31.- Sábanas

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The Legend of Zelda y todos sus personajes son propiedad de Miyamoto Shigeru, Tezuka Takashi y Nintendo.
Palabras: 370.

31.- Sábanas

La cama era un constante revoltijo de sábanas. Tras tantos besos y caricias contenidas a la espera de vencer al Cataclismo, cien años de separación y superado el shock por todas las cicatrices de Link, habían logrado avanzar.

Los dedos de Zelda resiguieron el mapa de cicatrices sobre el pecho de Link, aún la hacían estremecerse, pero había aprendido a amarlas. Él atrapó su mano, se la llevó a los labios y la besó. Ella le sonrió.

Había pasado por muchas situaciones, la habían llenado de palabras amables, le habían regalado promesas vacías y gestos disfrazados de afecto. Había tenido una familia amorosa, al menos hasta la muerte de su madre, también amigos. Sin embargo, nunca se había sentido tan amada como lo hacía ahora que se permitía tener sentimientos por Link.

Existía un componente físico innegable. Siempre estuvo ahí, aunque ella se hubiera negado a aceptarlo. La primera vez que le vio le pareció guapo y atractivo, pero Link era un soldado y ella la princesa de un reino, por más que los títulos no le importasen sabía que no podría haber nada allí. Y la cosa escaló antes de que ella misma la congelase a causa de su propia frustración. No obstante, no había nada que hacer, la situación volvió a calentarse entre ellos.

Después estaba el componente más importante, el emocional. Link era el único que le había prometido que estaría a su lado y que había cumplido su palabra. Siempre que le había necesitado, aunque ella no le quisiera a su lado, allí estaba. También estaba la confianza y la fe que tenía en él. Le amaba incondicionalmente.

Ahora que eran libres, ahora que estaban juntos, a Zelda se le hacía impensable haber pasado tanto tiempo negándose a quererle.

Se daba cuenta de que ya no sería capaz de vivir sin sus besos, sin sentir el calor de su piel, sin poder recorrer su cuerpo desnudo y dejarle hacer lo propio, sin oír sus jadeos o sentirle estremecerse tras alcanzar el clímax.

—Te quiero mucho, Link.

—Y yo te quiero a ti.

Zelda ya no quería una vida ordenada, ahora quería vivir en una casa en la que las sábanas siempre estuvieran revueltas por amarse demasiado.

Fin

Notas de la autora:
¡Hola! Y con esto le damos cierre al Fictober de este año. Espero que lo hayáis disfrutado.
Muchas gracias a todos los que me habéis leído, especialmente a EmmaKnightley5 y James Birdsong por tomaros el tiempo de dejarme vuestros comentarios.


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⏰ Última actualización: Oct 31 ⏰

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Lluvia y ruinas. Fictober 2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora