- Un día tranquilo, y una noche movida -

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POV KIYOTAKA:

Tengo 25 años, y por sorprendente que suene, sigo disfrutando de mi libertad.

-

El día que terminé la preparatoria, ya estaba preparado para regresar.
Estaba convencido de que mi padre me llevaría de vuelta a la instalación.

Me había mentalizado para ese momento, casi resignado a volver a esa jaula, pero... nada de eso ocurrió.
Nadie se presentó ese día.

No hubo rastro de mi padre, ni una sola palabra, ni una explicación.

-

La situación era inusualmente desconcertante.
Así que, sin otra opción, decidí averiguar qué había sucedido.

Llamé al presidente Sakayanagi, quien me dio una noticia que no esperaba.
Mi padre había desaparecido.

Nadie sabía dónde estaba, su ubicación era desconocida.
Un hecho particularmente extraño para alguien como él.

¿Por qué se ocultaría, si es que realmente lo había hecho? ¿Qué había sucedido?

-

Intenté obtener más información, pero el presidente Sakayanagi no dijo nada más, aunque se ofreció a ser mi tutor si lo necesitaba.

Rechacé la oferta por supuesto. Si mi padre estaba realmente desaparecido, significaba que podía disfrutar más de mi libertad.
Al menos hasta que decidiera aparecer nuevamente.

-

Así continué con mi vida, ingresé a la universidad y conseguí un trabajo de medio tiempo.
La rutina era una tranquilidad inesperada.

Incluso he llegado a pensar que mi padre podría estar muerto, y no me importa mucho, la verdad.
No tenemos una relación cercana, y si la tuviéramos, a lo mucho solo podría decir:

- Es una lástima.

-

[ Tin ]

- ¿Eh...?

Un mensaje de... ¿Ike? ¿Qué querrá?

| ¡Oy! Ayanokoji, estoy reuniendo a los chicos para una fiesta de reencuentro, ¿te sumas? |

-

¿Reencuentro? Supongo que no estaría mal.
Volver a hablar con los chicos, tal vez aclarar algunas cosas que quedaron pendientes.
Mi decisión de dejar la clase afectó a varios, especialmente a Horikita y Sudou. Pero, con el tiempo, algunos llegaron a entender mis razones, al menos en parte.

-

[ Tap -tap - Tap ]

Escribí una respuesta rápida y guardé el teléfono.

-

Al llegar al lugar acordado, encontré que, de todos los antiguos compañeros, solo estaban Sudou y yo.
Ike nos esperaba con una sonrisa algo lo inquieta.

- ¿Somos los únicos?

Pregunté, mientras Sudou también observaba a Ike con esperanzas.

-

- ¡Tranquilos, chicos!

Ike se frotó las manos y comenzó a hablar casi en susurros.

- Esta va a ser una noche que nunca olvidaremos.

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⏰ Última actualización: Nov 01 ⏰

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