Freen Sarocha una joven soñadora que aspira a convertirse en una exitosa diseñadora de modas. Desde pequeña, ha estado enamorada de Paxton su amigo de la infancia, aunque él nunca ha notado sus sentimientos. Cuando finalmente decide declararse, desc...
Mis ojos se abrieron lentamente; la cabeza me dolía como los mil demonios. Me froté los ojos con ambas manos, tratando de recordar qué hice anoche. Estaba en una cama, en ropa interior, en una habitación oscura.
Esta no es mi habitación.
Había una botella de champán vacía en la mesa y varias más tiradas por el suelo. Mi ropa estaba esparcida por todos lados, y luego vi algo en el suelo que me llamó la atención.
¿Eso es una tanga...?
Giré la cabeza hacia el otro lado y vi a una mujer desnuda, acostada de espaldas, con su cabello rojo cayendo sobre su espalda desnuda. Al verla, me vino a la mente un vago recuerdo de la intensa noche que habíamos pasado juntas. Estaba a punto de despertarla cuando el sonido de mi teléfono me sobresaltó. Lo tomé de la mesita y vi el mensaje en la pantalla.
Lunes: 10:40 am.
¿Lunes? Me quedé mirándolo un segundo antes de caer en cuenta.
¡Hoy es lunes!
Era un mensaje de mi mejor amigo y compañero de trabajo, Paxton.
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Mierda. Lo olvidé por completo
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Me levanté de la cama rápidamente, pero gemí al sentir un fuerte dolor de cabeza.
—Maldita sea, necesito un café bien cargado —murmuré.
Recogí mis pantalones y me los puse, seguido de mis zapatos. Tomé mi camisa, que estaba colgada en la ventana, y me la puse rápidamente.
Las llaves de mi auto... ¿dónde están?
Comencé a buscarlas por toda la habitación hasta que las encontré en el suelo. Recogí el teléfono y la cartera y salí de la habitación.
Salí del hotel a toda prisa, pero la luz del sol me golpeó en los ojos, haciendo que me dolieran.
