𝗢𝗡𝗘 𝗦𝗛𝗢𝗧 𝗠𝗔𝗧𝗧 𝗦𝗧𝗨𝗥𝗡𝗜𝗢𝗟𝗢

FOLLANDO EN EL BOSQUE

—Odio esto.

Matt tomó tu mano, no habías dejado de quejarte desde que saliste de la cabaña. Caminaste unos cuantos kilómetros hacia el bosque. Según Matt, es una idea maravillosa para conectar un poco con la naturaleza, algo con lo que no estabas del todo de acuerdo.

—Ya me lo mencionaste, ¿al menos puedes intentar disfrutar del hermoso paisaje? —Dijo Matt con una pequeña sonrisa en su rostro, tratando de que dejes a un lado tu mal humor y disfrutes este momento con él.

—Matt, no puedo disfrutar una mierda, ¿vale? Está lleno de insectos, me pica todo el cuerpo, hay tanta humedad que me molesta —Tus palabras salieron con desesperación, casi como un gemido como si fueras una niña pequeña haciendo un berrinche. No había nada que te desagradara más que la idea de dar un paseo al aire libre en medio de un bosque.

—Admito que los bosques se ven increíbles en Google o en una estúpida publicación de Instagram, pero en persona es un completo desastre. Hay una gran variedad de insectos, no hay rastro del sol la humedad es insoportable, hay olores que nunca había detectado en mi vida y me duelen muchísimo los pies, y...

Matt dejó de caminar en medio del camino de tierra que habían estado siguiendo durante las últimas horas. Matt te toma de la mano y te obliga a dar unos pasos hacia él, pegándote a su torso.

La mirada de Matt baja para mirarte pasa sus brazos por debajo de tus axilas para poder elevar tu cuerpo, haciendo que tus pies dejen de hacer contacto con el suelo.

—Escuchar. —Las pupilas de Matt estaban fijas en las tuyas, podías sentir la intensidad de sus ojos penetrándote— Te amo, más de lo que jamás pensé que podría amar a alguien, pero me has estado jodiendo todo el maldito camino.

El tono que Matt estaba usando era el que usaba cuando estaba molesto, el tono que solo usaba cuando estaba realmente molesto por algo.

—Detén esa rabieta tonta por al menos cinco minutos, te prometo que todo estará mejor en unos minutos más, pero deja de quejarte, ¿vale? —Frunces ligeramente el ceño, sin darte cuenta de que tus labios están ligeramente curvados haciendo un pequeño puchero. Matt te deja nuevamente en el suelo y yo doy unos pasos más, regresando por el camino.

—Subir. —Cuando sales de tus pensamientos, notas que Matt se ha inclinado dándote la espalda, sonríes y avanzas, subiéndose a la espalda de tu novio.

Tus piernas rodean su cintura y tus brazos se encuentran alrededor del cuello de Matt.

—Lo lamento. —Hablas una vez que Matt se levanta y comienza a avanzar contigo sobre su espalda— Pero tienes que admitir que sabes muy bien cuánto odio la naturaleza.

—Sabes que no me gusta visitar a tu hermana y, sin embargo, lo hacemos—. Hubo un largo silencio entre ambos durante unos segundos. Pero luego estuviste de acuerdo con él.

—Lo lamento. —Te disculpas con tu novio y le dejas un pequeño beso en el cuello, Matt en respuesta te da unas suaves palmaditas en tu pierna, para girar levemente su cabeza buscando tus labios.

Sonríes e inclinas la cabeza para encontrar tus labios con los de tu novio.

—No me gusta cuando haces esos berrinches como una maldita niña.

—No me gusta estar aquí.

Luego de tu queja, Matt solo suspira, cansado de tu actitud, y se desvía del camino, adentrándose en una zona más oscura del bosque.

—¿Qué diablos estás haciendo? Te has desviado del camino.

No entendiste por qué, después de haberle mencionado innumerables veces lo mucho que odias estar en este bosque, Matt decide adentrarse aún más en el bosque.