Te quiero

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Hace poco me di cuenta de que nunca antes me había gustado un chico de la misma forma que Alex. Creo que no he sido (ni soy) la única que alguna vez ha llegado a creer erróneamente que alguien le gusta y estar casi convencida de ello, pero que ese no sea el caso. Pensando sobre ese tema, caí en cuenta de que lo que me gustaba de los otros chicos antes de Alex no eran ellos en sí, sino lo que sentía cuando creía que "me gustaban" ellos. El sentimiento es hermoso, debo admitirlo. Muchas personas deben sentirse identificadas con esa indescriptiblemente fascinante presión en el abdomen, la sensación de quedarse sin aire en el mejor de los sentidos, no poder dejar de sonreír o incluso cantar durante todo el día y solo pensar en esa persona.

Sí, el sentimiento es precioso. ¿Pero que hay de la persona en sí? Normalmente está idealizada, sobrevalorada, totalmente fuera del alcance de cualquiera porque así lo caracteriza uno mismo. Porque es así: una persona nos llama la atención, nos acercamos más a esta (en otros casos, la admiramos a la distancia) y luego todo se va a la mierda (a menos de que tengas muy buena suerte, en es caso te felicito). ¿Y por qué se va todo a la mierda? Porque nosotros lo permitimos. Nosotros nos ilusionamos por nuestra cuenta propia y rompemos nuestros corazones nosotros solos. Y lo peor de todo: la persona que "nos gusta" no tiene ni idea de todo lo que ha causado en nosotros y lo mucho que sufrimos al intentar olvidarla. Todo se va a la mierda porque creamos indirectas donde no las hay, imaginamos momentos y diálogos que jamás sucederán y nos negamos a ver los defectos de quien "nos gusta". La "relación imaginaria" que creamos solos, la supuesta historia de amor... todo está idealizado. Y todo lo que sufrimos es debido únicamente a nosotros mismos.

Aún así, por más que nos rompamos el corazón una y otra vez con nuestras propias manos, decidimos "enamorarnos" de nuevo, solo por esos dos segundos en los que el chico nos sonrió, o la chica nos pidió la respuesta de una tarea. Porque esos dos segundos valen los meses de dolor, porque, por dos segundos, nos sentimos realmente completos. Y nosotros queremos sentirnos completos.

Todo es acerca del sentimiento en sí, no de la persona.

Y luego, un día, cuando menos lo esperas, llega la excepción al caso.

Digamos que estaba caminando junto con Sebastian, mi mellizo, hacia la salida de mi colegio. Digamos que cierta canción no salía de mi cabeza, y yo la cantaba mientras Sebastian se avergonzaba de mí (aunque no es que cante tan mal, no sé por qué se puso así).

-"I wanna love you, every day and every night".

Y digamos que cierta persona continuó:

-"We'll be together, with a roof right over our heads".

Era Alex. Sonreí y lo miré. Cantamos juntos el coro de la canción:

-"Is this love? Is this love? Is this love? Is this love what I'm feeling?".*

Y nos reímos.

Llegamos a la salida y nos despedimos de la manera más incómoda del mundo. No sabía si acercarme y darle un beso en la mejilla o despedirme haciendo un gesto con la mano, o simplemente ignorarlo y huir. Nuestro intento de despedida fue como si vieras a dos pollos retardados intentando caminar uno hacia el otro.

Volteé a ver a Sebastian y me percaté de que él estaba incluso más incómodo que la penosa despedida. Bajé la cabeza, sonrojada y esperando que Sebastian no se hubiese dado cuenta.

Y fue ahí cuando lo sentí. Me golpeó como un rayo y explotó en mí, se esparció por todo mi cuerpo y nunca salió. Hasta ahora no sé cómo explicar lo que pasó. Fue distinto a las anteriores veces en las que me daba cuenta de que "alguien me gustaba". Antes de esa sensación, juraba conocer perfectamente la situación en la que a uno "le gusta" alguien.

Entonces todo tuvo sentido. No era el sentimiento. Por primera vez, esto se trataba exclusivamente de la persona.

***

Desde aquella tarde todo parecía distinto. Era una "nueva yo", era distinta (o por lo menos yo me sentía así) y me encantaba: era feliz. No dejaba de hablar de Alex y lo mencionaba en cualquier oportunidad, en ese punto casi no me importaba que la gente lo supiese. En secreto creo que incluso llegué a estresar un poco a Ariana por hablarle de Alex todo el día, ella nunca me lo dijo... pero yo lo sé. (Ariana, si lees esto: perdón).

En esa época, por primera vez en mi vida sentí algo real por un chico. Y lo pude comprobar en una clase de inglés, donde nos sentábamos juntos.

La profesora de esa clase (la amo porque su serie favorita es "Sherlock" y la mía también) nos estaba hablando sobre el tema de la lección que debíamos estudiar: Unit 8 -Life in the future (unidad 8 - vida en el futuro). Para profundizar en el tema, nos hizo una simple pregunta (en inglés, obviamente):

-Si en el futuro existiera una forma de leer los pensamientos de los demás, ¿les gustaría saber lo que el resto piensa de ustedes? Discútanlo con sus compañeros.

Normalmente Alex y yo conversamos durante la clase cuando se supone que debemos "intercambiar ideas" sobre un tema. Es más, durante la clase pasada a esa habíamos discutido sobre un tema de política y habíamos llegado a la conclusión de que sería mejor si asesináramos a todos los políticos, hiciéramos un golpe de Estado y tomáramos el control del país. Sí, haríamos una rebelión juntos, Alex era muy inteligente, aunque a veces no lo mostraba. Sin embargo, la pregunta de la profesora me pareció interesante y tenía curiosidad de saber la opinión de Alex. Volteé hacia él, esperando su respuesta.

Él me contestó en español:

-Sí me gustaría saber lo que piensan de mí... pero no creo que al resto le guste saber lo que pienso de ellos.

-¿Por qué?

-Porque pienso horrible de todos.

-O sea... ¿en secreto me odias? -cuestioné, no sabiendo si debía reírme o callarme porque me odiaba.

-¡No! -aclaró-. Creo que eres la única persona de la que nunca he pensado nada malo...

No pude hacer nada más que quedarme en silencio por un rato. Solo quería dejar que sus palabras resuenen y hagan eco por toda mi mente. No me esperaba esa respuesta, pero no me quejaba. Para nada.

-Aw, Alex -intenté formular tímidamente, sonrojándome como si no hubiese un mañana.

Y luego, casi sin darme cuenta, le dije:

-Te quiero.

Podría jurar que él se sonrojó. En un murmuro, me respondió algo que no logré escuchar. Nunca supe lo que me quiso decir.

Supongo que es mejor de esa manera.

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*TRADUCCIÓN:

-Yo quiero amarte, todos los días y todas las noches

-Estaremos juntos, con un techo justo encima de nuestras cabezas

-¿Es amor? ¿Es amor lo que siento?

Por cierto, ¡cada vez nos acercamos más a la actualidad! Este capítulo sucedió en finales de abril y ya estamos en julio. ¡No puedo creer lo rápido que ha pasado el tiempo!

En otras noticias... ¡muchísimas gracias por los 11.6k leídos! No puedo creer lo lejos que hemos llegado, en serio lo aprecio muuuuucho<3 <3

Los quiere,<3

-Pink<3

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