La preocupación de un padre, El deber de un rey

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El lejano ruido del agua de las cascadas me despertó de manera relajante mientras los primeros rayos del sol salían lentamente por el horizonte, me quedé un rato más con los ojos cerrados y mis dos manos en la nuca disfrutando de la gran comodidad de la cama de agua. Definitivamente necesito una de esas.

Finalmente me levante de la cama y me miré al espejo, tenía el cabello completamente alborotado, a lo que agarre mi peine y me puse a cepillarlo para dejarlo correctamente y para terminar me lo ate en una coleta.

Una vez peinado y vestido salí de mi pequeño "cuarto" si así podía llamarlo ya que nada más estaba rodeado de cortinas para mayor privacidad y me dirigí a la cacerola para preparar el desayuno.

Tiempo después llego la princesa Zelda y los dos nos sentamos a comer en silencio hasta que...

-Espero que todo salga bien- Comento la princesa.

-No se preocupe alteza, le prometo que todo saldrá bien, se lo aseguro.

-Gracias por decírmelo Link, pero tengo un mal presentimiento.

-Eso no es más que duda que esta en su mente alteza, no le haga caso a esos pensamientos.- Dije con voz tranquilizadora.

-Lo intentaré.

Rato después de que terminaramos de desayunar dos guardias vinieron  en nuestra búsqueda para llevarnos ante el rey Dorphan.

-Su alteza, el rey ya tiene su respuesta para su petición. Por favor siganme.

-De acuerdo.- Dijo la princesa con voz firme.

Salimos de la posada y giramos a la derecha para subir unas largas escaleras que nos llevaban a otras las cuales daban dirección a la sala del trono del Rey de los Zora. Terminamos subiendo dichas escaleras hasta estar en presencia del Rey Dorphan, a su lado derecho se encontraba Mipha y al otro lado del rey se hallaba su fiel consejero real, Muzun.

-Buenos días alteza, espero que el hospedaje en nuestra posada haya sido de su agrado.

-Buenos días su majestad, si, fue una gran noche, sus camas de agua son increíbles.

-Agradezco sus palabras alteza.

-Al contrario majestad, gracias por ofrecernos una gran hospitalidad.

-No hay de que alteza, pero vayamos al grano.... La noche pasada tuve una conversación con mi hija la princesa Mipha, donde hablamos sobre la responsabilidad de pilotear a la bestia divina al igual de las consecuencias que esta labor traía.

El rey guardo silencio por unos segundos y finalmente soltó un gran suspiro para seguir hablando.

-Sin embargo, durante la conversación escuche la opinión de mi hija sobre su petición en la cual ella aceptaba gustosamente pilotear a la bestia divina y apesar de que al inicio yo estaba en contra....Al final e tomado la difícil decisión de no solo como rey sino como un padre que se preocupa por su familia, permitir que mi hija sea la elegida para pilotear a la bestia divina Vah Ruta.

En ese momento pude escuchar un pequeño suspiro salir de la princesa al poder cumplir su misión.

-Rey Dorphan, en nombre del Rey de Hyrule se lo agradezco, la familia real de Hyrule sabe perfectamente la gran responsabilidad que cae sobre los elegidos para pilotear las bestias divinas. Por eso agradecemos su colaboración en nuestra causa para acabar con el cataclismo.

-Agradezco sus palabras alteza, la princesa Mipha es poseedora no solo de su poder curativo, sino que también posee una gran valentía y una destreza extraordinaria en el arte de la lanza. Sin embargo aún temo por su seguridad.

Una vida contigo (Link x Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora