Capítulo 12

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Camine sin rumbo por las calles del pueblo

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Camine sin rumbo por las calles del pueblo. No tenía ningún lugar a donde ir, mi teléfono estaba muerto y Sofía estaba de viaje en la casa de sus padres por lo que no podía ir a su departamento.

Caminaba por el parque con miles de pensamientos, mi labio inferior temblaba gracias al frío que hacía, mis parpados se sentían pesados. Hurgué en los bolsillos de mi vaquero y encontré algo de dinero.

Me dirigí a un hotel cercano y al llegar a la pequeña recepción una mujer con labios rojos y el cabello rubio me miro con desinterés.

—La noche cuesta 40 dólares y 55 con jacuzzi —hablo desinteresada y extendió la mano para tomar el dinero.

Con algo de vergüenza saqué lo único que tenía en los bolsillos.

—Buenas noches, solo tengo 35 dólares, ¿podría hacer una excepción? — pregunté casi suplicante.

—niña, esto no es beneficencia para aceptar limosna, mejor duerme en la calle con tus 35 dólares —hablo arisca.

—Por favor, no tengo a donde ir —junte ambas palmas en súplica. Si dormía en la calle lo más probable es que moriría de hipotermia.

La puerta hizo un ruido y vi al hombre que acababa de entrar, por su olor y aspecto deduje que estaba ebrio.

—Dame una habitación —pidió de manera grosera, la mujer se dio la vuelta para tomar una llave. La mirada del hombre cayó en mí y me puse nerviosa de inmediato.

—Oh, vaya. ¿Acaso pusiste un servicio plus por la habitación? —le pregunto el hombre a la mujer, aun con la mirada sobre mí.

Baje la cabeza, no quería tener más problemas ahora.

El hombre levantó la mano acercándola a mí, me incomodé, pero antes de que pudiera tocarme la mujer agarro su muñeca mirándolo de forma amenazante.

—sabes que no permito esto en mi negocio—arqueo una ceja hacia el hombre que retiro la mano con molestia.

Le dio unos billetes a la mujer y tomo la llave, antes de irse al ascensor me guiño un ojo lo que me causo asco.

—Mira, puedo dejar que te quedes, pero no será una habitación lujosa ni nada por el estilo —dijo después de soltar un suspiro y verme. Automáticamente asentí y le di el dinero.

—Muchas gracias —agradecí mientras ella buscaba unas llaves en un cajón.

—ven, te guiaré.

La seguí pasando por diferentes pasillos hasta que llegamos al final de uno, la luz de este fallaba un poco dando un aire tenebroso como en las películas de terror.

Abrió la puerta poniéndose a un lado —Solo es una noche, mañana debes irte —hablo y asentí para volver a agradecerle.

Después de que se fue, entre y cerré la puerta poniendo pestillo, saque una moneda que tenía y la puse sombre la manilla. Un viejo truco de hotel que vi en TikTok.

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⏰ Última actualización: Nov 03 ⏰

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