Capítulo 5.

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Se despidió de algunos reporteros restantes de la zona después de largas entrevistas y de recibir los típicos halagos a los que ya estaba comenzando a acostumbrarse poco a poco, por más raros que fueran de digerir para el ese tipo de comentarios, era un gran avance ya no quedarse totalmente mudo después de tantas palabras de aliento dirigidas a su nombre. Su cabeza estaba rondando de un lado a otro sin tener la suficiente claridad para ver por dónde caminaba de vuelta al garaje de Williams, casi tropezandose en el proceso.

Su camino era ir directo con Lewis...

Y Oliver.

No se olvidaba del mal sabor de boca que su aparición inesperada le dejó, viendo que era imposible sacarselo de encima sin ser grosero, no le llevó mucho tiempo darse cuenta que está era más bien una riña personal entre ellos que claramente estaba él estaba destinado a ganar de alguna forma, ya sea de manera sucia o limpia. Pelear por la atención de Lewis Hamilton, sonaba como una completa locura y estaba dispuesto a luchar por ello igualmente.

Su corazón siguió latiendo con una fuerza exorbitante durante todas las entrevistas siguientes, su interior no veía la hora marcharse y tranquilizar su mente un momento sin que el nudo en su garganta le impidiera expresarse normalmente como le gustaría. Le resultaba incómodo la sola idea de saber que en esos mismos instantes Lewis y Oliver podrían estar solos en el garaje del primer nombrado, no cabía en su mente la remota posibilidad de si quiera imaginar y mucho menos materializarse en su imaginación que existía el riesgo de que pudieran entablar una amistad mientas él no estuviera.

"Luis es solo amable." Se repetía una y otra vez. "No hay chances de que ese pendejo se haga el vivo antes de que yo lo saque cagando."

Se recompuso levemente al poder ver a lo lejos a su Jefe esperándolo de brazos cruzados, sin saber muy bien como enfrentar toda la situación en su cabeza, pensó en como sería posible que Oliver y el no se maten en el proceso de tomarse un simple café con el moreno. El solo pensamiento de contemplar que Lewis estaría allí siendo testigo de como ese niño mimado estaba tratando de ganar su atención, le hirvio la sangre.

Pero estaba confundido.

¿Por qué te importa tanto?.

Ni si quiera sabes si te ve como un amigo, capaz te ve como uno más del montón.

Un nene que creé que se la sabe todas,  con las insaciables ganas de conocer su entorno y a la vez con la emoción contenida de llevarse por delante todo en las carreras para ganar.

Uno muy orgulloso y sobrado, por cierto.

(...)

No le hizo mucha gracia saber que su primera interacción con Lewis hablando a través de mensajes de texto no sería por una ocasión especial, ni mucho menos algo significativo para su memoria, sino que está vez la razón era para avisarle que dentro de veinte minutos se haría presente para ir a la famosa salida.

Quizás mintió un poco con el tiempo que iba a demorar en prepararse, pero fue inevitable no hacerlo debido al estrés que la situación le generaba y era algo que su mente le reclamaba con urgencia desde hace rato. Después de darse un baño rápido en los bastidores, le dió pena saber que aceptó sin tener en cuenta que iba a ponerse para la ocasión especial tan inesperada. Lo único que tenía a mano eran sus vaqueros chupínes que se puso antes de la carrera y una simple camiseta blanca que le quedaba casi a la medida guardada de en uno de los tantos casilleros, la cual ni siquiera era suya porqué pertenecía a Alex.

Se maldijo internamente sumando a su creciente y repentino mal humor, realmente debió hacerle caso a James esa vez cuando le hablaba casualmente sobre traer alguna ropa de repuesto por si acaso, ya que el uniforme de Williams era su prenda exclusiva y la que siempre portaba a todos lados, diciéndole que no podría llevarla con él en cualquier ocasión si es qué surgía algo de fuerza mayor fuera de las carreras. Sin embargo, en esas circunstancias en dónde recién estaba comenzado no fue capaz de comprender porqué su Jefe le remarmacaba tanto aquello, si solo iba para correr.

Candy | (Lewis Hamilton & Franco Colapinto)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora