Capitulo 59- Cita en sueño

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(Ella)

Al final me salva el cansancio. No me había dado cuenta de lo agotadora que había sido la velada, pero la presión adicional de presentar nuestro programa para los reporteros debió haber tenido más consecuencias de las que esperaba.

Me quedé dormida casi de inmediato tan pronto como mi cabeza tocó la almohada, pero ni siquiera puedo escapar de Sinclair en mis sueños esta noche.
Sé que estoy soñando desde el principio sigo en la cama de Sinclair pero ya no en su opulenta mansión. Está en medio un bosque iluminado por las estrellas con nada más que árboles y naturaleza salvaje rodeándolo hasta donde llega.

Estoy usando un negligé blanco de que esto no es real. No tengo nada parecido una brisa fresca revolotea sobre mi piel, trayendo el aroma de árboles de hojas perenne, musgo rico y ámbar
¡¡Es Sinclair!! reconocería ese olor en cualquier lugar aunque no pueda verlo todavía.

Aparece lentamente, moviéndose hacia mí a través de la oscuridad, susojos verdes brillando a través de los árboles. No lleva puesto nada más queun par de pantalones simplemente ne gros, y por primera vez no sientovergüenza de apreciar su magnífico físico. Siempre he desviado la miradacuando se desviste frente a mí, no es que eso me impida sentir susmúsculos o el enorme miembro entre sus piernas cuando nuestros cuerposestán apretados uno contra el otro en la cama. Pero ahora miro hastahartarme, recorriendo con mis ojos los planos toscos de su rostro y loscontornos de su pecho.

Su cuerpo alto está acolchado con músculos que la mayoría de loshombres humanos solo pueden soñar.–sobre algunos de los cuales ni siquiera sabía que existían."Hola, hermoso." Sinclair me saluda roncamente, merodeando más cercaconcada respiración irregular que tomo, su torso desnudo brillando a la luz dela luna "¿No tuviste suficiente de mí cuando estabas despierto?""¿Cómo podría?" Hago un puchero, sintiéndome completamente cara paraexpresar mi mal humor. "Te burlaste de mí toda la noche y no he tenidoningún alivio. Es¡tortura!""Tampoco es fácil para mí".

Murmura con simpatía, trepando a la camagrande. Se mueve con una gracia tan letal, arrastrándose sobre las lujosassábanas hasta que está lo suficientemente cerca como para estirar la manoy tocarme, lo cual hace de inmediato. Se acuesta de costado, animándomea descansar en el círculo protector de sus brazos. no me resisto Me deslizoen su abrazo tan fácilmente como respiro, sintiéndome completamente encasa con este hombre peligroso envolviéndome.
Parece extraño pensar queme aterrorizó hace un mes, ahora es mi espacio seguro."No es lo mismo." insisto, mirándolo desde debajo de mis pestañas

  pestañas"¿Por qué no?" —pregunta Sinclair, apartando el cabello de mi rostro."No sabes el efecto que tienes en mí" confieso, presionándome un pocomás cerca. Puede que esté dormida, pero todavía me duelen los pechos ymi s**o está hinchado y goteando de necesidad. Es ba stante liberadorpoder frotarme contra Sinclair sin temor a la vergüenza o preocupacionespor abrir una lata de gu sanos."Dime", gruñe, su voz profunda y áspera. Una de sus enormes manos seenreda en mi cabello, formando un puño en los largos y sedosos mechonesmientrasel otro se desliza hacia abajo sobre mi trasero, enganchando mis caderasmás cerca, hasta que el palpitante manojo de nervios en el vértice de miscosas está justo contra su dureza."Incluso el toque más pequeño me prende fuego".
Me quejo. "Tu sosteniendo mi mano se siente más íntimo y excitante que otro hombrebesándome"."¿Y cuando te beso?" Sinclair me incita, animándome a moverme contra él,guiando mis caderas para que se balanceen contra las suyas.Bien podría ser lava fundida. Todo mi cuerpo se vuelve líquido, figurativa yliteralmente". Lo confieso, y sé que él entiende. Mi humedad ya se hafiltrado a través de mis bragas y en la elegante tela negra de suspantalones.
Tienes un poder sobre mí que no comprendo. Nunca habíaexperimentado algo así"."Realmente no crees que es diferente para mí, ¿verdad?" Sinclair murmura,bajando su boca a mi garganta y rozando sus labios sobre mi punto depulso."Por supuesto que es." Me quejo, tan frustrado que siento que voy a llorar,"¿No puedes sentir lo duro que soy por ti, Ella?" Sinclair preguntabruscamente, acariciando mi piel, rozando con sus colmillos el lugar dondemi cuello se encuentra con mi hombro. "¿Qué tan duro siempre soy para ti?"Estoy temblando de necesidad ahora, especialmente cuando sus palabrasse combinan con la sensación de su longitud de acero contra mi clítoris."Bueno, eso no significa nada. Estás en la cama con una mujer mediodesnuda, le pasaría a cualquiera". Razoné miserablemente.

  Sinclair se ríe. "Creo que has estado con hombres humanos durantedemasiado tiempo, te han dado una opinión muy baja de mi s**o". Levantala cabeza por fin, tomándose un descanso de lavar el punto blando detrás de mi oreja. "Confía en mí, no le sucede a cualquiera, sin importar lo queesté haciendo o lo adorable que sea".

"Pero yo no soy nada". Yo insisto. "Solo soy un humano, no tengo el tipo depoder que haces.""Tú no eres nada". Sinclair gruñe, un borde peligroso en su voz profunda. "Ypuede que seas humano, pero tienes un poder propio. ¿No sabes lo difícilque es para mí estar cerca de ti sin¿tocándote? ¿Qué tan imposible es contenerme cuando estás en misbrazos, cuando todos mis instintos me impulsan a hacerte mía?

Desde que nos conocimos me he sentido como un adicto, y tú eres mi única solución"."Eso es probablemente solo el bebé". murmuro, suspirando cuando la telade mi osito se desliza de mi pecho, permitiendo finalmente que un pezóntenso se encuentre con el pecho desnudo de Sinclair, tentado ycosquilleado por el grueso vello ne gro esparcido sobre sus pectorales."Tiene que ser.

De lo contrario, no tiene sentido"."No te das suficiente crédito". Contesta Sinclair, sus labios a escasoscentímetros de los míos. Y me das demasiado y muy poco al mismotiempo.una vez."¿Qué quieres decir?" Me pregunto en voz alta, realmente no queriendo quelo haga.respuesta. Sólo quiero que me bese, que me quite el negligé y al fin alivie elterrible dolor que parece haberse apoderado de mi alma. Creo que Sinclairpuede sentir mi creciente desesperación, pero por alguna razón.
él no meestá dando lo que necesito.
Él se está conteniendo, quitándose sus besos y manos inquisitivas.

"Yo tampoco hago casual, Ella". Agarra mis caderas cuando me distraigotanto frotándome contra él que dejo de escuchar. demasiado decidido aperseguir mi placer. Gimo cuando cesa la deliciosa fricción que habíaestado construyendo, y Sinclair cloquea con simpatía. Aún así, él no memuestra ninguna piedad. En su lugar, levanta mi barbilla para que tenga que mirarlo a los ojos. "No pierdo el tiempo con personas que no me toman enserio ni con relaciones que no van a ninguna parte".
  "No sé por qué estamos hablando de esto". Me relaciono: "No es que estosea real, es solo que mi imaginación se salió de control".Los ojos de Sinclair se cierran y apoya su frente contra la mía."Diosa, a veces olvido cu ánto no sabes sobre los cambiaformas, cu ánto nopuedes saber".Por favor, Dominic. Ruego, necesitando moverme, realizar la danza carnal que nuestros cuerpos fueron creados para crear juntos. "¿No me besarás,no me tocarás?""Me gustaría tocarte y saborearte y todo lo demás". Gruñe a regañadientesy, de repente, sus fuertes manos se alejan de mi cuerpo y sus cálidosmiembros se separan de los míos.

Pero tengo que irme antes de hacer algode lo que me arrepienta, algo de lo que te arrepientas."No entiendo." Lo admito, mi nariz se arruga por la confusión.Sinclair se detiene solo lo suficiente para inclin a rse sobre mí y pasar sudedo por mi nariz, alisando las arrugas. "Lo harás cuando despertiertes. "Antes de que pueda decir nada más, Sinclair comienza a alejarse por elbosque de los sueños, dejándome sola y completamente insatisfecha.

Cuando me despierto, encuentro a Sinclair mirándome, acariciando mi cabello y mirándome con una expresión tierna. "Bienvenido de nuevo."Parpadeo y me estiro, sintiendo como si acabara de quedarme dormido."Todavía no es de mañana, ¿verdad?" yo bostezo"No." Él sonríe suavemente, "Estás saliendo del sueño"."Cómo hizo...?" Me detengo antes de terminar mi oración. 
La lógica me diceque debe estar adivinando, o que tal vez estaba hablando en sueños oalguna otra explicación. Sin embargo, cuando miro a los ojos de Sinclair,veo la verdad. No está especulando, de alguna manera sabe que estabasoñando y, a medida que pasan los segundos, se vuelve más y más obvioque sabe que estaba soñando con él. Peor aún, me temo que ha logradodescifrar algunos de los detalles de la fantasía.

"Está bien, Ella". Me calma, acariciándome como si fuera un caballo asustadizo.
No, ay no. Sabe que lo sabe todo.

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Alpha Dom y su Sustituta HumanaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora