Capitulo 17

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Dejando de lado todo, agarramos hacia donde están los chicos y nos sentamos alrededor justo en las dos sillas que nos reservaron. Apenas me siento en el puesto saludo a todos recibiendo su saludo devuelta. Valentino hace lo mismo y nos quedamos escuchando de lo que estaban hablando. Axel, Selena y Marina están hablando con una de las chicas del grupo de amigos de Valentino, y por cómo está sentada en la mesa y está en el medio de los demás, supongo que esa es la Vaggatha de la que me habló él.

-Dentro de un rato nos tocará irnos ya que faltan dos agrupaciones para entrar nosotros- dice la chica concentrada viendo el teléfono-. ¿Les quedó claro? Valentino, Francisco, Luz, Sebastián.

Todos asienten con la cabeza con un pequeño gruñido indicando que están de acuerdo... excepto Valentino; él tuerce los ojos y saca su teléfono sin darle importancia a lo que dice la chica. Sus compañeros le hacen todas las señas posibles para llamar su atención para que sacara su cara de su celular pero este ni se inmuta haciendo que la chica que dio el comunicado se voltease viéndole con mala cara.

- ¿Acaso no escuchaste o te estás haciendo el que no escuchas? -le interroga en tono grosero poniéndose de frente a Valentino-. Sabes que me tienes que obedecer si no quieres volver a tener problema conmigo.

Ella se agarra de ambos extremos de la silla quedando cara a cara con Valentino. Lo único que separa sus caras es el teléfono que Valentino tiene entre sus manos. Al ver esto siento una horrible tensión que se está generando entre esos dos, y sé que no debería involucrarme pero solo para recordar la emoción que se siente, si sería capaz de patearla si veo que la cosas se ponen fea.

Él baja su teléfono lentamente para que la chica le viese la sonrisa burlona que carga junto a sus dos cejas arrugas:

-Sí, sí, Rosario Tijeras, si te escuché, solo que me pareció estúpido responder por que de todas formas siempre vas a conseguir la manera de arrastrarnos y que participemos, así que estuvo de más eso-le contesta irónico con un gesto de profundo asco-. Amamos tocar por que nos apasiona, pero todos aquí sentimos que es como estar en el infierno porque para todo tienes que pelear. Así que si quieres volver a mentir para meterme en un problema: adelante, para lo que me importa.

Vaggatha tiene los ojos tan abiertos como dos platos al igual que todos nosotros, y sus amigos ni hablar, están que tiemblan de los nervios. Ella tiene los ojos brillosos a punto de llorar y con la quijada moviéndose pero sin producir el más mínimo ruido. Está lista para decir algo, pero como nadie aquí estábamos preparados para algo como lo que Valentino dijo debió dejarla con tres tuerca suelta a la pobre.

Valentino pone su celular en sus piernas y se cruza de brazos sin dejarla de mirar a la cara que ahora están sin su dispositivo en mano, sus rostros están separados por escasos centímetros de distancia, pero él hace que eso centímetros sean aun menos cuando se acerca a ella un poco más y con tono serio mira a sus compañeros de reojo.

-Todo sabemos de lo que eres capaz aquí, no te lo voy a negar. Pero estás aquí solo porque eres la hija del rector, pero aquí todos estábamos esperando al día de hoy para poder dejarte botada ya que nos tiene hartos tus mentiras en la que nos vives mintiendo en problemas por tus caprichos. Si quieres ir a decir que te hice algo o que te robé como la ultima vez... adelante, que ya nadie te cree porque ya conocemos tus mentiras.

Ella se queda paralizada y la chica que está al lado de Valentino la agarra por los hombros y la separa de Val para llevársela fuera del pequeño negocio. Todos estamos catatónicos, hasta el mismo Axel que suele ser el más grosero y siempre es el que hace escena así, pero lo que nos impacto no fue la actitud de él, si no lo que dijo.

Sus amigos se acercan para hablarle en privado, mientras que Luz se llevó a Vaggatha que parecía estar en shock y no es para menos. Axel se inclina hacia donde estoy y me hace seña de que hable con Valentino pero niego con la cabeza disimuladamente para que nadie se diese cuenta de lo que ha pasado. Marina, Selena, Axel, Ezequiel, Samuel, hacemos como si nada hubiese pasado, Sol por otro se acerca a Valentino para ver si estaba bien.

-Psss...

Veo de donde viene el pitido es Marina que con la mano me pide que me acerque. Ella está a mi lado así que con solo voltear mi cuerpo hacia ella fue suficiente como para tenerla de frente. Ella, al igual que Selena y Samuel lucen totalmente extrañado, pero sin dejar de mostrar interés por lo que pasa.

- ¿Qué le pasa al amiguito tuyo? -murmura Selena a lo que le salta encima Marina desde los hombros de la morena.

-Me tienes que contar todo lo que pasó con él mientras no estábamos contigo.

Marina murmura igual, pero su voz es muy escandalosa y todos voltean a ver quién es la que está hablando, entre ellos, Sol y Valentino. Carajo, como me molesta cuando Marina hace este tipo de cosa para llamar la atención, aunque no sea intencionalmente. Yo la miro de mala manera y le hago un ademan con la mano para que se olvide de cualquier cosa que le pueda contar.

- ¿No les gustaría salir de aquí y escuchar música allá afuera?

Enfoco mi atención hacia a la persona que habló, que, cuando me percato noto que fue Sol el que hizo la pregunta. Valentino sigue sentando en la silla con el brazo acostando en el reposa brazo y Sol esta apoyándose con ambas manos en esta sin tener contacto con el otro. Todos aceptaron, eso incluyéndome. Viendo que todos quieres salir del puesto Valentino suspira y se levanta con pesadez y de mala gana sonándose todo los huesos.

Nos levantamos uno por uno de manera desordenada arreglando el lugar donde nos sentamos dejándolo mejor que cuando lo conseguimos. Nos dirigimos todos en grupo ya un poco más animado a la puerta para poder salir. El primero en salir fue Valentino manteniendo la puerta abierta desde afuera para que el resto pasáramos: pasan los primos, Marinas sale corriendo como una vehemente hacia la fiesta llevándose por delante a Samuel y Ezequiel, luego pasa Selena dándole las gracias a Val, pasa Axel dándole un pequeño golpe en el hombre y este se lo devuelve con fraternidad, y por último paso yo dando la gracia tal como lo hizo Selena.

Axel, Valentino y yo caminamos detrás del grupo para acercarnos a la fiesta y poder disfrutar la noche. Adiós, preocupaciones, adiós tensiones de mala muerte. Ya es hora de despegar la mente.

Pintame una noche blancaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora