Una maldición se hizo presente en la cual la reina dio a luz a un niño tras haber cumplido si etapa de maduración, para su sorpresa del pequeño bebe en la cual emitía una aura oscura que asombro a los magos y sacerdotes que se encontraban presentes en el lugar, era predecible que el tercer hijo del rey traería la destrucción del reino.
—Envía inmediatamente a este niño al calabozo de la torre oeste y que no salga de ahí hasta dar mi mandato.
El repentino cambio de actitud del rey dejo en desconcertó a la reina en la cual al intentar luchar para proteger a su pequeño por la gran pérdida de sangre murió sin poder cargar a su bebe, el pequeño infante tras sus primeras horas de nacido fue encarcelado sin tener un prevé cuidado que pudieran otorgarle.
El pequeño infante luchando por sobrevaluar su vida logro crecer y sobrevivir en ese insólito lugar donde el sol no pegaba, las ratas rodeaban su celda y la poca higiene del lugar. En cada cierto tiempo venia un guardia a traerle comido y agua en la cual le tiraba todo al suelo tratando a un prisionero, la hogaza de pan dura y mojoso y el agua se veía tan sucia y marrón como si lavaran hay el coleto.
—Es hora de tu baño. _Dice la sirvienta a cargo.
A pesar de haber pasado los largos años en la cual actualmente el pequeño niño estaba en un estado de desnutrición, su cabello estaba marrón de tanta suciedad sus uñas estaban largas en la cual jamás habían sido cortadas y con la edad de los 8 años a pesar de no lograr hablar se mantenía como un muñeco con vida, pero sin alma en sus ojos.
—Rayos! ¿Por qué tengo que hacer la única en limpiar a este niño? ¡Prefería morir que venir aqui!
Todo el tiempo en que era atendido, la sirvienta se quejaba y con mucha fuerza y golpes bañaba al pequeño en la cual tras su inocencia no sabía el motivo porque lo trataban tan mal, o porque se encontraba metido en esa celda oscura que olía muy mal.
—Ya deja de moverte. _*Pas, le da una cachetada* —Si no fuera una orden del príncipe heredero jamás hubiera venido en primer lugar.
El maltrato y los golpes eran constantes, al ser bañado dos veces por semana y ser alimentado una vez por semana los guardias cambiaban turno para vigilarlo y en cada cambio de turno venía a descargar su frustración en golpear al pequeño en la cual no tenía forma de defenderse eso era constante hasta convertirse en una rutina diaria en la cual el niño no tenía ninguna salida a donde acudir.
Al no comprender las palabras que salían de la boca de las personas que lo maltratan intentaba copiarlo pero lo único que le salía era un silencio y un leve sonido entre cortado, lo único que podía era entender la pequeña voz que estaba en su interior- (¿Porque? ¡¿Que eh hecho yo, para merecer este trato?!) Se preguntaba cada día, cada noche en su encarcelamiento teniendo cadenas entre su cuello, muñecas y tobillos como si fuese un animal y entre su cuerpo horribles cicatrices que eran como marcas de año en su tiempo encarcelado hasta que un cierto día entrando al lugar en forma natural observo con furia y odio a la única persona que no conocía pero entendía el idioma.
—Fiuuu! Ese mocoso, ¿Todavía sigue vivo? ¿Qué hacen esos guardias para terminar de matarlo?
Al ver el estado en que se encontraba el pequeño chico no le importo en lo más mínimo, ya que su visita entre las cárceles fue un movimiento forzado pasando de largo el chico no logro ver, pero si reconoció la voz y el aura roja que emitía.
8 años han pasado, nuestro pequeño niño ahora se había convertido en un adolescente, pero como por cuestión de desnutrición su cuerpo no se desarrolló como es debido al escuchar el bullicio de los guardias noto que alguien pasaba por su celda en la cual al no verlo en aquel anterior periodo de tiempo esta vez, pude reconocer a la persona que tantas veces su voz interior le indicaba una cosa. (Mata al emperador.) Al reconocerlo de inmediato una sed de sangre corrió por su cuerpo en la cual no titubeó en mostrarle un rostro desagradable en su segundo encuentro, a esa falta el emperador le dio una orden al guardia en la cual al irse inmediatamente tomaron de las cadenas al prisionero llevándolo a un lugar mucho más oscuro y nauseabundo.
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El hijo despreciado del Rey
RomanceUn editor de libros reencarno en el cuerpo del personaje mas odiado por su padre, al cambiar el rumbo de la historia se convierte en el hijo adoptivo del Duque Easter en la cual su única misión es cambiar su trágico destino de los otros personajes i...