El pueblo de los susurros

Capítulo 9 "Roger"

Años antes...

Una pequeña Mireia se encontraba comiendo leche con cereal en la mesada de su cocina, disfrutando de su textura simple y su sabor igual debido a no tener azúcar.

¡Hija! ¡Tengo alguien a quien presentarte! - De repente hablo Jake.

La pequeña miro a su padre, sin alguna emoción particular.

Te presento a Dany, ella va a cuídate desde ahora. - Señaló a la mujer que venía en su costado.

Mireia bajo su mirada al bowl de cereal, le causaba timidez conocer nuevas personas.

Hola, pequeña, no tienes que asustarte, soy Dany Flores y estoy encantada de conocerte. - Saludó la mujer.

Mireia no respondió, hace poco había conseguido hablar y solo lo hacía cuando se sentía calmada.

Mireia es callada, pero ya veras que tomará confianza rápido. - Explicó Jake. - Bueno, ustedes conozcanse, yo voy salir. - Dijo, dando un pequeño aplauso.

Dany observó a Mireia, quien había dejado de comer su cereal.

Oh, no tienes que dejar de comer, haz de cuenta que no estoy aquí, yo iré a limpiar. - Le dijo.

Mireia continuo sin decir ni una palabra, pero volviendo a comer de su bowl.

Dany sonrió y se dedico a limpiar en silencio.

Mireia estaba tranquila, sumergida en los sonidos que hacía la cuchara al sumergirse en la leche y tomando el cereal. Entonces Dany abrió las puertas y una ventisca suave choco contra ella.

Mireia dirigió su mirada a la ventana, no le gustaba el viento fuerte, pero si la ligera ventisca.

¿Quieres ir al jardín? - Le preguntó Dany.

Mireia de nuevo miro hacia el bowl, pensando en que contestar.

Sí... - Susurró casi inaudlblemente.

...

Se había hecho tarde y los mellizos phantom se estaban despidiendo de los Roses, quienes estaban por entrar en su casa, era la primera vez que Jacobo la veía, era pequeña, despintada y con un patio que parecía ser el mismísimo chernobyl.

Adios chicos, llámenos cualquier cosa y si un zombie come a Valentine, díganme, no me lo quiero perder. - Dijo Mireia. - Jaja, mejor callate rubia. - Contestó el nombrado.

Jacobo no podía permitirse ser tan bromista ante la situación, estaba asustado, su corazón latía muy fuerte dentro de él, no paraba de hacerse preguntas "¿Y si esa cosa viene por las noche a matarme?" Pensó.

Los mellizos subieron nuevamente al auto conducido por su padre, uno en cada punta, Mireia de nuevo parecía querer estar lo más alejada de su hermano.

Chicos, lo que vieron... No importa, no piensen en eso. - Les dijo Jake.

Jacobo no respondió nada, no le gustaba tener que hablar con él hombre que lo había abandonado.

¿Cómo estuvo tu día, Mireia? - Preguntó Jake. - ¿Tú qué crees? - Contestó con una sarcástica pregunta. - Mala pregunta, pero en serio, no fue nada, solo deben avisarme si escuchan que algo así otra vez pasa. - Respondió Jake. - ¿Qué es exactamente lo que está pasando? - Preguntó su hija. - Eres muy pequeña para entender, Mi. - Le contestó su padre.

Mireia sonó in chillido más agudo que una ardilla.

¡Siempre dices eso! ¡Nunca me cuentas nada de lo que haces! - Le recriminó. - No quiero tener esta conversación otra vez, así que guarda silencio. - Le dijo su padre. - Tsh, viejo tonto. - Susurró y se hecho en el vehículo, poniendo sus pies contra el asiento de adelante.

Todo el camino casa fue incómodo, Jacobo intento preguntar un par de "¿Te sientes bien?" A su hermana, pero ella reaccionaba mal, como siempre.

Pareces disco rayado, siempre tratandome mal sin explicación. - Le dijo.

Su hermana simplemente lo ignoro hasta llegar a casa, donde ambos se dispusieron a bajar lo más rápido posible. Ambos subieron las grandes escaleras lo más alejados posible, Jacobo no entendía por qué su hermana era tan hostil con él y Mireia no entendía por qué su hermano no comprendía que no lo quería cerca.

Mireia cerró las puertas de su habitación. Subió las escaleras de desvan y se dirigió a la parte de arriba de su habitación, una pequeña galería con sus libros, mangas e historietas favoritas.

Creo que leeré death note otra vez. - Susurró.

Mientras estaba por tomar el manga siente que alguien toca su hombro y siente que su piel se eriza.

O podrías hablar conmigo. - Sugirió Roger.

Mireia volteó y lo miró con cara de sorpresa, era él, de nuevo estaba aquí.

Roger... Yo... - Fue interrumpida. - Dime Rony. - Le dijo él. - Rony, claro. Yo lo siento, tenias razón, algo muy malo está pasando. - Le dijo Mireia, apenada. - Bueno, odio decir té lo dije pero... ¡Te lo dije! - Le respondió Roger.

Mireia puso sus ojos en blanco.

No te pases. - Le advirtió. - ¿Qué se supone que eres exactamente? - Preguntó. - Soy un viejo amigo de tu padre, vine para ayudar... - Se detuvo un segundo. - Aunque él no quiere hablarme. - Se rasco la cabeza.

Mireia se quedó analizando la situación, un viejo amigo de su padre, del que no recordaba haber oído se acercaba a ella para advertirle del peligro, y ese viejo amigo parecía ser un fantasma, era algo sin sentido :¿Los fantasmas existen?" Pensó. Aparentemente sí ¿Pero que tienen que ver con la vida de su padre? ¿Y por qué se mantenía tan misterioso al respecto?

¿Qué era esa cosa que vimos? - Preguntó. - Ese era un fantasma que vino a hacer el mal, alguien lo manipulo para que lo hiciera ¡Pero no te preocupes! Te ayudare para que no te pase nada. - Le respondió Roger.

Mireia alzó una ceja.

¿Cómo es que tú puedes ayudarme? - Preguntó. - Traje algo especial... - Dijo y chasqueao sus dedos.

Mireia tuvo que entrecerrar los ojos debido a que empezó a haber un brillo que acaparaba la gran habitación, un brillo blanco y cegante. Cuando pudo volver a abrirlos noto como algo similar al vidrio se encontraba flotando en el aire.

¿Qué es esto? - Preguntó con incredulidad. - Esto es un cristal de memoria, con el puedes crear campos de fuerza o atacar si algo viene. - Explicó Roger. - Es muy brillante. - Dijo Mireia. - Lo se, lo que no se es quien está causando que los fantasmas se corrompan, tú, yo y tu hermano llegaremos al fondo de esto.

Mireia bufó.

¿Mi hermano? - Preguntó. - Vamos, Mi, son familia. - Animó Roger. - Tsh, como sea. - Fue lo único que pudo responder.

Pese a estar molesta por tener que compartir esto con quien a sus ojos arruino su vida, tenía otras cosas en mente y era resolver este misterio.