Narra Aiko
— ¡Déjame hacerte besitos en la cara! —le pido a mi pololo.
— No —me mira serio mientras se pone su disfraz— suficiente tengo con disfrazarme.
— Te vez tan bonito —le doy un piquito— eres un chef bonito.
Nos invitaron a una fiesta de disfraces en la casa de Bokuto. Decidimos (decidí yo) disfrazarnos de chef y ratón como en ratatouille, se me ocurrió mientras le enseñaba a cocinar un kuchen.
— No me vas a chamullar para dejarme besos marcados —se cruza de brazos— van a decir que soy mandoneado.
— Pero sí eres.
— Agh —rueda los ojos y ríe— ya qué, imposible que de más cringe que el pelao y la Shimizu.
— ¿Tan hater eres que crees que darán cringe?
— Soltero pero cargaban estas cosas —se encoge de hombros.
— De puro envidioso que eres nomas —me marco el labial rojo— sientate pa dejarte marcado.
— Hazme chupones mejor, más entretenido.
— Sabes que no sé hacerlos —me río— ya quedate quieto.
Le marco dos besos en la parte izquierda del cuello y el pesao me agarra y hace que termine sentada sobre el.
— Te ves tan bien con los labios así —me da un piquito— deberías usarlo más seguido.
— Mmmm no —trato de pararme pero pone sus manos en mis caderas y me frena— Kageyama... no.
— Uno rápido po —me da un beso en el cuello, uno de mis puntos débiles— y me haces todos los besos que quieras.
— Eres un caliente de mierda Tobio —lo separo un poco— sería la cuarta vez hoy.
— Es que estoy ovulando.
— Weon tonto —me río fuerte— tu no ovulas, chamullento.
Desde que le entregué la pussy, este a cada rato quiere tirar, se cree conejo. Igual creo que se aguanta a como es en verdad porque no es bruto ni nada, siento que le da miedo hacerme daño o que me duela algo.
De repente cuando se queda, me despierta a mitad de la noche pa hacer cochinas. Igual me he negado pocas veces, si tampoco soy de fierro, pero este se pasó pa horno.
— Fome —hace un puchero— ¿Nos vamos en uber o con el Kuroo?
— Con el Kuroo —me levanto— ya con dos besitos es suficiente.
Yo me termino de arreglar y salimos a la casa del Kuroo. Me da pena ver a niños jugar por el condominio disfrazados, como cuando era chiquita y salía a pedir dulces con el Kuroo y el Kenma, aun que siempre lo obligábamos.
— DULCE O TRUCO —grito cuando el Kuroo abre la puerta.
— Aweona —se ríe y nos deja pasar— wena culiao.
— Wena —chocan manos con mi pololo— falta el Kenma y tamos listos.
El Kuroo termina de ponerse su disfraz de vaquero mientras nos ponemos a conversar de los próximos partidos que se vienen, hasta que el Kenma toca la puerta y salimos. El Kuroo nos lleva en su auto a la casa del Bokuto, al llegar ya se ve lleno de gente, este weon del Bokuto invitó a medio mundo del volley.
— AIKOOOOOO —grita cuando me ve, está disfrazado de genio— que te vei tierna weona.
El y el Akaashi hicieron disfrácese de pareja, el Akaashi anda de aladdin.
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Protein Milk | Kageyama Tobio
Hayran KurguLa Aiko, manager de Nekoma, conoce a Kageyama, el armador del mayor rival del su equipo. Se llevan mal. Coinciden en el mismo gimnasio, y con el tiempo, las miradas pesadas se van transformando en algo más.