Paseando por la tierra del terror

Guerra Mundial Z (Parte 9)

Guerra Mundial Z (Parte 9)

Cuando el primer muerto saltó en caída libre, Logan se puso el rifle al hombro y apuntó antes de dispararle a la cabeza antes de que alcanzara el autobús que estaba debajo. El disparo hizo que la multitud se callara lo suficiente como para que pudieran notar a los muertos en el muro. A continuación se produjo una cacofonía de gritos y alaridos mientras la gente corría para alejarse de los seis, diez, veinticinco cuerpos que caían del muro. Los soldados se colocaron en línea de fuego mientras los muertos comenzaban a estrellarse en masa contra los autobuses de refugiados, mordiendo a los que todavía estaban dentro y haciendo que la horda creciera. En ese momento, Logan y Akane estaban principalmente observando, ya que necesitaban comenzar a correr.

—¡Gerry, tenemos que irnos ahora! —dijo Logan, poniendo una mano sobre el hombro del hombre. Warmbrunn reaccionó y le dio un codazo a Gerry, mientras todos seguían su carrera. Le hizo una señal a una soldado que se acercó a nosotros con su escuadrón. Warmbrunn no disminuyó la velocidad cuando el equipo se reunió y continuó alejándose a toda velocidad de la mega horda que crecía lentamente. El jefe del Mossad le habló a la líder del escuadrón en hebreo antes de separarse de ellos y dirigirse a un transporte blindado.

"¡Ella te sacará de aquí, te llevará a tu avión!" gritó antes de hablar en hebreo por última vez y luego meterse en su auto. Mientras la multitud se movía, Gerry miró hacia atrás y detuvo su mirada, lo que hizo que Logan y Akane miraran hacia atrás para ver al hombre ciego que estaba siendo evitado. Logan miró hacia el frente antes de empujar a su carga hacia adelante. Llegaron a una calle de la ciudad que estaba repleta de gente que corría tanto con como en contra del grupo que huía.

"¡Por el camino equivocado! ¡Por el camino equivocado!", gritó Gerry, pero su inglés fue ignorado y probablemente nadie lo entendió. La soldado estaba hablando por su chaleco mientras corrían y la pareja entendió que estaba haciendo señales al helicóptero. Avanzaron por otra calle, esta enjaulada afortunadamente, ya que los muertos pronto comenzaron a arrojarse desde los tejados por encima del grupo. Cada cuerpo que se estrellaba contra la defensa hacía que la estructura temblara y crujiera violentamente, y la gente en pánico dentro podía decir que no resistiría mucho. A medida que el grupo avanzaba, los cuerpos que se estrellaban contra la jaula desde arriba se acercaban con las extremidades temblorosas en busca de un premio viviente.

Gerry vio a unas cuantas personas desafortunadas siendo agarradas y llevadas a la parte superior de la jaula para ser mordidas. Una de esas personas fue soltada frente a ellos, ya comenzando a levantarse para infectar a los que estaban dentro de la jaula. Los pies de Akane se movieron un poco más rápido mientras saltaba hacia adelante y dio una patada giratoria en movimiento, enviando a los muertos a chocar contra la pared de la jaula. Logan le metió una bala en la cabeza inmóvil para acabar con él, de modo que el grupo tuviera más tiempo antes de que los muertos los invadieran. La pareja miró hacia atrás y vio que ya había muchos recién infectados, infectando a más y agrupándose para correr tras ellos.

Finalmente, llegaron a una sección rota que uno de los soldados del Mossad no se agachó. Lo agarraron rápidamente y lo levantaron hacia el cadáver. Gerry intentó tirarlo hacia abajo, pero Logan lo apartó antes de empujar al hombre completamente hacia arriba y fuera de la jaula para que lo rodearan. Luego se movió hacia atrás para enviar algunos trozos de plomo a los muertos, matando a ambos y tapando el agujero con sus cuerpos. "¿Por qué?", ​​gritó Gerry mientras el equipo del Mossad lo empujaba.

"Fue mordido por seis de ellos, mejor una distracción que un obstáculo para nosotros", dijo Logan mientras avanzaba con el equipo. No pasaron momentos cuando se produjo una explosión que rompió la jaula y envió a los muertos a la calle segura. Esto estuvo bien para ellos, ya que habían atravesado una calle más abierta que estaba vacía de muertos por ahora.