Narra Rachel
Desde el día del accidente, causado por el ser que estaba controlando a Matthew e intentando poseer su alma, las cosas han estado muy extrañas alrededor, no se sentía la tranquilidad y la paz que era habitual, no sé si era yo o un efecto secundario del trauma vivido hace algunos días atrás. ¿Será que estaba siendo paranoica? -Me lo pregunté algunas veces- O será que solo estaba alterada por los sueños recientes. No lo sabía con certeza, pero si había algo que no dejaba de rondarme por la cabeza, era como se suponía que ayudaría a Matthew a salir ileso de toda esta terrible situación. No puedo ni imaginar lo que debe estar pasado y sufriendo. No es una batalla fácil con la que debe lidiar, no es cualquier cosa.
Estábamos a 27 de diciembre, en menos de tres días se suponía que sería la víspera de año nuevo y aún no encontraba ninguna solución factible para ayudarlo. Me estaba dirigiendo a hablar con el sacerdote Alessandro y Esteban. Aún no estaba cien por cierto segura de si podría confiarles la información que había obtenido, hasta el momento, acerca de toda esta situación, sin tocar el hecho de que los arcángeles me habían visitado en mis sueños y me habían revelado la misma; por lo cual, tenía que pensar muy bien en que iba a decirles y el cómo... Que palabras iba a utilizar, las cuales debían ser muy meticulosas para no revelar información demás.
Una vez que llegué al sitio donde habíamos pautado para quedar y reunirnos, que era el campus del templo en donde mi familia y yo íbamos a recibir la palabra de Dios, porque era céntrico y muy fácil de llegar. Me encontré con el Santa del pueblo.
-¡Jo, jo, jo! Srta. Ricci ¿Cómo está? Tanto tiempo sin verla por aquí, ¿Cómo pasó la navidad?
Aunque el sr. Llevaba toda la vida siendo el Santa del Pueblo, nadie nunca lo había visto sin su traje rojo, su barba larga, blanca, cuidada y sus lentes. Sus ojos eran azules, tan penetrantes que sentías como si viera tu propia alma y la reflejaba hacia a ti.
-Ohh, hola Santa, todo muy bien y ¿tu? ¿qué tal las cosas por el Polo Norte?
-Muy movidas, más de lo normal...Pero todo bien.
Claramente, me quedé un poco impresionada con esta respuesta tan certera, él había desprendido una seguridad tan fuerte con esa acotación, que era como si de verdad creyera, cada frase que estaba diciendo. Santa estaba convencido de eso. Yo, sin embargo, le dije todas esas cosas en forma de chiste, es decir, lo dice como broma, pero algo dentro de mí, me decía que sí había un nivel de certeza detrás de esas afirmaciones. O estaba muy metido en su papel de Santa Claus o de verdad era el verdadero San Nicholas de las historias infantiles.
-Okey, muy bien-dije extrañada-
-Veo que recibiste mi obsequio ¿te gustó?
- ¿Disculpé? -dije al escuchar lo que dijo-
-El cascabel dorado, el que encontraste sobre tu cama, el de la envoltura navideña de verde y rojo.
Sinceramente, esta afirmación me dejó en el aire, estaba totalmente fría. Como era posible que lo describiera tan bien, era imposible que él lo hubiese visto antes, nadie sabía que lo tenía o que estaba sobre mi cama; ni siquiera mi familia lo sabía.
- ¿Cómo? Espere, entonces usted...
-Lo dejé sobre tu cama en noche buena, sí, soy culpable de los cargos ¡Jo, jo, jo!
Me quedé sin palabras. Esto no podía ser más irreal....
-Entonces, si fue usted quién lo hizo, sabe cómo usarlo y para que se supone que debo usarlo ¿no?
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All I Want for Christmas is You
Roman pour Adolescents-Romance -Aventura -Amor juvenil -Navidad -Ilusión -Nuevo amor -Amor verdadero -Almas gemelas