Índigo. _Elizabeth_

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Miro mi reflejo en el espejo y un bufido de aburrimiento se me escapa. Estaba casi lista para salir, pero ahí estaba mi estruendoso y llamativo cabello rizado. Siempre ha sido un problema, además considerando el hecho de que nunca lo he cortado, así que tenía un largo y enredado problema. 

Finalmente decido dejarlo suelto -los rizos son parte de mi encanto- me digo a mi misma acomodando mi cabello pelirrojo. tomo mi mochila y salgo de mi habitación encontrándome con el serio rostro de mi abuela. -¿volviste hija?- me pregunta, confundiendome otra vez con mi madre.

-No, abuela, ¿Por qué esas despierta tan temprano?- la reprendo. luego de hablar con paciencia con mi abuela salgo de casa con rapidez. Estoy tarde para la secundaria y la llamada de mi mejor amiga Lissa me lo  confirma. Respondo la llamada mientras estoy prácticamente corriendo.

-Dios, se que estoy tarde. por favor cúbreme con la maestra Jake- le ruego a lo que ella accedió.

-lo haré pero debes saber que...- mi concentración se desvió al ver cómo unos hombres tiraban a  una chica contra un bote de basura  y la escupen e insultan. <<Elizabeth, ese no es tu problema>> me decía a mi misma en mi mente, pero mi vista no se separaba de aquella situación y antes de que me de cuenta estaba delante de la chica -¿estas bien?- le pregunté y los hombres me fulminaron con la mirada.

Me doy la vuelta para encararlos pero me tope de frente con la mirada penetrante de uno de ellos. Nunca me había sentido tan intimidada por una simple mirada. Aquel desconocido era casi el doble de alto que yo, su piel perfecta y blanca sin ninguna marca en su rostro, el cual parecía tan definido y perfecto que era irreal, contrario al mío el cual estaba lleno de pecas y era algo redondeado debido a mis cachetes. Sus ojos azules como el océano eran tan penetrantes que sentía que me atravesaba con ellos.

Tire una pequeña maldición por lo bajo y sacudí mi cabeza para concentrarme, pero me sentía..... Pequeña, muy pequeña. -n-no deberían hacer estas cosas, e-ella es un ser humano.- <<carajo, ¿acabo de tartamudear? que idiota>>.

-¿Que mierda estás haciendo niña?- habló aquel hombre impotente, con su semblante frío,  observando desde arriba, lo que me hace sentir aún más insegura. -apártate, mejor vete a tu escuelita- añadió con una voz profunda, ronca y varonil.

<<buena idea, mejor vamonos>> pensaba pero fue en vano porque mi boca ya estaba moviéndose -ah, sí?. ¿que tal si mejor te vas tu?- me maldije por dentro por no controlar esa maldita boca. Pude ver como a aquel hombre imponente se le empezaba a formar una pequeña sonrisa en la comisura izquierda de sus labios y me tense. -quiero decir, es mejor que se vayan o llamaré a la policía- trate de sonar intimidante y firme y aquel hombre soltó una carcajada que me hizo estremecer.

-Que tierna eres- dijo con una sonrisa de lado. No se por que mierdas me sonroje y baje la mirada, voltee mi rostro y la chica ya no estaba <<joder, debo irme>> me decía a mi misma.

-Yo creo que.... Me confundi, hasta luego- digo y salgo corriendo. tenía un mal presentimiento y la mirada lujuriosa, divertida y curiosa de aquel hombre solo servía para aumentar aún más mi paranoia.



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⏰ Última actualización: Oct 31 ⏰

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