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La mañana en el estudio de ballet estaba tranquila. Mientras Jimin se bajaba del auto, estirando ligeramente sus brazos tras el viaje, una figura familiar apareció en la entrada del estudio.

-¡Minnie! -llamó con entusiasmo la chica de ojos brillantes y sonrisa cálida que esperaba en la puerta. Seoyun era su compañera y amiga desde hacía años, conocida en el estudio por su energía y locura inagotable.

Taeyang, relajado y con una sonrisa confiada, se acercó a ella, dándole una rápida revolcada en el cabello.

-Seo, no crezcas tan rápido, ¿quieres? -bromeó, provocando que ella se sonrojara levemente.

-¡Oye, tonto! -protestó, pero su tono mostraba que no estaba realmente molesta. Con un ligero movimiento de cabeza, Taeyang se despidió de ambos, lanzándole una mirada de advertencia a Jimin como diciéndole "cuídate", y desapareció por la puerta del estudio.

Jimin y Seoyun se dirigieron hacia los camerinos, donde ambos dejaron sus mochilas y comenzaron a cambiarse. El ambiente en el estudio era reconfortante para Jimin, un refugio del ruido y el drama de su vida personal.

Luego de ponerse su ropa de práctica, fue al salón de baile y comenzó a hacer estiramientos. La paz del salón se interrumpió cuando Seoyun entró unos minutos después, lanzándole una sonrisa traviesa.

-Entonces, Minnie, escucha esto -empezó, acercándose a él mientras él realizaba un profundo estiramiento de piernas.

-¿Qué pasa? -preguntó, levantando la vista hacia su amiga.

-Iré a la fiesta de uno de los amigos de Woo esta noche -dijo ella, emocionada.

Jimin la miró con sorpresa y algo de diversión en su rostro. Sabía que Seoyun era impulsiva, pero también recordaba lo sobreprotector que podía ser Eunwoo, su hermano mayor. Él levantó una ceja, adoptando un tono de falso sarcasmo.

-¿Tú hermano, para nada celoso, te dejará ir? -le respondió, lo que provocó que ella le diera un suave golpe en el brazo, riendo.

-No seas tonto, Jim. Claro que vendrá con nosotros. -Seoyun sonrió, pero rápidamente añadió en un tono que dejaba entrever cierta malicia-. Y... también dijo que podías venir con nosotros.

La sorpresa se reflejó en el rostro de Jimin. Su vida estaba tan llena de ensayos y horarios estrictos que apenas había tenido la oportunidad de experimentar una "noche loca", como le decía Seoyun.

-¿Yo? -preguntó, inseguro, tratando de procesar la invitación.

Seoyun asintió con entusiasmo.

-Sí, Woo dijo que sería divertido que vinieras. Además, ¡ya nos toca una noche diferente después de tanto ensayo! -Le dio una sonrisa llena de emoción, como si ya estuviera planeando cómo convencerlo-. Piensa en ello como un descanso. Solo una noche, Jimin, nada más.

La tentación estaba ahí, pero también su incertidumbre. Jimin no podía recordar la última vez que se había dado un respiro de su rutina. Siempre bajo la vigilancia de su hermano mayor y concentrado en sus estudios y en el ballet, la idea de soltarse un poco y ver otra faceta de la vida parecía algo totalmente fuera de su zona de confort.

-No sé, Seoyun... No suelo ir a fiestas. -Se frotó la nuca con una mano, tratando de evitar su mirada. Sentía que estaba a punto de ser arrastrado a algo desconocido.

Seoyun le dio un suave codazo.

-Vamos, será divertido. Yo nunca te invito a nada... bueno, nada de este tipo. -Sonrió, insistente, mientras sus ojos brillaban con anticipación-. Y tampoco puedes decirme que no, ya sabes que siempre acabo convenciéndote.

Heart's Round | KmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora