Sé que tiene razón en cada una de sus palabras. Las cosas con Sebastián llevan sin estar bien desde hace algún tiempo. No sé si eso me llevó a soñar con Mateo, o desde aquel sueño las cosas han empeorado, pero soy consciente de que mentirle con mis horarios para no estar en su casa es una mala señal. Que no querer acostarme con él es una mala señal. Que soñar que tenga detalles conmigo que tienen hombres que conozco desde mucho menos tiempo es una mala señal.
- Lo sé.
Confieso.
M: ¿Por qué te cuesta tanto salir de esa relación?
Pregunta sin tapujos. Me encojo de hombros dudosa.
M: María.
Me llama. Me gusta ser una anónima para él.
M: Puedes contarme lo que sea.
Agradezco ese juramento de confianza. Lo haría, me siento cómoda con el.
- Es que de verdad, no tengo una respuesta.
Resoplo.
- Supongo que porque le quiero.
M: ¿Y el te quiere a ti?
- Claro que me quiere.
Aseguro convencida.
M: ¿Para ti que es el amor?
- Joder, Michael.
Enciendo otro piti. Terminará siendo cierto que se me quedará helado el café, pero no podré comprobarlo, con un gesto se lo he regalado a él.
M: Pues igual tendrías que contestar esa pregunta primero.
- No lo pienso demasiado.
Confieso.
- Ya sabes, supongo que una relación estable, donde ambas partes se respeten y cuiden.
M: Yo no sé si vosotros tendréis una relación estable, ni tampoco si tú le respetas y le cuidas, pero ayer me ha quedado claro que él no a ti.
- Ya.
Asumo una realidad que aunque no es nueva, si más dolorosa al escucharla convertida en palabras por una persona que conozco hace unas horas.
M: Lo siento.
Se disculpa arrepentido.
M: He sido demasiado entrometido.
- Sí.
Le doy la razón.
- Pero no puedo desmentir nada de lo que dices.
Abre sus brazos invitándome a abrazarle, dudo por unos segundos, pero acabo aceptando y rodeándole con mis brazos. Él hace lo mismo. Me quedo allí por unos minutos. Michael tiene razón, tengo que dejar a Sebastián.
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Todos los secretos (Segunda parte)
RomanceUna historia en la que TODOS tienen algo que ocultar