Capítulo 10: Día de picnic.

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Aron estaba devastado en su cama, se sentía confundido, sentía su corazón acelerado, apartaba sus manos del portátil y las observaba detenidamente, estaba tembloroso. Sentía presión en su pecho, comenzó a calentarse y a sentir que se ahogaba. Agarró su pecho con firmeza mientras sus extremidades temblaban. Aron trataba de respirar, pero las sensaciones no se detenían, su corazón se aceleraba mas y lo único que veían sus ojos eran las lágrimas cayendo bajo su rostro constantemente. Cientos de cosas pasaban por la mente de Aron en ese instante, "no puede ser" "no puedo sentir eso por un chico" "esto no tiene sentido". El estrés y la ansiedad que sentía Aron en ese momento fueron lo suficientemente fuertes como para provocar que se desmayara en su cama. 

Aron se despertó al día siguiente mientras un rayo de luz pasaba atreves de la ventana de su cuarto directo hacía su rostro.

Aron puso su mano en la cara; tenía un fuerte dolor de cabeza, los ojos le ardían y además los sentía secos. Agarró su celular, antes de prenderlo, pudo notar levemente como las marcas de sus lágrimas se manifestaban en sus mejillas, sintió que iba a comenzar a llorar de nuevo, pero decidió correr a su baño para echarse agua en la cara y desvanecer las marcas de sus lágrimas. El agua estaba fría, pero logró que Aron sintiera calma nuevamente.

Aron era un chico que a pesar de vivir en una ciudad de clima cálido como Miami le gustaba bañarse con el agua caliente. Ese día pudo sentir un bienestar en el agua fría que sentía en su rostro. Volteó su mirada hacia la ducha y suavemente se empezó a quitar el pijama que tenía puesta hasta quedarse desnudo. Se dirigió al interior de la ducha y cerró la puerta corrediza de esta; observaba fijamente hacia la regadera hasta que bajó su mirada hacia las llaves que tenían las marcas de "fría" "caliente" Aron acercó su mano hasta la llave del agua fría y comenzó a girarla. Como era habitual, las primeras gotas que salieron de la regadera eran calientes y lentamente el agua disminuyó su temperatura. Aron entró en el chorro de la regadera y sintió como todo su cuerpo recibía el agua completamente fría. 

Normalmente cualquier persona haría sonidos para reflejar lo frío de algún líquido, pero Aron estaba muy callado. Volvió a alzar su mirada hacía la regadera mientras esta seguía abierta y dejando caer el agua. Cerró sus ojos y pudo sentir como esa agua se llevaba su ansiedad, su tristeza, su confusión, su estrés, todas esas cosas que habían provocado que Aron se desmayara la noche anterior había sido arrancadas de su mente por el contacto helado del agua.

Minutos después Aron salió de la ducha con una sonrisa de tranquilidad, se arregló y se dispuso a desayunar para continuar con sus obligaciones.

Meses después...

Segunda semana de junio de 2014...

Los chicos estaban emocionados mientras escuchaban las campanadas de la escuela anunciando que ya iban a empezar las vacaciones de verano. Todos estaban festejando en la salida del colegio y no solo por salir de vacaciones sino también porque el equipo de Darren había ganado el campeonato escolar de este año, también todos habían salido de los dos primeros periodos con excelentes notas por lo cual ahora solo tocaba disfrutar de las vacaciones.

Días después los chicos se estaban dirigiendo al parque donde siempre iban porque era el día en que Darren les había propuesto que hicieran un picnic antes de irse. 

Darren se iba a ir de vacaciones con su padre al oeste del país, Dilan había anunciado que se iría de viaje a México mientras que Aron les había dicho que irían de viaje a Inglaterra a visitar a sus tíos; Isaac y Lucas permanecerían en la ciudad. Por lo cual ellos estarían separados al menos por un mes y medio antes de regresar a clases, así que Darren propuso un día de picnic con sus amigos antes de que se separaran.

Darren y yo, y los otros 4.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora