Una noche más, otra como todas aquellas noches en las que nunca podía dormir y me ponía a dar vueltas y vueltas a mi vida y nunca sacaba nada en claro.
Todo eran problemas, podríamos decir que mis problemas se centran en mis padres ya que me estaban dejando muy claro que soy una decepción para ellos, todo lo que yo hiciera estaba mal, fuera lo que fuera y eso me consumía.
Yo pensaba que podía hacer para complacerles, vale que no soy el mejor estudiante del mundo, vale que no era el hijo ejemplar en el que el hermano menor se fijaría para forjarse un futuro...
Cada noche que me ponía a pensar en mi vida todo terminaba mal, solo tenía ganas de dejarlo todo, quitarme del medio, dejar de ser un estorbo, dejar de existir.
Finalmente me dormí.
A la mañana siguiente, como no, nada había cambiado, todo seguía siendo igual, que si yo no hacía esto, que si mira tu amigo lo que ha conseguido y mírate a ti, que porque no podría ser como x que es un chico de 10, ya no podía con más comparaciones, no podía callarme y tuve que soltarlo todo...
Al principio me sentí muy a gusto, como relajado pero la cara de mis padres era todo un poema. Nunca pensé que sería capaz de decirles todo lo que sentía y lo mal que me hacían sentir siempre infravalorandome y diciéndome que no servía para nada.
Su reacción me dejó perplejo, me dieron la razón, sabían que quizás se habían pasado, pero fueron palabras en vano ya que todo seguiría igual...
Otra noche más la misma mierda, aunque ya lo había soltado todo antes mis padres ellos fingieron entenderme pero todo era mentira seguían torturandome, ya no sabía que hacer, mis padres ya sabían como me sentía y no tenían pensado hacer nada al respecto, nada en mi vida iba a cambiar y yo no podría seguir así.
Otra mañana más en mi vida, decidí poner las cartas sobre la mesa, no podía seguir así, hice mi maleta, escribí una nota y me fui.
La nota decía: 'No puedo más, lo siento.'
Al salir el sol me cegó, necesitaba encontrar un trabajo, necesitaba empezar de 0, quería formar mi propia vida, con tan solo 18 años estaba dando un paso muy importante en mi vida, solo esperaba que todo me fuera bien, pero lo que no sabía es que no todo era un camino de rosas...