El Mensaje de Ainhoa para su Papi Darío
En el departamento de Adam, la tarde avanzaba mientras el sol bañaba el living en tonos cálidos y anaranjados. Ainhoa, sentada sobre el sofá, jugaba con un peluche que Darío le había regalado. Adam, con su celular en mano y una mezcla de nerviosismo y cariño en el rostro, se inclinó hacia su hija con una propuesta.
Adam:- Ainhoa, amor, ¿te gustaría mandarle un mensajito a papi Darío?
La niña levantó la mirada, sus ojitos oscuros brillaron de emoción, y se acomodó rápidamente en el sofá, dejando el peluche de lado.
Ainhoa:- ¡Sí, sí, papi!
Adam sonrió y presionó "grabar" en el chat de Darío. Le acercó el teléfono a Ainhoa, y la pequeña, con su vocecita dulce y palabras entrecortadas, empezó a hablar.
Ainhoa:- Papi... papi Darío, te extraño... mucho. Quiero que vuelvas a casa. Papi Adam... también te extraña...
La voz de Ainhoa se entrecortaba mientras miraba a Adam como buscando su aprobación. Adam sintió un leve sonrojo ante las palabras de su hija, pero le sonrió y le hizo un gesto de que siguiera hablando.
Ainhoa:- Papi... papi Darío, cuando vuelvas... jugamos juntos, ¿sí? Te quiero mucho.
Adam detuvo la grabación, pero su corazón seguía latiendo con fuerza. Con un suspiro, envió el mensaje, y se quedó mirando el celular unos segundos antes de apretarlo suavemente contra su pecho, sintiendo una mezcla de añoranza y temor.
La Respuesta de Darío: La Voz del Amor
Minutos después, Darío recibió el mensaje en su celular. Estaba en la sala de su departamento, revisando unos apuntes del entrenamiento, cuando vio el audio de Adam. Al ver que era Ainhoa la que hablaba, sonrió de inmediato y presionó "play", escuchando atentamente la voz de su hija.
Cada palabra de Ainhoa se colaba en su pecho como una caricia y una punzada al mismo tiempo. Al terminar el mensaje, Darío no pudo contener una lágrima que rodó lentamente por su mejilla. Se tomó un momento para recomponerse y decidió responder con otro mensaje de audio.
Darío:- Mi amor, mi princesita... también te extraño muchísimo. No hay un día en que no piense en vos. Pronto vamos a estar juntos, y vamos a hacer todas esas cosas lindas que te gustan. Cuidate mucho y portate bien con papi Adam. Te amo, Ainhoa.
Envió el audio y se quedó mirando el celular, imaginando el momento en que pudiera abrazarla otra vez. Esa imagen lo llenó de esperanza y determinación.
Encuentro con Marcos y Milton: La Evolución de Darío
En el predio de Boca, durante un descanso del entrenamiento, Darío se acercó a Marcos Rojo y Milton Giménez para charlar un rato. Su semblante parecía más sereno, y ambos compañeros notaron de inmediato el cambio en su actitud.
Marcos:- Che, loco, hace rato que no te veía tan entero. Andás mejor, ¿no?
Darío asintió, con una leve sonrisa en el rostro.
Darío:- Sí, loco, vengo laburando mucho. Hablé con la psicóloga, Victoria, y me ayudó un montón. Me di cuenta de que si quiero tener una chance real con Adam y Ainhoa, tengo que cambiar de verdad.
Milton, que escuchaba atentamente, le dio una palmada en el hombro.
Milton:- Bien ahí, loco. Diego también me dijo que se te nota más tranquilo. Es re loco cómo las cosas pueden mejorar cuando uno se decide.
Darío suspiró, sintiendo que por primera vez en mucho tiempo tenía una claridad renovada. Sabía que el camino no iba a ser fácil, pero también sabía que ya no estaba solo. Victoria Galeppi, la psicóloga del club, lo había acompañado en este proceso, y sentir el respaldo de sus compañeros le daba una fuerza que no había sentido antes.
La Sutil Conquista de Milton Casco
Mientras tanto, en River, Adam y Milton Casco terminaban su entrenamiento y caminaban juntos hacia los vestuarios. Milton, siempre atento y con una sonrisa fácil, aprovechó el momento para acercarse un poco más a Adam.
Milton C:- Che, loco, la verdad que me hace re bien entrenar con vos. Sos de esos tipos que inspiran.
Adam sonrió, pero no pudo evitar un leve nerviosismo al notar la mirada intensa de Milton. Sabía que había algo más en esas palabras, pero no estaba seguro de cómo reaccionar.
Adam:- Gracias, Milton. Vos también sos un groso.
Ambos se miraron un instante en silencio, y Milton aprovechó para hacerle una pregunta que venía guardando.
Milton C:- ¿Sabés que... te merecés ser feliz?
Adam parpadeó, sorprendido, y sintió cómo esas palabras lo tocaban profundamente. Desde que Darío se había alejado, había olvidado cómo se sentía recibir una declaración tan sincera. Por un momento, casi se permitió pensar en un futuro diferente, aunque no podía evitar que su mente volviera siempre a Darío y a los recuerdos que habían compartido.
El Mensaje de Esperanza
De regreso en su departamento, Darío se tomó unos segundos para pensar y finalmente decidió enviar un último mensaje de audio. Esta vez, sin la presión de esperar una respuesta inmediata, simplemente dejó que sus sentimientos fluyeran.
Darío:- Adam, sé que las cosas no van a ser fáciles, y tampoco sé si vamos a poder volver a ser los mismos de antes. Pero no puedo dejar de intentar. Lo que siento por vos es real, y no puedo hacer como si no existiera. Si alguna vez estás listo para intentarlo, yo voy a estar acá.
Soltó el celular, se recostó en el sofá, y sintió que, por primera vez en mucho tiempo, había hablado desde el corazón, sin miedos ni barreras. Ahora, sólo quedaba esperar y seguir adelante, pase lo que pase.
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Me dediqué a perderte (Benedetto x Bareiro) (Omegaverse)
FanfictionDespués de 8 años de relación y de muchos altibajos, Adam se entera que Darío le fue infiel, con lo cual decide cortar con él. Desesperado, Darío recurre a la ayuda de sus amigos para recuperar al amor de su vida