David
Nunca pensé que terminaría aquí, en este pequeño pueblo llamado Bahía Escondida. Incluso el nombre suena como el de uno de esos lugares que solo existen en los mapas antiguos, los que apenas se mencionan en clase de historia. Pero aquí estoy, de pie junto a la camioneta de mi abuela, con una sola maleta en la mano y el mundo que conocía a miles de kilómetros de distancia.
Cuando mis padres me dijeron que iban a separarse, sentí que el suelo se desmoronaba bajo mis pies. El fútbol siempre había sido mi refugio, el lugar donde nada más importaba, donde podía escapar de las peleas constantes y los silencios incómodos en casa. Pero cuando todo se vino abajo, no hubo entrenamiento ni partido que pudiera distraerme de la realidad.
Así que aquí estoy, lejos del equipo, de mis amigos, de todo lo que conocía. Mi madre pensó que sería mejor para mí alejarme de todo por un tiempo, como si cambiar de escenario pudiera arreglar el desastre que hay dentro de mí. Ahora, en lugar de estar en el campo, sudando y gritando con los chicos, estoy en Bahía Escondida, un pueblo tan pequeño que todos se conocen por su nombre, y donde lo más emocionante que parece suceder es el atardecer en la playa.
Mientras camino por el sendero de grava que lleva a la vieja casa de mi abuela, no puedo evitar sentirme extraño. Es como si me hubieran arrancado de mi vida y colocado en una que no me pertenece. Las casas aquí son antiguas, con techos de tejas desgastadas y jardines llenos de flores que no conozco. No es que me importe mucho la jardinería, pero todo esto me resulta tan... ajeno.
No sé cómo se supone que deba sentirme. Perdido, supongo. Enojado, sí, eso también. Mis padres se separan y de repente soy yo el que tiene que dejarlo todo. Es como si estuviera siendo castigado por algo que ni siquiera hice. Y lo peor es que, a pesar de todo, no puedo evitar sentir una punzada de alivio. Tal vez es mejor así, lejos de las miradas de lástima de mis compañeros de equipo, lejos de las preguntas que no quiero responder.
El fútbol era mi vida, pero ahora parece tan distante como el resto de lo que solía ser normal. No es que haya dejado de ser parte de mí, pero ahora todo está en pausa. No sé si alguna vez podré volver a sentir esa pasión, ese enfoque que me hacía olvidar todo lo demás. Ahora, solo me siento... vacío.
Quizás este verano en Bahía Escondida sea una oportunidad para despejar mi mente, aunque la verdad no estoy seguro de qué esperar. Es un lugar tan diferente de la ciudad, tan tranquilo que me asusta un poco. No sé si aquí podré encontrar algo que me ayude a dejar de sentirme así, pero supongo que no tengo otra opción más que intentarlo.
Llegué a este lugar buscando una pausa, un respiro, pero lo que más me asusta es que quizás, en el fondo, lo que realmente necesito es enfrentarme a lo que estoy tratando de evitar.
La casa de mi abuela está al final de una calle que parece haber sido olvidada por el tiempo. El jardín está lleno de plantas que no puedo identificar, y las flores tienen colores tan vivos que parecen casi surrealistas. Mi abuela ha mantenido la casa como la recordaba, con las paredes blancas desgastadas por el sol y las ventanas grandes que dejan entrar la luz del día. No es una mansión, ni mucho menos, pero tiene un encanto antiguo que, honestamente, me deja con una sensación extraña.
Cuando entro a la casa, el olor a madera y a una mezcla de perfumes florales me envuelve. Es el tipo de aroma que siempre asocio con las visitas a la casa de mi abuela. Las paredes están adornadas con fotos enmarcadas de épocas pasadas: mi madre de niña, mis abuelos en sus años jóvenes, y algunos paisajes que parecen de otro mundo. La decoración es un poco anticuada, con muebles que tienen un aire elegante pero también un poco deslucido. Todo parece tranquilo y ordenado, pero el silencio es pesado, casi como si estuviera esperando que algo lo rompiera.
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Bajo la luz del faro
RomanceDavid, un joven que enfrenta la separación de sus padres y es enviado a Bahía Escondida, un pequeño pueblo costero, para vivir con su abuela durante el verano. La novela explora sus emociones de desarraigo, su dificultad para dejar atrás su vida ant...