𝓖𝓱𝓸𝓼𝓽 𝓦𝓱𝓲𝓼𝓹𝓮𝓻𝓮𝓻 ☄️𝓘𝓶𝓪𝓰𝓲𝓷𝓪 𝓬𝓸𝓷 𝓙𝓴☄️

☄️Culpa☄️

☄️Narradora☄️

El tiempo al parecer andaba en contra.

Dos semanas habían pasado ya, dejando solo contados días para que T/N regresará a Busan, ya que prometió a su amiga regresar con anterioridad.

Nunca pensó que el caso de la chica pálida y ojos gatunos, fuera tan complicado.

Siempre miró a Jae trabajar como investigador, era demasiado bueno, lograba muchas cosas, hasta resolvía rápido los casos que a este le otorgaban.

Pero parecía que esta vez, el destino no lo quería.

-T/N! - golpes en la puerta, la pelinegra dormía en la cama del cuarto de invitados de su amigo.

Este vio que su amiga se quedaría por un buen tiempo en la ciudad que decidió que vaya a su casa, para no seguir pagando Hotel y no si gastando de más solo en ello

-Jodete Tae, ahorita quiero dormir - no andaba de buen humor.

Había pasado la jodida semana y dos días de esta nueva, que ambos primos estaban a distancia de la pelinegra, ni siquiera JiU supo darle una explicación

-No me hables así enana! Sal a desayunar! - al parecer ninguno amaneció de buenas.

Pero que pasaba para que estén así?.

T/N cree que tiene una buena razón, pero los otros chicos no lo tenían o no lo querian decir.

Un silencio largo asomaba en el lugar, para luego ver a la pelinegra con una gorra, vestida completamente y lista para salir.

-A dónde vas T/N? - y dónde quedaba el apodo? Auch! Eso dolía.

-A desayunar, buen día Taehyung.. - Auch! Eso también sintió el contrario.

Mirando como su amiga de baja estatura salía de la casa y desaparecía de su vista.

Decidió desayunar sólo, casi toda la vida lo hizo, pero está vez la culpa llegaba. Sabía que si su amiga se comportó así, fue porque le pagó con la misma moneda, esa de la indiferencia y pocas palabras.

Tenía una razón, pero está implicaba su primo, claro que el también sentía lo mismo que este, ambos sufrían de ansiedad.

Así que decidió dirigirse a la casa del pelinegro, quien hoy día no estaría tan ocupado en el caso de JiU de la chica que fue su novia y ocupaba un espacio en su ser.

Yewon abrió la puerta y sin decir nada cuando esté llegó, lo hizo pasar, tenía siempre la libertad de ir y venir cuando quiera de esa casa.

Ser ricos, no era color de rosa, las apariencias, el estatus que te colocaban, las amistades, la soledad, era mucho peso, pero el desánimo era más grande que todo eso.

-Jungkook? - golpeó la puerta para dar algo de privacidad.

Ahora que lo pensaba, no había visto a su novia en todo ese tiempo, ella era el rayo de luz y felicidad en su oscura vida.

-Pasa Tae!.. - se escucho desde el otro lado de la puerta.

Sin esperar más, entró, pero sin gustarle la vista.

-Otra vez? - cuando Min Ji falleció su primo tuvo una crisis fatal por la ansiedad que volvía a repetirse.

Este aún se culpaba porque Min Ji haya muerto, también se culpaba por no encontrar a los desgraciados que le quitaron la vida, pero ahora más que nada, se culpaba el querer amar o sentir más allá de la palabra gusto por la pequeña pelinegra de vida acomplejada por su "don", que aún le costaba creer.