27 De Septiembre

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–Dime que no es cierto... Por favor dime que no es verdad–Sana temblaba mientras sus ojos se cristalizaban por las lágrimas que se acumulaban en sus ojos.

Todos miraban a la joven con dudas, no entendían absolutamente nada de lo que estaba pasando.
No sabían donde estaba Momo, sus padres, amigos, todo era muy extraño y comenzaba a dar a entender algo que nadie esperaba.

El padre de Sana se acercó a ella junto con Bangchan su mejor amigo.

–Hija... –

–¡No!–Gritó de repente y todos en la iglesia se asustaron.

–Sana tranquilizate–Dijo Bang con cierto dolor.

Justo en ese momento Sana salió corriendo de la iglesia dejando a todos murmurando cosas, corría por los pasillos con su vista nublada mientras chocaba con las personas que merodeaban por allí.

Encontró un cuarto y se metió allí, cerró la puerta con seguro y comenzó a llorar con todo el dolor del mundo. En medio de tanto sufrimiento no entendía absolutamente nada, ella tenía en su mente que este día tan esperado sería el más hermoso de su vida, era lo que más anhelaba hacer y más con quien era el amor de su vida pero ver como la habían dejado plantada sin ningún tipo de explicación y solo una carta la hizo sentir como sino valiera absolutamente nada.

Se dejó caer en el suelo y volvió a mirar la carta y leyó de nuevo cada línea que decía:

Sana

Puede que estés leyendo esto y no entiendas muy bien pero no sabía que otra manera hacerlo. Estamos estado juntas por tantos años que todos los días me pregunté que hice para marecerte, todo el mundo sueña con este día, casarse con el amor de su vida y formar una hermosa familia pero yo... Yo me di cuenta de que no es algo que quiero te quiero mucho pero mi amor no es tan fuerte y sincero para estar contigo de pie frente a Dios uniendo nuestros corazones. Ojalá y entiendas porque lo hice, mereces a alguien mejor y se que ya lo tienes, al igual que yo. No me busques ni trates de entender mi decisión, vive tu vida y yo viviré la mía lejos de ti, nunca tuve el valor de decírtelo porque se que no aguantarías no después de todo lo vivido pero... No te amo y jamás lo hice, así que lo siento pero no quiero ser tu esposa ni hoy ni nunca.

Att: Momo

Sana de nuevo se volvió a romper, no entendía como alguien puede hacerle tanto daño a alguien quien jamás hizo nada malo. De verdad que esperaba cualquier cosa en la vida menos que Momo le hiciera tanto daño con una nota tan simple.

Eso quiere decir que ¿Todo lo vivido junto a ella fue mentira? ¿Jamás me amó? Penso Sana aún sin poder creer nada.

–¿Qué te hice Momo? ¿De verdad no fuiste feliz conmigo?—Se decía así misma con los ojos cerrados.

No aguantó más y junto sus piernas, se hizo bola y comenzó a llorar abrazando la carta así por horas.




Habían pasado más de dos horas y todo el mundo buscaba a Sana como si hubiera hecho lo más terrible. Los padres, amigos y familiares salieron buscándola, mientras que Bangchan preguntaba a todo el mundo dentro si la habían visto, estos dijeron que si. Después de buscarla llegó a un cuarto el cual no había revisado, abrió con cuidado la puerta y su corazón se rompió al verla en el suelo tirada, fue corriendo a ella pensando en que algo le había pasado pero solo se quedó dormida.

–Sana, Sana... Despierta, nos diste un susto tremendo–

–¿Porqué lo hizo? ¿Porqué me dejó así tan mal? ¿Tan mala soy? ¿Merezco esto? —Decía llorando abrazada a su mejor amigo.

–No lo sé y no, no mereces nada de esto prometo que buscaremos la respuesta a todo esto y haremos pagar a Momo lo que te hizo, no mereces llorar por personas que no te aman, yo estoy aquí para lo que necesites–Dijo con una cara que no se podía describir, entre lloros y lamentos este solo abrazaba a su "mejor amiga".























En otro lado de la ciudad...

–Familiares de Hirai Momo–Habló un Doctor.

–Somos nosotros ¿Cómo está nuestra hija?—Habló una señora muy preocupada quien era sostenida por su esposo.

–El accidente fue muy fuerte y grave, eran dos vidas por una... El bebé está bien, estable y fuera de peligro pero–

–¿Como está mi hija?–El señor Hirai no podía más, necesitaba saber como estaba su bebé.

–Hicimos todo lo que pudimos–Dijo triste el Doctor.

En ese momento la señora Hirai echó un grito desolador que se escuchó por todo el pasillo, el señor Hirai sintió como su vida se rompía en pedazos y Seungkwan quien era el mejor amigo de la japonesa sintió que todo su esfuerzo fue en vano.

–¡Mi hijaaaaaa! ¡Llévame a mi y tráemela de regreso! ¡Momo! –Eran los gritos de los padres de Momo.
















Vas a pagar por todo lo que hiciste....













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⏰ Última actualización: Nov 07 ⏰

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