56. La promesa de Kai.

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Kai despertó a mitad de la noche. Nuevamente, tuvo una pesadilla. Y, como casi todas las noches, el pequeño niño de cinco años corre hasta la habitación en donde su hermana mayor descansa.

—Alice… —dice una voz infantil y temerosa.

El ángel de la humanidad dormía en su elegante cama de sábanas blancas, rellenas de plumas de los últimos cisnes de la tierra.

—¿Otra pesadilla? —dijo, abriendo sus ojos celestes y girando la cabeza, a lo que Kai solo asintió un poco apenado—. Sube y cuéntamelo todo.

Y así lo hizo. Alice se acomodo a un lado, dejando que el miembro más joven de la familia Elliott se acurrucara a su lado.

—Muy bien, ¿que fue ahora? —dijo, acariciando la cabeza de su hermanito—. ¿Otra vez tienes miedo de nuestra llegada a Copper 9?

—Si… Soñe que lastimaban a alguien…

—Descuida, mientras esté contigo, todo estará bien.

—Soñe que te perdía… Que los demonios de Hierro te hacían algo, que te alejaban de mi lado —Kai se aferró con sus bracitos a su hermana—. No quiero perderte.

—Ay, Kai… —corresponde el abrazo—. No tienes porqué preocuparte por eso. Los Elliott no morimos de viejos, ¿recuerdas? … Además, soy tu hermana mayor, es imposible que uno de esos demonios de hierro logre derrotarme.

—¿Y si lo hacen?

—No podrían.

—¿Cómo estás tan segura?

—Simplemente, porque no podría morir sabiendo que aún me necesitas. ¿Crees que podría dejar a alguien como Petra como hermana mayor? Todo se volvería un caos, jsjs. —al ver que Kai no se calmaba, decidió probar otra cosa—. No soy eterna, sin embargo, puedo jurarte algo. Que siempre que me necesites, allí estaré, de una manera u otra.

—¿Lo prometes?

—Hagamos un trato. Si es que en algún momento tiene miedo y no estoy contigo —saca un pequeño peluche promocional de JcJenson, un murder drone pequeño que alguna vez le repartieron a los niños de la tierra, una reliquia que casi no existía en la actualidad y de tan buena calidad que aún perduraba—. Quiero que abraces a ese pequeño peluche, y te por seguro, que sin importar la distancia o el peligro, yo estaré en camino.

—¿Como…?

—Tiene un rastreador cuando lo aprietas. Lindo, ¿No? —dijo, levantando un controlador.

Kai vio el peluche, lo abrazó y del control salió un pitido chistoso. El río, abrazando a su hermano favorito con ternura.

Los demonios de hierro estaban invadiendo una colonia, y el cuarto regimiento de la humanidad “Escudos Esmeraldas” están defendiendo lo mejor que pueden.

Son un total de 30 blood drones quienes rodean las colonias, destruyendo las defensas desde hace varias horas y lanzándose rampante para matar a los humanos.

Sin embargo, lo que ninguno de ellos esperaba era que un soldado decidió ponerse al frente para darle la vuelta a la batalla.

En medio de la masacre, los “Escudos Esmeraldas” se forman y se arrodillan, sin importarles la presencia de los blood drones que pronto se ven confundidos.

—Todos arrodíllense ante su Elliott —dijo Katherine, una de las más destacadas en el regimiento, cuello escuchó era una cabeza más grande que ella y, a pesar de ellos, lo usaba para luchar en contra los demonios de hierro.

Batalla por Copper 9 || [MURDER DRONES AU]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora