capítulo 1

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Mateo

Estaba dormido pero un llamado me despertó, siempre había pensado que los de muerte súbita tenían un tono igual a cualquier otro, así que me asuste, no quería morir.
Al ver que era mi amiga, mi única amiga, me relaje, pero un pensamiento inundó mi mente.

Siempre he vivido todos los días como si fueran normales, como si nunca fuera a morir, este susto me hizo ver que un día moriré, un día lamentaré no haber vivido,  la mayoría de las personas no hacemos otra cosa que existir, esa llamada  no pudo llegar en mejor momento, ahora quiero vivir siempre como si fuera el último minuto de mi vida.

Quería vivir mi vida, vivirla de verdad, pero, no sabía cómo...  siempre vivi como un barco atado.

Rufus

Nunca he pensado en mi muerte, pero hoy mientras golpeaba a peck, el novio de mi ex, y escuchar el llamado de muerte súbita  sabia que a mí también me podían llamar en cualquier momento, por cualquier cosa.

Quiero vivir...

Mateo

Como quiero vivir lo primero es saber cómo. Tal vez pueda instalar último amigo en mi celular o salir a la calle, conocer gente nueva.

La mejor opción es la segunda, no creo poder consolar a alguien que sabe que morirá, menos ayudarla a vivir al máximo.

Salgo de mi apartamento con una gorra vieja de Luigi, tal vez pueda ir por un café o al centro comercial, no, no quiero ser normal.

Dejó que mis pasos guíen mi destino y camino sin rumbo hasta que en una esquina viene una bicicleta a toda velocidad.

Rufus

Tengo que irme de aquí, no quiero ser yo quien acabe con la vida de peck.

Me voy de el callejón en el que me encontraba con los plutones, mis dos mejores amigos, iba con mi bicicleta a toda velocidad, no estaba pensando en que tal vez no acabaría con peck pero si con alguien más llendo a despedirse de su familia o algo asi.

Cuando estoy por dar vuela a un boulevard choco con alguien.

En ese momento no sabía si maté a alguien por una imprudencia, por suerte, ese tipo seguía vivo, me sorprende de cierta forma que siga vivo, con solo mirarlo se que es una persona calmada que no mataría a una mosca.

Lo ayudo a que se levante, me mira y pide perdón.

R-no tienes porque disculparte, yo fui quien te arrolló, por suerte no era un auto- solté una risa nerviosa.

M-no te preocupes jaja- dijo mientras notaba el dolor en su espalda.

R-dejame llevarte a una clínica.

M-no, estoy bien, gracias.

R-vamos, no soy un matón- le digo mientras lo ayudo a caminar.

M-bueno, gracias... ¿Tu nombre es?

R-Rufus, mucho gusto.

M-Mateo- dice con una linda sonrisa.

Lo llevo a una clínica que conocía por ahí cerca para que puedan ayudarlo.

Hasta aquí el capítulo 1 :)

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⏰ Última actualización: Oct 31 ⏰

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