"CEO"

Capítulo 16: La Resignación y el Dolor

Esa noche, después de la llamada de Karime, Gala se quedó en su departamento, intentando asimilar el peso de lo que había sucedido. Karime había sido clara: necesitaba tiempo y espacio para procesar lo ocurrido, y eso significaba que su relación estaba en pausa, quizás de forma definitiva. Gala se sentía atrapada en una maraña de emociones, desde la tristeza profunda hasta la rabia hacia Bárbara y, en el fondo, un sentimiento de culpa que no podía ignorar.

Por más que intentara encontrar consuelo en sus amigos o en su trabajo, cada espacio en su vida le recordaba a Karime. La ausencia de sus risas, sus largas charlas al final del día y el sentido de pertenencia que sentía a su lado ahora se habían convertido en un eco de lo que habían sido.

La mañana siguiente, Gala llegó a la oficina sintiéndose vacía, como si algo dentro de ella se hubiera apagado. Intentó mantener la compostura frente a su equipo, enfocándose en sus tareas, pero su ánimo no pasaba desapercibido. El ambiente estaba tenso, y sus compañeros lo notaban. Bárbara, por supuesto, no perdió tiempo en aparecer, aparentando preocupación por su bienestar.

Bárbara Se Acerca Nuevamente

Bárbara había estado esperando el momento perfecto para acercarse de nuevo a Gala. Después de ver cómo su relación con Karime se había desmoronado, sabía que era la oportunidad ideal para hacerse de su confianza otra vez, aunque esta vez, de manera más sutil. No iba a insistir, sino a actuar como una “amiga” que solo quería estar ahí para ella.

—Gala, ¿todo está bien? —preguntó Bárbara, apareciendo en la puerta de su oficina con un tono de preocupación fingida. Gala alzó la mirada, sorprendida por la visita inesperada, pero intentó mantener una expresión neutral.

—Estoy bien, Bárbara. Solo algo cansada, eso es todo —respondió, sin intenciones de profundizar en la conversación.

Bárbara se acercó lentamente, sosteniendo una carpeta en la mano.

—Si necesitas ayuda con algo, o si solo quieres hablar, sabes que siempre estaré aquí para ti. Sé que… las cosas entre nosotras no han sido fáciles, pero todavía me importa tu bienestar —dijo, mirándola con una expresión que intentaba ser cálida.

Gala la miró por un instante, tratando de descifrar sus intenciones, pero en su estado vulnerable no tenía la energía para confrontarla. Aunque en el fondo sentía desconfianza, sabía que era mejor mantener la calma y la cordialidad. Así que solo asintió, agradeciendo en silencio su oferta de ayuda.

—Gracias, Bárbara. Lo tendré en cuenta —dijo con una sonrisa forzada antes de regresar su atención al trabajo.

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Mientras tanto, Karime seguía intentando procesar sus sentimientos. Aunque había decidido poner distancia entre ellas, no podía evitar pensar en Gala, en los buenos momentos que compartieron y en la posibilidad de que la foto del beso solo hubiera sido el resultado de una manipulación de Bárbara. Aun así, no lograba ignorar las dudas y el dolor que le había causado esa imagen.

Durante días, Karime trató de concentrarse en su vida, en sus proyectos y en sus propios amigos, quienes le aconsejaban ser cautelosa y pensar bien antes de tomar una decisión definitiva. Sin embargo, la idea de perder a Gala definitivamente la atormentaba. Recordó todos los momentos en que se sintió completamente feliz a su lado y comenzó a cuestionar si realmente valía la pena dejar que Bárbara lograra separarlas.

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El Plan de Bárbara Continúa

Mientras Gala trataba de recomponerse y Karime enfrentaba sus dudas, Bárbara seguía avanzando en su plan, segura de que el tiempo le daría una oportunidad para acercarse a Gala en el momento preciso. Ahora, su objetivo era proyectarse como alguien confiable y leal, la persona que siempre estaría para Gala cuando más la necesitara.