El festival especial había llegado, un evento ansiosamente esperado en la aldea, donde la emoción se entrelazaba con el temor a lo desconocido. En el aire flotaba el olor de la comida callejera y el sonido de las risas y gritos de los niños. Sin embargo, para Yashiro, el corazón latía con una mezcla de orgullo y ansiedad, consciente de que este año sería él quien se enfrentara al demonio del agujero negro.Senyo, siempre a su lado, observaba con un semblante sereno, aunque en su interior una tormenta de emociones lo consumía. Sabía que el enfrentamiento significaría mucho para su hermano, pero la experiencia de aquel día en el bosque aún lo acechaba, recordándole el peligro que acechaba en cada sombra. A medida que avanzaba la tarde, los dos hermanos se dirigieron al altar, donde Yashiro se preparaba para su momento."¿Estás listo?" preguntó Senyo, con una voz que intentaba sonar firme, aunque las dudas lo invadían."Siempre," respondió Yashiro, su mirada fija en el cielo donde una nube oscura comenzaba a formarse. El encargado del festival se acercó y, con voz fuerte, anunció el inicio del enfrentamiento. La multitud se silenció, y en ese momento, el mundo pareció detenerse. Yashiro subió al altar, su katana resplandecía bajo la luz del sol, y cuando el demonio, con forma de agujero negro, descendió lentamente del cielo, la tensión en el aire era palpable.Yashiro dio un salto audaz y, con un golpe decidido, logró cortar el demonio. Pero algo salió mal. Un grito desgarrador resonó cuando, antes de desvanecerse, el demonio maldijo a Yashiro. La maldición se esparció como una sombra, y al volver a la aldea, el horror se desató cuando una de sus tías comenzó a desintegrarse. La familia lo rechazó, viéndolo como un monstruo.A pesar del dolor y la confusión, Senyo fue el único que permaneció a su lado. Mientras su hermano enfrentaba la ira y el miedo de la familia, Senyo sentía que la responsabilidad de protegerlo se intensificaba. Sin embargo, cuando pensaban que lo peor había pasado, el cielo se oscureció aún más, y una nueva sombra se cernió sobre la aldea.Un segundo agujero negro apareció, esta vez gigante, su forma se retorcía y se expandía, absorbiendo todo a su alrededor. La multitud entró en pánico, gritos de terror resonaban mientras las personas corrían en busca de refugio. Yashiro, con el corazón en la garganta, entendió que debía actuar de inmediato."¡Senyo! ¡Debemos enfrentarlo!" gritó, su katana en mano, pero el miedo comenzó a apoderarse de él."¡No! No puedes, no es un demonio normal. Debes escapar," Senyo respondió, la voz temblorosa pero firme. "Si este agujero negro es tan grande, hay algo más que debes hacer.""¿Qué? ¡No puedo dejarte aquí!" protestó Yashiro, sintiendo que su mundo se desmoronaba."Confía en mí. Te abriré un agujero de gusano, así podrás escapar. Tienes que ser fuerte, Yashiro. Prométeme que vivirás," dijo Senyo, el miedo brillando en sus ojos, pero su determinación era palpable.Sin más palabras, Senyo extendió sus manos y comenzó a canalizar su energía, creando un portal que brillaba como una estrella en la oscuridad. Yashiro miró a su hermano, el rostro lleno de desesperación, pero entendió que no había otra opción."¡No, Senyo! ¡Vuelve!" gritó, pero Senyo lo empujó hacia el portal."¡Ve! ¡Ahora!" La voz de Senyo era un eco en la confusión, y en un instante, Yashiro se lanzó a través del agujero, sintiendo el tirón de la energía que lo transportaba lejos de la sombra voraz.Sin embargo, cuando se volvió, vio cómo la figura de su hermano se desvanecía. Senyo no pudo escapar a tiempo; el agujero negro lo absorbió, atrapándolo en su abrazo oscuro. "¡Senyo!" gritó Yashiro, su corazón desgarrándose mientras el portal se cerraba detrás de él.La luz del día desapareció y el festival se convirtió en un recuerdo borroso. Yashiro se encontró solo en una realidad distorsionada, con la imagen de su hermano atrapada en su mente. La vida que conocía había cambiado para siempre, y la promesa que una vez hicieron de protegerse mutuamente se desvanecía con la sombra del agujero negro.La tristeza lo consumió mientras comprendía que había perdido a la única persona que siempre estuvo a su lado, la única que creía en él. Con lágrimas en los ojos, Yashiro juró que no permitiría que la valentía y el sacrificio de Senyo se olvidaran, que lucharía por ambos en honor a su hermano y a la vida que merecían.
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TOXIC
Rastgeleesta es la historia de nuestro protagonista, yashiro haruno, y sus amigos