SINISTER INVESTIGATION

Sombras en la oscuridad

Capítulo 13

El corazón de Taehyung latía con fuerza en su pecho mientras se acurrucaba detrás del sofá, su respiración apenas audible. La puerta se había abierto de golpe, y las figuras encapuchadas que habían entrado en la casa de Namjoon parecían tener intenciones siniestras. Todo se había vuelto un juego de sombras y silencios, y la adrenalina corría por sus venas como un río desbordante.

Jimin, a su lado, tenía los ojos bien abiertos, su rostro pálido y lleno de temor. Namjoon, que estaba más cerca de la puerta, se asomó ligeramente, intentando identificar a los intrusos.

-¿Quiénes son? -susurró Jimin, apretando el brazo de Taehyung con fuerza.

-No lo sé -respondió Taehyung, sintiendo que el pánico comenzaba a apoderarse de él-. Pero tenemos que mantenernos en silencio.

Las figuras comenzaron a explorar la sala, moviéndose con una confianza inquietante. Las linternas de sus teléfonos iluminaban el espacio, y Taehyung se preguntó qué estaban buscando. ¿Habían venido a buscar algo relacionado con Seokjin? ¿Sabían lo que habían descubierto?

Una de las sombras se acercó a la mesa, y Taehyung contuvo el aliento mientras observaba cómo el intruso registraba rápidamente los documentos y cuadernos que Namjoon había dejado esparcidos. De repente, el hombre alzó la vista, su mirada fija en el sofá donde estaban escondidos.

-No están aquí -dijo con voz profunda-. Vamos a revisar la habitación.

El terror se apoderó de Taehyung al escuchar esas palabras. Sabía que no tendrían mucho tiempo. -Tenemos que salir de aquí -susurró a Jimin y Namjoon-. Ahora.

Sin esperar una respuesta, se deslizó hacia la cocina, empujando suavemente a sus amigos para que lo siguieran. Las sombras comenzaron a moverse por la sala, y el sonido de sus pasos resonaba cada vez más cerca.

Al llegar a la cocina, Taehyung miró por la ventana. La calle estaba desierta, pero el camino hacia la salida parecía un laberinto. -¿Qué hacemos? -preguntó Jimin, su voz temblando.

-Saltemos por la ventana -respondió Namjoon, señalando la salida. -Es nuestra única opción.

Con un nudo en el estómago, Taehyung asintió. No había tiempo que perder. Se acercó a la ventana y la abrió de golpe, el aire fresco de la noche inundando la habitación. Con un último vistazo atrás, hizo un gesto a sus amigos para que se apresuraran.

-Uno por uno -dijo Namjoon, ayudando a Jimin a salir primero antes de seguir él mismo.

Cuando Taehyung se deslizó por la ventana, su corazón latía con fuerza, consciente de que cualquier sonido podría delatarlos. Aterrizó con un golpe sordo en el jardín trasero, su cuerpo se tensó al escuchar un grito desde adentro de la casa.

-¡Busquen en la cocina! -gritó uno de los intrusos.

El pánico se apoderó de Taehyung mientras comenzaban a correr. No tenían idea de hacia dónde se dirigían, pero necesitaban escapar. A medida que avanzaban, Taehyung sentía que el terror los perseguía. El eco de sus pasos resonaba en sus oídos, como un recordatorio constante de que estaban siendo cazados.

-Debemos separarnos -sugirió Namjoon, su rostro pálido por la adrenalina. -Si nos ven juntos, será más fácil que nos atrapen.

Con un asentimiento involuntario, Taehyung y Jimin se miraron, sabiendo que era la única opción. Se dispersaron entre los arbustos y los árboles del jardín, sus cuerpos se movían en silencio mientras las voces de los intrusos resonaban en la distancia.

Taehyung se escondió detrás de un árbol, su respiración entrecortada mientras observaba el movimiento en el jardín. Podía ver las sombras moverse, buscando en cada rincón. Su mente giraba en círculos, preguntándose qué habían descubierto y por qué Seokjin había estado en el medio de todo esto.

Unas calles más allá, escuchó a lo lejos las sirenas de la policía. La esperanza lo invadió por un momento, pero también el miedo a que las cosas se complicaran aún más. Si los intrusos estaban ahí, había una alta posibilidad de que no se detuvieran. Debían encontrar respuestas.

Con cuidado, Taehyung comenzó a moverse, buscando una ruta de escape. Se alejó del lugar, sin darse cuenta de que un par de ojos lo observaban desde la oscuridad.

-Tae -susurró una voz familiar. Era Jimin, que había encontrado un lugar para esconderse también-. ¡Rápido!

Sin pensarlo dos veces, Taehyung corrió hacia él. -Vamos a la estación de policía -dijo, decidido. -Podemos contarles todo.

-¿Y si ellos están involucrados en esto? -replicó Jimin, su rostro aún lleno de dudas.

La idea lo había atormentado también. Pero no tenían muchas opciones. Se movieron rápidamente hacia la estación, el sonido de sus pasos resonando en el silencio de la noche.

Al llegar a la estación, Taehyung sintió un respiro de alivio. La luz iluminaba la entrada, y la presencia de los oficiales les daba un sentido de seguridad, aunque era frágil.

-¿Están seguros de que esto es lo correcto? -preguntó Jimin, su voz temblando mientras se acercaban.

-Debemos arriesgarnos. No podemos seguir así -respondió Taehyung, su determinación firme.

Entraron a la estación, y Taehyung se dirigió a la recepción. -Necesitamos hablar con alguien sobre mi hermano, Seokjin. Está en peligro, y hay personas buscando respuestas.

La oficial de turno los miró, confundida. -¿Qué sucede? ¿Dónde está su hermano?

-No está bien. -Las palabras salieron de los labios de Taehyung como un grito desesperado-. Su vida está en riesgo, y hay gente que lo está buscando.

La oficial levantó una ceja, pero al ver la angustia en sus rostros, decidió escuchar. -Por favor, acompáñenme a la sala de interrogatorios. Necesito tomar su declaración.

Mientras los llevaba a la sala, Taehyung sintió que la tensión aumentaba. ¿Tendrían el valor de contarles toda la verdad? A medida que se sentaban frente a la oficial, sabía que estaban a punto de abrir una caja de Pandora llena de secretos oscuros.

El miedo se transformó en determinación. Si Seokjin había estado involucrado en algo peligroso, ellos lo descubrirían. No había vuelta atrás. La verdad debía salir a la luz, incluso si eso significaba enfrentarse a sus propios demonios.