CAPITULO LXVII

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Una amenaza más peligrosa que otra

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Una amenaza más peligrosa que otra

Narrador omnisciente

El ambiente es aterrador, el valle se infestó de monstruos que parecen haber salido del infierno. Todo es masacre. El firmamento es sumamente lúgubre a pesar de que es de día. No hay sol sino grandes nubarrones que hacen ver todo más tétrico.

Horas han pasado desde que llegaron y muchos de los guerreros están agotados. Varios han muerto al igual que innumerables criaturas. Aún quedan bastantes por derrotar.

Se escuchan gritos, rugidos y armas aniquilando a aquellos seres. El campamento se destruyó, no queda ni una sola tienda que sirva.

Los ogros con sus garras y dientes afilados como muchos otros han acabado con varios soldados. Los trolls con sus caras espantosas y cuerpos deformes han sido asesinados por los caballeros que luchan con valor. Sus armaduras brillantes se han manchado de todo tipo de sangre.

Las sombras se deslizan entre la multitud buscando víctimas, pero los rayos de luz que les lanzan los brujos las exterminan inmediatamente.

Todos con la contienda y gritos estridentes hacen temblar el suelo.

Por otra parte, en el cielo los monstruos voladores descienden hacia ellos para atraparlos y despedazarlos en el aire. Ya han hecho eso con varios hombres. Muchos han descubierto que para dejarlos indefensos tendrían que cortarles las alas para poder aniquilarlos con facilidad. Así como lo ha estado haciendo Tarren.

Aunque él esté luchando con mucha valentía también lo hace con miedo. El temor de que algo le suceda a su esposa le tiene oprimido el pecho. Él no quería que ella estuviese allí arriesgando su vida de esta forma. Suficiente tuvo con que ella muriese una vez y no soportaría si vuelve a pasar.

Siempre fue un guerrero temerario y arriesgado, y aunque siempre fue insensible a la guerra ahora en este momento tiene esa fuerte debilidad que doblega su ser.

Desde que supo que ella estaba en la fortaleza había estado naufragando en un mar de angustia. Muchas emociones se despertaron debido a eso, pero siempre contempló su máscara de hielo.

Una cosa no menos desoladora es que el corazón se le subió a la garganta cuando en la primera pelea ella quedó inconsciente. Creyó que uno de esos monstruos la había desvivido, pero, aunque se dio cuenta que fue solo un desmayo su ansiedad no cesó.

Y allí se encontraba de nuevo, con esa misma alarma de siempre. Pero a pesar de todo no puede negar que ella ha sido muy valiente durante este tiempo. Verla ahí peleando hace que en una parte en el fondo de su corazón se llene de orgullo. No es una mujer experta en la lucha, pero se siente un poco aliviado saber que ella podrá defenderse aún si él está a su lado para evitar que algo malo le pase.

Así como ellos, Priscila, una muchacha que esconde un secreto sombrío siente el temor de que la espada de los soldados llegue a ella para asesinarla antes de tiempo, antes de llevar a cabo el plan que tiene en mente. Debe resistir hasta que sea el momento preciso para hacerlo.

UN TOQUE DE FELICIDADDonde viven las historias. Descúbrelo ahora