Sin guitarrista

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En medio del bullicio de la ciudad, Jimin se encontraba frente al espejo del camerino, ajustándose la chaqueta y tratando de calmar los nervios. Debido a que está noche iba a ser especial, no solo porque sería su primera actuación en solitario, sino porque significaba mucho más que eso. Al entrar al escenario, Jimin notó la ausencia de un guitarrista. Su corazón dio un vuelco, sabía que algo no estaba bien.

Justo cuando el público comenzaba a murmurar, apareció una figura familiar entre las sombras del backstage. Era Yoongi, su exnovio y guitarrista, quien había decidido dar el paso y suplir al músico ausente. Los ojos de Jimin se encontraron con los de Yoongi, y en ese instante, todo el pasado y los sentimientos enterrados emergieron de golpe, sintiendo esa conexión que ellos pensaban que se había perdido.

Yoongi tomó la guía del ritmo, agarro su guitarra y finalmente subió al escenario, Jimin no pudo evitar sonreír. La música los envolvía en una burbuja donde solo existían ellos dos. Cada nota que Yoongi tocaba, resonaba con la misma intensidad de sus viejas conversaciones, y cada palabra que Jimin cantaba llevaba el peso de un amor que nunca se había apagado del todo.

Al finalizar la canción, el público estalló en aplausos, pero para Jimin y Yoongi, el momento más importante había sido entre ellos, bajaron del escenario y ambos se fueron al camerino de Jimin, sin necesidad de palabras, ambos se miraron y supieron que esa conexión aún estaba viva.

Se dieron cuenta que el sonido de la guitarra de Yoongi se mezclaba perfectamente con la voz de Jimin. Cada acorde parecía tejido con hilos de recuerdos y anhelos no expresados. Mientras cantaban juntos, Jimin se dio cuenta de lo mucho que extrañaba esos momentos compartidos en escenarios pasados, cuando todo era simple y la música era suficiente para mantenerlos unidos.

Jimin sintió una mezcla de euforia y nostalgia. Sin una palabra de por medio se acercó a Yoongi. La tensión que había entre ellos durante tanto tiempo parecía haberse disipado con esa actuación.

En un impulso, Yoongi tomó la mano de Jimin y lo miró directamente a los ojos. -¿Te das cuenta de lo que acabamos de hacer? - Jimin asintió, incapaz de hablar. -No es solo la música, Jimin. Eres tú y soy yo. Es todo lo que fuimos y todo lo que podríamos ser-.

Una sonrisa se formó en los labios de Jimin. -Siempre has tenido una forma de hacerme entender las cosas con la música, Yoongi-. Y, sin más preámbulos, juntaron sus labios, iniciando algo que nunca debió de terminar, dejando que la presión del pasado se desvaneciera. Entendieron que este era su nuevo comienzo, uno donde la música y el amor podrían coexistir sin las barreras del pasado.

La actuación de esa noche se convirtió en el inicio de algo nuevo. Jimin y Yoongi decidieron darles a sus corazones otra oportunidad, sabiendo que, pase lo que pase, siempre tendrían la música para guiarlos.

Amor en el escenario (one shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora