Hijo, ¿eres gay?

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-¡Oye, Buster, ponme aquí la del Guasón!- grita el chino a la nada y de pronto se proyecta en el gran pedazo de tela blanco la película, al chile no la quería ver, yo vine por la de Venom, pero la neta sí me dió penita decirle que la cambie.
-Está bien gacha, pero por eso pagaste- el tipo se sentó y me señaló con la mano que me sentara a lado de él, le hice caso, después de todo no quería hablar con mi fastidiosa hermana, mucho menos con mi padre que nunca me entiende y cree que sabe qué es lo mejor para mí.

Pasó el tiempo y la verdad yo creo que la peli fue una obra incomprendida, me encantó la compañía, Fang siempre hacía comentarios acertados, su voz que parecía de comercial de pasta de dientes gringa fue melodiosa, no recuerdo la última vez que me sentí tan en paz con alguien desde que... bueno, no dejaba de verlo de reojo, para ser sincero me encantaría volver a convivir con él, y tal vez sí, aunque es muy necio, pasé parte de la película dándole argumentos convincentes de que no era tan mala, pero no me pensaba desgastar debatiendo con el pendejo del cine que acabo de recordar que se supone que estaba trabajando, eso me duele causa, pensé que alguien quería pasar tiempo conmigo, fue poco, pero disfrutable.

Terminó la película y ambos salimos de la sala
-Gracias por cubrirme, te debo una-
-Ntp, luego a ver qué ocupo-
estaba conversando con aparentemente su compañero de trabajo, yo sólo evité las miradas mientras jugaba con mis mordisqueados dedos. Llegamos a la entrada y me despedí con la mano
-¡Ey, Edgy!- mi mirada se alzó y volteé tan rápido que el aire dejó que el cabello me destape el ojo, me le quedé viendo a la parte baja de su cara mientras me daba su número de teléfono
-No te olvides que me debes un chesco- mi mirada volvió a bajar un poco desconcertado, pero realmente no importaba, porque de una manera u otra conseguí su contacto, por primera vez después de 7 años alguien me inspiró confianza
-Oh, sí, como digas- ¡Me mandas mensaje un día de estos para que me pagues!- mmmh

Me largué de ahí a paso veloz viendo el papel, qué emoción, ¡había socializado un poco!
-¡Oye, mañoso te voy a denun...!, ¿Edgar?- diablos, choqué con Colette, no quería verla, me daba algo de pena que mi hermana menor fuese mucho más útil que yo -Papá me mandó- ¿Pelearon de nuevo?- asentí, ella me acarició el cabello mientras se percata de el papelito -¿Ese es un número de teléfono?, ¿de una chica?, ¿de un chico?, ¿un viejo marrano?, ¡vamos, dime con quién socializaste!- saqué una pequeña sonrisa mientras me encogía de hombros -¡awww, qué tierno!, ¡por fin encontraste a alguien que te saque de la depresión, ya no me importa quién sea!, ¡vamos, cuéntame más!-

El día de hoy me dieron ganas de compartir lo que había vivido, realmente fue emocionante, Colette y yo partimos a casa contándonos nuestro día, ella al parecer también tomó un pequeño paseo antes de regresar a casa, llegamos con buen humor, eso extrañó a mi padre que tuvo día libre y se quedó aseando la casa, la comida estaba lista.
-Oh, regresaron, ¿ya se siente mejor el señorito?- asentí feliz, mi hermana corrió a abrazar a mi padre -Hola papi, ¿qué hay de comer?- siéntate ahorita te sirvo, supongo que tú no tienes hambre...- ¡Sí!- lo interrumpí poniendo la mesa, eso extrañó todavía más a mi papá
-Edgar, ¿volviste a tomar las pastillas?- Oh, cierto ahorita me la tomo- hacia tiempo que dejé de medicarme por decisión propia, hundiéndome en mi depresión, pero ahora que tengo un amigo que se acercó a mí no por lástima ni para molestarme, creo que tengo un poco más de fé.

Busqué la pastilla, dejando a mis familiares solos, Byron se sentó rápido a interrogar a Colette -¿Qué mosco le picó?- ¡El mosco del amor!- ¿Qué?- Verás, el día de hoy conoció a un chico en el cine, pobrecito no le sabe, pero por lo que me cuenta yo creo que le gustó- papá puso una ligera sonrisa que trató de esconder, no le gustaba que viéramos sus emociones, cree que debe parecer fuerte para que nosotros no tengamos por qué preocuparnos, de por sí estoy yo mal.

Regresé y me senté, esa noche cenamos juntos, hacía unos cuantos días que no comía comida real, puros dulces y chucherías, probablemente por eso estoy así.
-Así que eres gay- me atraganté con la comida y terminé escupiendo un pedazo de pan -¿qué?, ¡No!-
-Sólo quiero que sepas que si eres gay no hay ningún problema...- qué?- ... Puedes traer a tu novio cuando quieras, no te voy a decir nada, yo te apoyo- pero yo no...- eso sí, vas a tener que trabajar si quieres comprarle cosas o invitarlo a cenar - ash... Papá que no soy...- Así es que mañana mismo te vas con el gerente de dónde trabaja tu hermana y vas a pedir chamba- ¡Yaaay, voy a trabajar con mi hermano!- sólo golpeé mi cabeza con la mesa mientras estaba tan chiveado que no la levanté en el resto de la cena.

Terminó ese incómodo momento, me fui a mi cuarto y registré el número, le escribí algo simple “hola soy Edgar”, me acosté sin esperanzas, ya era tarde como las 11, me quedé unas 3 horas viendo el techo y pensando, hasta que casi logro conciliar el sueño, pero fui interrumpido por la vibración de mi celular, era Fang, me respondió con un “qué onda con esa foto de perfil? tú eres como rarito” ¿Qué le pasa?, es una imagen de mi cantante favorito Draco, namás lo dejé en visto porque me estaba muriendo de sueño (por fin), entonces ahí quedó, hasta que a las 3 de la mañana se le ocurrió mandarme un “buenas noches y dulces sueños 👻”
Pendejo.

Terminó ese incómodo momento, me fui a mi cuarto y registré el número, le escribí algo simple “hola soy Edgar”, me acosté sin esperanzas, ya era tarde como las 11, me quedé unas 3 horas viendo el techo y pensando, hasta que casi logro conciliar el...

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Mi Citalopram (fadgar)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora