Habían hecho todo un plan para darle cacería a Evan, el padre de Victoria, Adam había ayudado con información, fueron muchas las cosas que descubrieron de él, cosas turbias que lo hacían merecedor de un buen escarmiento.
EVAN
Había parqueado el auto a unos de un motel, que estaba lejos de la ciudad, se encontraba ansioso por llevar a una de las habitaciones a la joven que tenía a lado, y que nerviosa movía inquieta las manos.
—Es aquí —Dijo apagando el auto— iré a pagar por la habitación y vendré por ti, no vayas a irte.
—Señor no creo que pueda hacerlo —Comentó la joven sintiéndose insegura—.
—Claro que podrás —Afirmó— además, ya estamos aquí, no te puedes echar para atrás, sobre todo si quieres conservar la beca.
—Mis notas son altas, esto no es más que una artimaña suya —Lo encaró— usted me ha dado esas calificaciones, solo para traerme aquí.
—Y sí así fuera ¿Qué? Yo soy un respetado profesor y tú una simple pobretona con suerte, que se ganó una beca ¿A quién crees que van a creerle?
—No fue suerte, estudié mucho por obtenerla.
—Pues la vida está llena de sacrificios para la gente como tú, este será uno de los tantos, así que acostúmbrate.
—Es un cerdo —Respondió furiosa—.
—Pues este cerdo, te va dar la mejor cogida de tu vida —Sonrió intentando tocarla—.
—Púdrase —Lo empujó— prefiero perder la beca, que estar con alguien tan repugnante como usted —Finalizó intentando salir del auto—.
—Parece que no entendiste —La volvió a jalar hacia adentro— tu y yo tendremos sexo y luego subiré tu nota, así es como pasarán las cosas.
—Ya le dije que no —Lo abofeteó intentando escapar, pero él no se lo permitió—.
La ira se apoderó de Evan que frustrado arrastró a la joven al asiento de atrás e intentó romperle la ropa para forzarla, llevando a la chica a gritar.
—No importa lo mucho que grites —Sonrió lamiendo las lágrimas que empezaban a aparecer en el rostro de la joven— este lugar es alejado, aquí nadie va a ayudarte.
Tomó con sus manos la blusa de la joven y la rompió, deseando tener acceso a sus pechos, pero el ruido del vidrio de lado del conductor rompiéndose en pedazos, lo frenó.
—Suéltala —Ordenó una voz—.
—¿Pero qué mierda? —Cuestionó Evan al ver su auto rodeado de personas que portaban máscara blancas—.
La orden no se volvió a repetir y pronto uno de los enmascarados abrió la puerta del auto y lo sacó, arrojándolo al suelo para que los demás lo apresaran.
—¿Estás bien? —Se dirigió a la joven—.
—Sí, estoy bien —Contestó intentando cubrirse—.
—Llévatela —Pidió a uno de los del grupo—.
—Por favor no me hagan daño —Suplicó la joven asustada—.
—No está en nuestros planes hacerte daño —Se apresuró a contestar la persona que la llevaría—.
No vio su rostro, pero su voz le hizo saber que era una mujer, mujer que no tardó en ayudarla a bajar del auto y que le ofreció su chaqueta, para que se cubriera.
—Ven conmigo, te llevaré a tu casa.
—¿Lo mataran? —inquirió la joven—.
—No, solo le daremos un escarmiento.
—Gracias por ayudarme —Dijo siguiendo a la mujer y subiéndose al auto—.
Para Evan el castigo apenas empezaba, hoy se las cobrarían todas. Lo obligaron a desnudarse y lo amarraron con una soga al cuello, para luego atarlo a la trompa del carro y obligarlo a caminar así, hasta el pueblo.
Aprovecharon la hora que era y que no había gente, para atarlo a un poste desnudo, y con toda la evidencia que habían conseguido, y que lo hundían hasta el cuello, pues ahí había pruebas de como había aprovechado su cargo de rector de la universidad, para abusar de estudiantes becadas.
Fue uno de los chicos el encargado de llamar a la policía que no tardó en llegar y arrestarlo, entre la incredulidad de los pobladores que sorprendidos veían como apresaban a uno de los hombres más respetados del lugar.
Noah
Había decidido regresar al hospital, Victoria seguía sedada, entró a la habitación y pudo observar los múltiples golpes que tenía, incluso los de su rostro, que había intentado cubrir con maquillaje, su padre era un maldito bastardo.
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ALEXIAN "Lo Bizarro Del Amor"
عاطفيةEra todo aquello con lo que nunca soñé, era oscuridad, era maldad, era esa mezcla exquisita de locura y placer que pocas veces podías conocer, capaz de poner mi mundo de cabeza y de llevarme ha desear lo prohibido, con él podía pasar esos límites qu...