Anabela
Veo que se sigue acercando, cierro mis ojos, siento sus labios en los míos.
Mis labios se mueven respondiéndole a su beso. Me besa muy tiernamente; siento como sus manos hacen que me pegue más a él.
Pongo mis manos en su cuello y nos seguimos besando. Me comienza a recostar en el sillón sin dejar de besarnos.
No sé si sean las hormonas del embarazo, pero comienzo a sentir como mi cuerpo se comienza a calentar.
Siento las manos de Vladímir acariciando una de mis piernas.
Deja de besarme los labios y va besando mis mejillas hasta llegar a mi cuello.
Siento cómo me besa; eso me gusta mucho; después regresa a mis labios y me vuelve a besar.
Escucho como su respiración se torna agitada igual que la mía. Me separo de él y veo como me mira algo confundido.
Se quita de encima de mí y se sienta a un lado; noto que está algo incómodo.
—Perdón, me dejé llevar —se disculpa.
—Está bien, solo que me quedaba sin aire —le digo.
Me levanto y pongo mi mano en su hombro y me acerco a él.
—Pero gracias por eso, no quiero hacer algo que no te guste; yo te respeto, no pasaré ningún límite —menciona.
—Eres muy diferente —le digo.
—Mi padre siempre fue un hombre que respetó a las mujeres y, además, las mujeres son la creación más hermosa, las cuales se deben respetar y valorar —expreso con dulzura.
—Siempre los hombres piensan que las mujeres somos débiles y lo único que hacen es lastimarnos —dije al recordar lo que me han hecho.
—Lo sé, por eso soy diferente, porque las mujeres no son un juguete. Siempre valórate a ti misma; no dejes que nadie vuelva a jugar o a lastimarte —declaró.
—Es raro escuchar esas palabras de un hombre de la mafia —agregó con delicadeza.
—Lo sé, por eso soy frío, distante y solitario con los demás mafiosos; no quiero que nadie vea cómo soy realmente bueno; solo tú, Francisco y mi familia lo saben —me cuenta.
—Me gusta mucho que seas así. A mi experiencia conocí a un hombre horrible.
—Sé por lo que pasaste; para mí todos los hombres debemos de sentirnos orgullosos por la mujer que nos ame y esté a nuestro lado —sigue diciendo con seguridad.
—Gracias por decirme todo eso, Vladímir —le agradezco.
Me acerco a él y lo abrazo; pongo mi cabeza en su pecho.
Después de un momento de estar así nos levantamos del sillón y nos acercamos a la cama.
Me quitó los zapatos y me metí entre la cobija. Vladímir me tapa con ella y se acuesta encima de ella.
Me acerca a él; pasa uno de sus brazos por mi cabeza y me abraza.
Yo pongo mi cabeza en su brazo y lo miro atentamente.
—Descansa, mi Reina —me dice.
Solo me sonrojo, cierro mis ojos y el sueño comienza a invadirme.
Vladímir
Veo a mi linda Any dormir; comienzo a recordar el beso que le di y el momento que tuve con ella.
Aunque me hubiera gustado llegar más lejos, debo de respetarla.
ESTÁS LEYENDO
Eres mi venganza y mi perdición
RomanceAVISO LA NOVELA TIENE CAPÍTULOS FUERTES PERSONAS SENSIBLES ABSTÉNGANSE DE LEERLA. PERO SI OPTAN POR LEERLA LES RECOMIENDO DISCRECIÓN Y SE AHORREN SUS MALOS COMENTARIOS. GRACIAS.... Mi nombres es Anabela Accardi soy la hija de un mafioso, pero mi pad...