Capitulo 16

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-Pues... ¿si te digo algo no te vas a reír? -le pregunto con el mismo tono de voz burlón.

- ¿Eh? Claro. No pienso burlarme -me contesta extrañado-. Nunca me burlaría de algo que

Me detengo para pensar muy bien la cosa, y sobre todo para buscar las palabras específicas para poderle comentar bien lo que ha pasado desde ayer en la noche y hoy. Cuando pienso bien la cuestión, lo miro de frente colándome de perfil a él.

-Verás, no es mi nov...-le contesto simple pero él se adelanta y me interrumpe.

- ¡Oh! Lo siento. Qué pena-repite con culpa-. Qué pena, de verdad lo lamento, Marí.

-No pasa nada-murmuro dándole un suave golpe en su hombro-. Es raro a decir verdad; se trata de alguien que me está escribiendo desde ayer en la noche, haciéndose llamar "El poeta triste", el cual me envía "poemas" diciendo que quiere que le pinte Una noche blanca.

- ¿Una noche blanca, dices? -me interroga con una pequeña sonrisa-. ¿Eso qué quiere decir? Claro, si es que puedo saber.

-Bueno, Píntame una noche blanca es una de los cuadros que he hecho y le puse ese nombre porque es un paisaje de un rio a oscura, debido que es de noche, pero como me inspiré en los atardeceres y las noches del mes de marzo, en la que todavía conservan algo del frio del mes de marzo y se caracterizan por sus atardeceres coloridos. Y como es mi favorita le puse nombre a diferencia del resto que solo le pongo en una esquinita una pequeña cinta adhesiva con un número.

-Oh entiendo-replica concentrado en lo que le digo-. ¿Y te gusta el chico?

-Siendo franca no sé-le contesto con pena y de inmediato el se echa para atrás extrañado-. Tengo idea de que puede ser alguien que me conozco muy de cerca, pero no tengo la menor idea de quien pueda ser. Solo me tiene intrigada por saber quien pueda ser.

Valentino me mira de tal manera que hace que la pena y la vergüenza se vaya y me sienta segura de hablar con él. No sé cómo explicarlo pero su tierna mirada me hace sentir diferente a como me sentía antes.

- ¿Quieres que te de un consejo?

Asiento con la cabeza para saber que pensaba al respeto. Él abre la boca como alguien que piensa dar una larga explicación de algo cuando mi teléfono vuelve a sonar que un mensaje ha caído nuevamente. Miro el lugar donde he guardo el dispositivo y como se prende la luz blanca indicando que hasta que no lo vea no se apagará. Valentino me hace seña para saber si iba a contestar el mensaje que me ha caído, y es que puede que sea mamá o uno de los clientes que tengo pero prefiero esperar un rato más. Levanto la mira y le sonrío a Valentino.

-Claro que me gustaría un consejo tuyo, Val.

Parece que nunca se espero que le contestara así. Todo su rostro se ruboriza y una sonrisa de pena aparece nuevamente haciendo que me ría por lo bajo. Respiramos profundo al unísono y nos calmamos para poder tomarnos esto enserio.

-Primero, te pregunto. Si ni siquiera lo conoces o no tienes ni idea de quién puede ser, ¿Cómo no te da miedo que alguien que no sabe quién es te escriba de tal manera que haga ver que sabe mucho de ti?

-No lo había pensado a decir verdad...-me quedo pensando en lo que dice y en verdad suena hasta aterrador-. Ahora que lo dices y lo pienso bien, es hasta aterrador, aunque también puede ser cualquiera de mis conocidos intentando hacerme una broma.

-Y de los que tú le has mostrado o contado de ese cuadro que hiciste, ¿Quiénes son? Porque si se lo contaste a un grupo pequeño de tus conocidos puedes estar segura que no es un acosador...o alguien haciéndote una broma... tal vez.

Pintame una noche blancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora