I'm going to find them [GallyxTnxMinho] correr o morir

Capítulo 54

Narra Newt

Otro mes más. Los creadores se lucieron enviando a un niño al área, es increíble la carencia de empatía que poseen esas personas.

No sé en realidad porque me toma por sorpresa, recordando que dejaron morir a mi...

Sacudí la cabeza y me centré en el huerto. Ya no puedo seguir dejando que los pensamientos me controlen. No quiero volver a lo de antes.

Supongo que es egoísta de mi parte pensar en volver a intentar aquello ahora que Tn no está tan centrada en los demás.

Otra vez sacudí la cabeza.

—¿todo en orden? —miré a Zart y asentí

—si, tranquilo —él asintió y siguió trabajando.

Me preguntó quien vendrá mañana. Ojalá ya no sean más niños, no quisiera ver a Tn estresándose por niños y a Minho y Gally enojados por no recibir su atención. Ya de por si se les ve indignados porque Tn sonríe más con Chuck que con ellos.

...

Mi hamaca se sentía más fría que de costumbre, quizás sea porque mi cuerpo aún no se acostumbra a dormir en la de Alex. Mi hamaca ahora estaba siendo ocupada por el novato que llegó al mes siguiente de lo que ocurrió. No quise dejar que alguien más ocupara esta hamaca.

Me giré hacia mi derecha. Encontrándome con la hamaca vacía de al lado, supongo que Gally hoy dormiría con Tn.

Con curiosidad volteé la cabeza en busca del asiático y tampoco estaba en su hamaca. Al menos hoy, algunos dormirán cómodos.

Miraba el cielo oscuro, estando decorado por estrellas que se veían opacas gracias a las nubes que aparecían. La luna hoy no quiso aparecer, por lo que lo único que mantenía iluminado el área, eran las estrellas tenues y una que otra antorcha que Alby permitió dejar encendida por Chuck.

El pequeño mañana cumple un mes de estar aquí y aún no se acostumbra a la oscuridad. No me burlo de él, sería estúpido de mi parte, ya que mis miedos también me piden que deje encendida una antorcha.

Debería dejar de pensar en ello, o me volveré loco y sin que me piquen.

Me acomodé un poco y cerré los ojos, viendo la oscuridad de mis párpados. Sentía la suave brisa acariciar mis mejillas y frente, como mi cabello se agitaba ligeramente.

El ruido de los demás era como una melodía irritante, de esas de las que quieres apagar y lanzar de una altura muy elevada.

Poco a poco mis oídos fueron opacando los ronquidos y sonidos extraños que suelen hacer los chicos mientras duermen.

Los grillos se escuchan cada vez más lejos hasta que no me di cuenta cuando perdí la consciencia.

Narradora omnisciente

Todos dormían ya. Algunos roncaban, otros se cambiaban de posición a cada rato, y otros como Newt, ponían su angelical rostro sobre sus manos para dormir y así poder callar esas voces que le hacían sentir un martirio en el interior.

En el interior del bosque, en la cabaña de la pelinegra, para ser precisos. Los chicos al fin tendrían una noche cómoda como tanto anhelaban desde hace meses.

Los tres dormían acurrucados, ambos recibían el dulce aroma natural de su chica al enterrar sus rostro en su cuello.

La chica quiso llorar al principio por su contacto tan cercano, pero se retuvo a hacerlo. Sus chicos por fin estaban ahí con ella y no iba arruinar el momento por una tontería, incluso sabiendo que después no les diría el porque estaba llorando.