Era una tarde lluviosa en el campus, el cielo estaba cubierto de nubes grises que parecían reflejar la tormenta interna que Pavel sentía. La lluvia caía con fuerza, creando un ritmo monótono que resonaba en las ventanas de la aula vacía donde él y Pooh se habían reunido. Las gotas de agua se deslizaban por el cristal, casi como si quisieran llevarse consigo el dolor que ambos sentían. La tensión entre ellos era palpable, cada palabra que no se decía pesaba más que la lluvia que caía fuera.Pavel miraba por la ventana, su mente atrapada en recuerdos de momentos felices con Pooh. Las risas compartidas, las charlas interminables en la cafetería, las miradas cómplices que solían intercambiar. Pero todo eso parecía tan lejano ahora, ahogado por la tristeza de lo que había sido su relación. Al sentir la presencia de Pooh a su lado, su corazón se encogió. Había tanto que decir, y al mismo tiempo, nada que pudiera remediar la situación.
Pooh rompió el silencio, su voz temblorosa resonó en la sala. "Pavel, necesitamos hablar..." Se giró hacia él, sus ojos reflejaban la vulnerabilidad que sentía.
Pavel, con el ceño fruncido, suspiró. "¿Sobre qué, Pooh? Ya me he dado cuenta de que algo no va bien." Su tono era más brusco de lo que pretendía, pero la frustración y el dolor lo llevaban a defenderse.
Pooh se mordió el labio, buscando las palabras adecuadas. "No quiero que lo tomes mal, pero siento que estamos estancados. Ya no somos los mismos." Su mirada se desvió, como si temiera el impacto de sus propias palabras.
"¿Estancados? ¿Eso es lo que piensas de nosotros? ¡Después de todo lo que hemos pasado!" Pavel se sintió herido, como si la frase le hubiera atravesado el pecho. No podía creer que Pooh estuviera dispuesto a rendirse.
"Lo sé, Pavel. Pero no puedo ignorar lo que siento. Esto... no está funcionando. No como antes." La sinceridad en la voz de Pooh golpeó a Pavel con fuerza. Era un recordatorio doloroso de la verdad que había estado evitando.
"Entonces, ¿quieres terminar todo? ¿Dejarlo atrás como si nada?" La voz de Pavel se rompió al final, como si estuviera hablando de una parte de su vida que no podía permitirse perder.
"No como si nada. Significas mucho para mí. Pero también necesito ser honesto conmigo mismo..." Pooh se mostró firme, pero su voz se quebró al pronunciar esas palabras.
"Si eso es lo que quieres, entonces... que así sea." Pavel sintió que su mundo se desmoronaba. Sus palabras fueron como un grano de arena que hizo colapsar un castillo que había estado construyendo en su mente.
Sin otra palabra, Pooh se giró y salió del aula, dejando a Pavel devastado en medio del silencio de la sala vacía. La lluvia continuaba golpeando las ventanas, como si el universo compartiera su dolor. Pavel se quedó allí, sintiendo que la tristeza lo envolvía como una manta pesada. La soledad se apoderó de él y, por un momento, deseó que la tormenta nunca se detuviera.
Los días pasaron lentamente, como si cada hora se alargara para torturarlo. Pavel intentaba seguir adelante con su vida, pero todo le recordaba a Pooh. La cafetería donde solían reír, el camino que tomaban para ir a clases, incluso la música que solía escuchar le traía recuerdos de su amor. Se sentía perdido, como un náufrago en una isla desierta, anhelando el regreso de su compañero.
Una tarde, mientras caminaba por el campus, Pavel se encontró con Sailup, un amigo de la universidad. Sailup siempre había sido un buen apoyo, y Pavel sabía que podía contar con él en estos momentos difíciles. Al ver la expresión en el rostro de Pavel, Sailup se preocupó. "Oye, Pavel, ¿cómo estás? Hace mucho que no sé de ti."
"Eh, bien... o tratando de estarlo, supongo." La voz de Pavel era monótona, y Sailup pudo notar que algo no estaba bien.
"¿Es por Pooh, verdad?" La pregunta de Sailup fue directa, y Pavel no pudo evitar sentirse expuesto. Asintió lentamente, incapaz de encontrar las palabras adecuadas.
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Segundas oportunidades (pavelpooh)
FanfictionDespués de una separación dolorosa, un inesperado embarazo trae a los protagonistas de vuelta a la vida del otro.