idea era que viajaran, pero no traía buenos recuerdos.

Y ahora, meses despues, lo cuidaba a lo lejos.

Kakyoin no recordaba nada sobre Dio y el Viaje.

No tenia ni idea de quien era el, no lo reconocía, pasaba a su lado en los pasillos pero nunca le hablaba.

Era un extraño para el.

Lo único que sabía el Pelirrojo era que estuvo en una cirugía de la que apenas pudo salir vivo y que lo cambiaron de Escuela.

Se preguntaba si se sentía igual de solo.

Pero ese día cometió un error.

Caminaba por la Escuela buscando con la mirada a Kakyoin, siempre estaba en su Salón, en las bancas leyendo solo, y la mayoría de veces en la Sala de Artes.

Dejo de caminar cuando se lo encontró pintando, estaba de espaldas entonces no lo veía. Eran metros de distancia.

Seria lo más cerca que estarían.

Se quedo viendo a la Pintura que hacía, por no decir que estaba viendo a Kakyoin.

Quería abrazarlo, contarle todo, decir que lo amaba, que lo extrañaba pero...

El mismo sabía que era para su protección, para que Noriaki estuviera a salvo, y por eso decidió dejar sus deseos atrás.

Antes de que se decidiera irse Kakyoin volteo.

Se congelo.

Ambos se miraron durante unos segundos, Noriaki con confusión y Jotaro con tristeza.

- Eh... ¿necesitas ayuda?

Su corazón se detuvo.

Extrañaba oír su voz, no sabia hace cuanto no la escuchaba pero extrañaba todo de el, mirar a esos ojos violetas, ver la felicidad que transmite cuando habla sobre lo que le apasiona, era la cosa más sincera de este mundo.

Conocía todo de Kakyoin, pero el no lo conocía.

El sentimiento de Nostalgia se volvió más fuerte que antes.

Entro en pánico.

- E-eh... yo... - Desviaba la mirada hacía todos lados sin saber que hacer.

Se suponía que no debería interactuar con el.

Pero tenerlo cara a cara...

Kakyoin volteo hacía atrás. - ¿Estabas viendo la pintura? - Asintió. - Ah ya...

Kakyoin lo miro con confusión, luego con curiosidad y después la situación se le hizo graciosa.

- ¿Te...

. . .

¿Te conozco?

. . .

Auch, eso dolió más de lo que esperaba.

Apretó los puños tratando de no llorar.

- Yo... no creo que... - Desviaba la mirada constantemente, apretó más los puños, sus nudillos estando blancos. - No... no nos conocemos.

Pero claro que lo hacían.

Quería decirle todo, esos 50 días, su amor, los amigos que hizo, todos los lugares que recorrieron juntos, todas esas cosas en su cuarto que no tiene ni idea de donde llegaron pero las tiene, todos los recuerdos, todo eso...

Ya no lo tenía.

Kakyoin lo miraba con confusión, tratando de recordar algo hasta el fondo de su cabeza.

- Ah... perdón, supongo que te confundí con alguien que conocia, pero no recuerdo bien...

-...A veces siento que no recuerdo fragmentos de mi vida.

Jotaro lo miro sorprendido.

¿Acaso el...?

Kakyoin se dio cuenta de lo que dijo y sacudió la cabeza. - Lo siento, te estoy molestando con mis cosas, lo siento.

- No me molesta.

Las palabras salieron más rápido de su boca que sus pensamientos.

- ¿Eh? - Jotaro se maldijo a si mismo. - Digo... no tengo nada que hacer... no me molesta... escucharte... - Kakyoin sonrió ilusionado. - ¿En serio? Probablemente no entiendas...

- Yo sere el juez de eso. - Kakyoin asintió levemente.

-Gracias...

Se sentaron en los bancos del Taller de Arte.

Kakyoin jugaba nervioso con sus manos. - Yo... no tengo muchos amigos, no siento que... me entiendan completamente, no creo que vean mi... verdadero yo...

Hieropant Green...

Jotaro vio el stand de Kakyoin salir, doliendole aún más tener esta conversacion. - Yo puedo...

Kakyoin lo miro esperanzado.

Pero no podía decírselo..

No podía.

No podía decirle que el también tenía un Stand.

Si Kakyoin recordara todo se involucraría con los Stands de nuevo, estaría en peligro, algo que no quería que pasará de nuevo.

El podía escapar de un destino que el mismo no podía.

El destino de los Joestar.

Y no le iba a quitar eso.

- Yo puedo... entenderte... - Kakyoin lo miro feliz, pero un poco decepcionado. - A veces pienso que los otros pueden... entender, lo que quiero decir solamente con mis expresiones, aunque sepa que no pueden. - Kakyoin se acercó a el y le puso una mano en el hombro. - Intenta hablar más con las personas con las que confías, diles tu problema y... tal vez funcione.

Le sonrió.

Desvío la mirada.

- Gracias... ni siquiera pude decirte un consejo a ti. - Kakyoin río. - No hay mucho que hacer.

Jotaro tenía tantas ganas de llorar ahí mismo.

- Es gracioso como apenas nos conocemos y hablamos como si llevaramos años siendo amigos.

Sonrió, fingiendo que la situación se le hacía graciosa.

La campaña sono, ambos se voltearon a ver.

- ¿Te veo lue-

- Me tengo que ir. - Se levantó del banco y camino hacia la salida del Taller. - Ah, si claro.

Ambos no supieron que hacer.

Jotaro no quería dejarlo solo.

Y Kakyoin no quería abandonar ese sentimiento de acompañamiento.

Jotaro se despidió de el, Kakyoin también.

Y aunque Noriaki piense que lo estaba tachando de loco, mientras este bien, no le importaba si lo llegaba a odiar.

- Adiós. - Dijo Jotaro. - Adiós.

Se fue directo a los baños cerrando la puerta de un cubículo.

Ya no podía evitar llorar.

Le dolía tanto...

Porque ese adiós era el último que dijieron.

One-Shots Jotakak/Noritaro 🍒Donde viven las historias. Descúbrelo ahora