18. Halloween

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Narra Aiko

— ¡Déjame hacerte besitos en la cara! —le pido a mi pololo.

— No —me mira serio mientras se pone su disfraz— suficiente tengo con disfrazarme.

— Te vez tan bonito —le doy un piquito— eres un chef bonito.

Nos invitaron a una fiesta de disfraces en la casa de Bokuto. Decidimos (decidí yo) disfrazarnos de chef y ratón como en ratatouille, se me ocurrió mientras le enseñaba a cocinar un kuchen.

— No me vas a chamullar para dejarme besos marcados —se cruza de brazos— van a decir que soy mandoneado.

— Pero sí eres.

— Agh —rueda los ojos y ríe— ya qué, imposible que de más cringe que el pelao y la Shimizu.

— ¿Tan hater eres que crees que darán cringe?

— Soltero pero cargaban estas cosas —se encoge de hombros.

— De puro envidioso que eres nomas —me marco el labial rojo— sientate pa dejarte marcado.

— Hazme chupones mejor, más entretenido.

— Sabes que no sé hacerlos —me río— ya quedate quieto.

Le marco dos besos en la parte izquierda del cuello y el pesao me agarra y hace que termine sentada sobre el.

— Te ves tan bien con los labios así —me da un piquito— deberías usarlo más seguido.

— Mmmm no —trato de pararme pero pone sus manos en mis caderas y me frena— Kageyama... no.

— Uno rápido po —me da un beso en el cuello, uno de mis puntos débiles— y me haces todos los besos que quieras.

— Eres un caliente de mierda Tobio —lo separo un poco— sería la cuarta vez hoy.

— Es que estoy ovulando.

— Weon tonto —me río fuerte— tu no ovulas, chamullento.

Desde que le entregué la pussy, este a cada rato quiere tirar, se cree conejo. Igual creo que se aguanta a como es en verdad porque no es bruto ni nada, siento que le da miedo hacerme daño o que me duela algo.

De repente cuando se queda, me despierta a mitad de la noche pa hacer cochinas. Igual me he negado pocas veces, si tampoco soy de fierro, pero este se pasó pa horno.

— Fome —hace un puchero— ¿Nos vamos en uber o con el Kuroo?

— Con el Kuroo —me levanto— ya con dos besitos es suficiente.

Yo me termino de arreglar y salimos a la casa del Kuroo. Me da pena ver a niños jugar por el condominio disfrazados, como cuando era chiquita y salía a pedir dulces con el Kuroo y el Kenma, aun que siempre lo obligábamos.

— DULCE O TRUCO —grito cuando el Kuroo abre la puerta.

— Aweona —se ríe y nos deja pasar— wena culiao.

— Wena —chocan manos con mi pololo— falta el Kenma y tamos listos.

El Kuroo termina de ponerse su disfraz de vaquero mientras nos ponemos a conversar de los próximos partidos que se vienen, hasta que el Kenma toca la puerta y salimos. El Kuroo nos lleva en su auto a la casa del Bokuto, al llegar ya se ve lleno de gente, este weon del Bokuto invitó a medio mundo del volley.

— AIKOOOOOO —grita cuando me ve, está disfrazado de genio— que te vei tierna weona.

El y el Akaashi hicieron disfrácese de pareja, el Akaashi anda de aladdin.

Protein Milk | Kageyama TobioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora