Yacía en el suelo, con el pecho ardiendo y el aliento entrecortado, tratando de asimilar lo imposible: seguía viva. La explosión había sido desatada por apenas unas gotas de mi sangre, y aún así, la muerte no me había alcanzado. El sol, en su máximo esplendor, caía sobre mí como un castigo cegador, hiriendo mis ojos cansados. Todo se había desvanecido en un parpadeo: la cosa, la criatura que casi me había destrozado, y el hombre alado... ¿dónde estaba?
Con un esfuerzo titánico, giré la cabeza hacia el lugar donde lo había visto por última vez. Su figura permanecía allí, imponente y rota, con una de sus alas desgarrada y pendiendo como un estandarte de derrota. Pero su mirada... su mirada estaba clavada en mí, ardiente, preocupada. Intenté moverme, pero mi cuerpo ya no respondía. La herida en mi abdomen latía como un recordatorio cruel de mi vulnerabilidad, y la sangre que había perdido no dejaba de huir de mí, insensible a cualquier súplica. No se cerraba, como lo hizo en la caberna.
El mundo alrededor se volvió una mezcla de susurros y ecos, gritos que se distorsionaban en un murmullo lejano. Mis pensamientos eran un enjambre caótico, y la única constante era el cielo sobre mí, vasto y desbordante de azul. Pero pronto, incluso eso desapareció cuando una sombra alta se interpuso, bloqueando la luz. Un hombre de ojos violetas, profundos como un abismo, me miró y una sonrisa fina se dibujó en sus labios.
Luché contra la marea de inconsciencia, aferrándome a ese instante efímero, y escuché su voz, grave y etérea, que pronunció:
—Bienvenida... bienvenida a la Corte Noche, humana.
Y entonces, el mundo se desvaneció por completo, y me hundí en la oscuridad absoluta.
Capítulo 6
Bienvenida
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ANHELO || ACOTAR FANFIC ||
FantasyLa vida de una mujer, Anna, perdida entre sombras de incertidumbre y miedo, revela un mundo donde nada es lo que parece. A cada paso, el velo de lo desconocido se vuelve más delgado, y aunque el presente la ahogue, el tiempo susurra secretos a su al...