SINISTER INVESTIGATION

El pacto de silencio

Capítulo 6

Esa noche, Taehyung no podía dormir. La advertencia en el mensaje sin remitente rondaba su mente, repitiéndose como una amenaza latente. Sin embargo, en vez de detenerlo, ese mensaje sólo fortalecía su determinación. Si alguien estaba tratando de impedir que llegara a la verdad, significaba que Seokjin realmente había descubierto algo peligroso.

A la mañana siguiente, Taehyung decidió investigar más a fondo el cuaderno. Había pasado horas revisando cada página y anotación, pero no había prestado atención a los márgenes, los dibujos, los detalles pequeños que podían esconder mensajes ocultos. Agarró una libreta y comenzó a tomar notas de las palabras y símbolos repetidos en las páginas, con la esperanza de encontrar algún patrón.

Mientras repasaba el cuaderno…

Taehyung encontró varias anotaciones sobre un "club" en el que Seokjin había pasado tiempo en Busan. Al principio, creyó que era un bar o un café, pero después de revisar varias veces, las palabras “pacto” y “silencio” aparecían junto al nombre, dándole una connotación mucho más siniestra. ¿Podía ser algo más que un lugar de entretenimiento?

"Este lugar tiene algo oscuro... No quiero volver, pero tampoco tengo opción," decía una de las frases escritas apresuradamente.

Al leer esas palabras, Taehyung sintió una punzada en el estómago. Su hermano había estado atrapado en algo que parecía desgastarlo, y ahora él estaba atrapado en ese mismo círculo de misterio.

Fue entonces cuando recordó a un amigo en común de ambos, Namjoon, quien también había sido cercano a Seokjin. Tal vez él podría darle una pista más clara.

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En un café al día siguiente…

Namjoon llegó puntual, su expresión seria pero amigable. Había sido cercano a ambos hermanos, y la muerte de Seokjin lo había afectado profundamente. Taehyung le explicó lo que había descubierto en el cuaderno y el misterioso "club" que mencionaba.

—¿Alguna vez oíste a Seokjin hablar de esto? —preguntó Taehyung, mostrando una página en el cuaderno con una pequeña X dentro de un círculo, un símbolo que se repetía constantemente en las anotaciones de Seokjin.

Namjoon observó el símbolo, y su expresión cambió, endureciéndose.

—Taehyung… —suspiró, como si las palabras fueran un peso difícil de cargar—. Hay cosas que Seokjin no te contó, cosas que no quería que supieras.

—¿Qué quieres decir? —insistió, notando cómo la voz de Namjoon bajaba.

—Ese club… no es como los demás. No es un lugar donde uno va a pasar un buen rato. —Namjoon miró a Taehyung directamente, como si quisiera medir su reacción antes de continuar—. Es una especie de sociedad secreta, una red de gente poderosa que hace cosas que nadie más debería saber. Jin me contó una vez que había escuchado algo sobre ellos y que era demasiado peligroso. —Hizo una pausa, su mirada seria y preocupada—. Le advertí que no se metiera.

Taehyung sintió un escalofrío. Ese club no era solo un lugar, sino una organización con intenciones oscuras. Quizá Seokjin había descubierto algo que no debía.

—¿Sabes dónde está ese club? —preguntó, con el corazón palpitando a toda velocidad.

Namjoon negó con la cabeza.

—Sólo sé que está en Busan, cerca de la zona del puerto. —Su voz era apenas un murmullo—. Pero ten cuidado, Taehyung. Si te metes en esto, podrías terminar igual que Seokjin.

A pesar de la advertencia, Taehyung no tenía intención de retroceder. Ahora sabía que estaba acercándose a algo grande y peligroso, algo que podría costarle la vida… o la cordura.

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De regreso en casa esa noche…

Taehyung se sentó en su habitación, revisando una y otra vez la información que había reunido. Cada pieza parecía encajar en un rompecabezas retorcido y oscuro, y aún así, no podía ver la imagen completa. Su mirada se desvió a la caja de su hermano, que aún contenía el suéter de peluche y las cartas. Taehyung tomó el suéter y lo sostuvo entre sus manos, como si con ello pudiera recuperar una parte de Seokjin. La suavidad del tejido y el color rosado le hicieron recordar a su hermano sonriente, pero también le recordaron la tristeza de su partida.

Sus pensamientos fueron interrumpidos por el sonido de su teléfono vibrando. Un mensaje más sin remitente. Con manos temblorosas, abrió el mensaje, que decía:

“No juegues con fuego si no estás listo para arder.”

Taehyung dejó el teléfono sobre la cama, tratando de calmar el latido de su corazón. Sabía que no debía dejar que el miedo lo controlara, pero la sensación de peligro era cada vez más real. No estaba seguro de cuánto tiempo más podría mantenerse firme, pero no podía permitir que el destino de Seokjin fuera en vano.

Sin embargo, por primera vez, empezaba a preguntarse si estaba listo para enfrentar aquello que había destruido a su hermano.