Era de noche, mis padres habían salido de vacaciones con mi familia lejana, estaba con Óscar en la sala intentando resolver mi tarea de la uni.
-No le entiendo ni madres chaparra. -dijo mientras se peinaba.
-Se supone que vendrías a ayudarme, no a provocarme más dudas amor.
-Yo ni estudie princesa. -me sonrió. -Para que me pides ayuda si ya sabes que no se nada.
-Bueno, tenemos dos días más para intentar resolverlo.
-Exactamente. Mejor aprovecha de tu hermoso novio.
-Me parece bebe-sonreí y deje un piquito en sus labios. -Deberíamos subir a dormir juntos no?
Oscar asintió y me dio la mano para levantarnos del comedor, subimos las escaleras y entramos a mi habitación.
-Se me olvidó mi maleta princesa. Iré por ella y subo.
Asentí con la cabeza y entre a mí vestidor, tome mi pijama de seda y me senté en la cama.
Después de un rato Oscar subió, se cambió y se acercó a mi.
-Tienes sueño amor? -me pregunto.
-No, pero quiero estar contigo.
Sonrió y se acercó a besarme, sentí como subió en la cama para ponerse encima mío.
El beso era demasiado desesperado, como si no estuviéramos juntos hace años, el tomaba mi cintura y la acariciaba con sus manos, mientras yo solo acariciaba su espalda.
Empezó a dejar un pequeño camino de besos, desde mis labios hasta mi clavícula, sin dejar de agarrar mi cintura.
Me subí encima de el, siguiendo el beso, ahora el tomaba mi cintura con más firmeza, movía mis caderas intentando provocarlo, aunque ya lo estaba.
Sentí sus manos subir mi pequeña blusa, cuando rozó mis pechos me hice un poco para atrás, ya que estaba demasiada fría su mano izquierda.
-No te toque mami tranquila. -me dijo mientras sacaba su mano. -Tu dime si quieres o no.
-Claro que quiero, solo que estás un poco frío bebe.
Me dio un beso y continuo, quitó mi blusa completamente y ahora me recostó el, dejo besos por mi abdomen hasta llegar a mi bra, lo bajo cuidadosamente y empezó a dejar besos ahora en mis pechos.
Ninguno de los dos se veía, la pequeña luz que teníamos provenía solo de los pequeños huecos de la persiana en la ventana.
Bajo sus manos hacia mi short, lo bajo poco a poco dejando solo mi ropa interior, empezó a tocar mis muslos mientras el se quitaba su playera y poco a poco su short.
Ahora estaba encima de el, besándonos pero ahora haciendo una fricción en su parte, ya bastante erecta, el agarraba mi cintura y recorría con sus dedos desde mi pecho hasta mis piernas.
-Que cintura te cargas mamita, me vuelves loco. -me dijo al oido. -Estas deliciosa.
Me movió hacia un costado, mientras seguía besándome, tocó mis glúteos y empezó a estirar mis bragas.
-Puedo bebe?
Solo deje un beso en sus labios, lo que era una afirmación, las empezó a bajar poco a poco mientras con su otra mano quitaba su boxer.
-Si sientes algo mal, dímelo mami.
Sentí como entro dentro de mi, dolía un poco pero era soportable, lo deseaba.
Nunca antes había tenido relaciones, era algo raro pero atraía un placer demasiado excitante.
Las embestidas eran lentas, pero Oscar comenzó a subir la velocidad poco a poco.
-Oscar, amor.
-Voy bien ma? Te gustó?
-Me encantas.
Se sentía tan bien tenerlo dentro mío, el dolor se había ido y ahora solo me enfocaba en el.
Cada sonido me hacía sentir en las nubes, sus movimientos eran tan placenteros que no me dejaban ni hablar.
Salió de mi y ahora estaba yo encima de el, no sabía cómo ni que hacer pero algo tenía que lograr.
Entro nuevamente en mi, mientras yo me recargaba en sus hombros y movía mis caderas en círculos.
-Mamita, estás riquísima.
-Hmm, si?
-En exceso.
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