Naruto Uzumaki era tan solo un niño que tuvo que sufrir para poder sobrevivir, con tan solo cinco años de edad.
Sus padres decidieron separarse, en el proceso lastimándolo a él, sin embargo, a pesar de todas las heridas que tenía se sentía vivo. No importaba que en primaria lo despreciaran, no importaba que en secundaria sus compañeros fueran un asco con él, tan solo le importaba poder vivir como él quería.
A sus dieciocho años ya se había refugiado en drogas y alcohol, su madre había enfermado y el ya no tenia nada que ver en la casa de ella por lo que decidió irse a vivir con su padrino Jiraiya, un reconocido autor de novelas eróticas y dueño de una de las editoriales de novelas para adultos o diversas novelas románticas.
Su padre que hasta se había olvidado de su nombre pero sabía era uno de los empresarios más famosos de toda Konoha. Él un chico común y corriente, con problemas como cualquier otro se enfrentaba a la vida como podía. Sus demonios internos cada noche no lo dejaban dormir y si podía lo hacía totalmente borracho o drogado.
Había terminado como pudo la preparatoria y no había entrado a la universidad porque no tenía los recursos necesarios, ni si quiera había hecho el intento de poder conseguir una beca o algo para poder seguir, porque ya nada tenía sentido para él.
Lo que había vivido lo había dejado muy marcado, ni si quiera pretendía conseguir una novia o pasarla bien con las chicas, pues tenía un ideal de que aquella chica si existiese pudiese aceptarlo por quien era no por su físico. A sus dieciocho años era un chico muy atractivo, cabello rubio, ojos azules, unas tres marcas que de nacimiento lo había perjudicado demasiado y que ahora como pudo un cuerpo desarrollado que para él mismo no era la gran cosa.
Ahora se encontraba en el bar de su primo Nagato. Él y otros chicos mas lo habían acogido, Yahiko y Konan que ahora ya eran un matrimonio habían tenido obstáculos ya que a pesar de ser unos años mayores que él lo entendían y trataban de aconsejarlo lo mejor posible y el chico a veces lo tomaba y otras no.
Sus únicas estupideces habían sido una vez intentar suicidarse de una sobredosis y hacerse varios tatuajes, no se arrepentía en lo mas mínimo. El dolor que había sentido aquellos meses en sus brazos, abdomen y espalda no era comparado con lo que por dentro el sentía y quería deshacerse de ello, pero nada parecía satisfacerlo.
Pocas veces sonreía, pocas veces reía y pocas veces sacaba a relucir su verdadero yo. Ahora que estaba a punto de cumplir los diecinueve esperaba poder cambiar su rutina, no tenia tantos amigos pero si conocidos, algunos de ellos eran chicos de su misma edad otros eran nada mas tres o cuatro años mayores que él, todos en común, poder satisfacerse con drogas y alcohol.
Raras veces Naruto prefería estar en su lugar favorito, un mirador no muy lejos de Konoha
Vestido con su típica chaqueta naranja y negra, unos pantalones negros y en su mano tenía una botella de whisky casi vacía...
-la vida apesta...- y sin más el chico se quedó desmayado por el alcohol que había consumido horas antes
Minato Namikaze era el empresario más famoso de toda Konoha, los errores del pasado lo atormentaban siempre que su mente se lo hacía recordar, el haber dejado a su hijo y esposa no se lo perdonaría nunca.
En esos años no era más que un chico normal de veinticinco años se había casado a escondidas con Kushina Uzumaki, una chica que lo había cautivado pero que su familia no admitia pues querían que se casase con otra chica que al igual que él era de una buena familia y poder proveer a su empresa las mejores acciones y así poder convertirla en la mejor del país del fuego, pero desgraciadamente la chica al darse por enterada que Minato se había casado hizo lo que pudo para poder destruir su matrimonio.
Minato con su cabello rubio, sus ojos azules hipnotizaba a cualquier chica que se encontrara con él, pero aquella chica se había obsesionado no solo con él si no que también por el acuerdo que ambas familias habían firmado.
Y lo había conseguido se había casado de nuevo con la chica que su familia le había impuesto, al haberlo hecho puso sus propios muros y nunca compartió nada con aquella chica más que el mismo techo y comida.Si no se casaba su propia familia iba a la quiebra y lo habían presionado para casarse con aquella chica.
Y ahora casi quince años desde aquel infierno lo había devastado, añoraba poder ver a su hijo legítimo, al hijo que con aquella mujer había añorado, el fruto de su amor verdadero
Y lo podía hacer, su amigo Hiashi Hyuga era uno también de los empresarios mas influyentes y sus acciones en el mercado de valores había subido considerablemente.
Acordaron hace diecinueve años el casamiento de sus hijos
primogénitos para poder unir a las empresas y así ser solo uno en el mercado . ahora en su oficina, con su socio y amigo estaban discutiendo las clausulas para que ninguno de sus herederos la pudiese deshacer ...
-Bien Hiashi es todo, creo que con esto ninguno de los dos podrá deshacerlo ni con los mejores abogados- Minato se acomodo mejor en su lugar.
-No. Pero si lo logran ten por seguro que la que caerá será tu empresa y lo perderás todo, sin embargo no creo que mi hija logre hacerlo- Hiashi alzo la mano para poder ver su reloj- por el contrario no diría lo mismo de tu heredero- el rubio mayor sonrió tristemente-
-Las circunstancias en las que quedamos es mas suficiente, Menma no será quien se case con tu hija- Hiashi hizo una media sonrisa- pero, Naruto si lo hará y lo sabes-
Hiashi se levanto y Minato también.
-Bien espero que así sea, el libertino de tu hijo solo le traería sufrimiento a mi hija, pero Naruto no...puede que no lo conozca pero las investigaciones e informes entregados dicen lo mejor de ese muchacho. Lamento la circunstancia por la que tuviste que pasar - se acerco y estrecho la mano de Minato- fue un placer hacer negocios contigo Minato- Hiashi sin más se retiro de la oficina dejando a Minato pensativo.
-yo también lo lamento... y mucho- suspiro .
Volvió a su asiento y se comunico con su secretaria
-por favor busca el numero del señor Jiraiya y avísale que necesito verle- vio el contrato de nuevo y se dispuso de a poder pensar en lo que tendría que decirle a su hijo...
Por fin! Lo tendría frente a él y lo vería, pero era lógico que lo despreciara y lo odiara
Naruto había despertado de su estado de embriaguez como siempre en el mirador de Konoha, siempre iba a despejarse con su motocicleta...
Se levanto y aliso el cabello
Reviso su celular y sonrió
"tenemos que hablar chico es urgente, acabo de llegar, estoy con Nagato apresúrate"
-viejo pervertido, ¿y ahora que sorpresa me darás?...- sin más guardo su celular. Se acomodo bien en su motocicleta, arranco y se dirigió hacia el bar de su primo
-¿está seguro?- pregunto Nagato
-no lo se, esto es de improvisto- Jiraiya le dio otro trago a su bebida- por cierto ¿como ha estado el chico?- Nagato negó con la cabeza
-como siempre, no es de extrañar que caos tras caos siempre nos sorprenda. Su dolor es tan grande...que a veces me pregunto cómo puede soportar tanta carga- Jiraiya se encogió de hombros
- eso lo heredo de su madre, Kushina puede ser una mujer de temer e incluso puedo decirte que los Uzumaki tienen un buen aguante- Nagato rio
-bueno si lo dices por mí en eso tienes razón- Jiraiya sonrío- pero fueron años difíciles también, la muerte de mis padres fue duro si no fuese por usted maestro estaría perdido- el pelirrojo inclino la cabeza un poco- gracias por todo- Jiraiya le palmeo un poco la cabeza
-no hay nada que agradecer chico, disfrutemos del momento antes de que se venga una tormenta... y una muy grande..-
Y así mientras ellos tomaban y disfrutaban de sus tragos dos rubios estaba en camino hacia el reencuentro
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LET DOWN
RomanceCuando crees que tu vida no tiene solucion llega alguien quien te pone de cabeza todo, para el amor no hay tregua es un sentimiento calido pero a la vez doloroso, Naruto Uzumaki un chico lleno de defectos como cualquier otro tratara de arreglar su...